chapitre douze

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En apenas unos días, Harry estaría celebrando su cumpleaños de una manera completamente nueva y emocionante. Por primera vez en toda su carrera, había decidido llevar a cabo la celebración en el escenario, un lugar que le había dado tantas experiencias inolvidables. La razón detrás de esta decisión era simple pero significativa: quería compartir este momento tan especial con su familia y seres queridos, que en su caso incluían tanto a sus queridos omegas como a sus leales fans que siempre lo habían apoyado.

Con el peso de los cuarenta años a punto de posarse sobre sus hombros, Harry sabía que este aniversario sería inolvidable. Los Tomlinson, conscientes de la magnitud de la ocasión, habían preparado un regalo especial que sin duda añadiría un toque único a la celebración. Así, la anticipación crecía y la expectación se apoderaba de Harry y de todos aquellos que aguardaban con entusiasmo el gran día.

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Antes de que las luces se apagaran y la música envolviera el ambiente, Lukas y Soleil hicieron su entrada triunfal al escenario, recibiendo una oleada de gritos y sonrisas de miles de fans que sostenían carteles de "Feliz Cumpleaños Harry". La energía era palpable, y los mellizos no pudieron evitar sonreír ante la efusividad de la multitud.

"Hola, chicos, como ya saben, somos Lukas y Soleil", anunciaron los mellizos con una pequeña reverencia que fue seguida por gritos aún más intensos de las fans. "Hoy es un día especial para todos los que estamos aquí en cuerpo presente y para aquellos que nos siguen a través de las transmisiones en vivo".

Lukas tomó la palabra con un gesto serio y emotivo. "Hoy celebramos el cumpleaños de nuestro chico especial, aquel que nos ha salvado a todos en algún momento con sus letras y su espíritu. Un hombre a quien amamos y respetamos por ser la inspiración que ha marcado nuestras vidas".

"Hoy celebramos su vida, porque él salvó la nuestra." Los mellizos compartieron una mirada significativa y una sonrisa emotiva antes de anunciar con entusiasmo: "Damas y caballeros, démosle la bienvenida a la persona que nos ha unido a todos con su arte incomparable, Harry Styles".

El escenario se iluminó mientras Harry ascendía con gracia por la plataforma, sosteniendo un globo que ondeaba con un toque de celebración. La ovación del público alcanzó su punto máximo, transformándose en un estruendoso coro de admiración y alegría. El aura festiva se apoderó del lugar, y Harry se sumergió en el afecto y el cariño de sus fans en este día tan especial.

Harry se acercó a los mellizos Lukas y Soleil, quienes lo recibieron con un abrazo tan cálido como el que le habían dado esa misma mañana al despertarlo con cánticos de "Feliz Cumpleaños" en italiano, acompañados de un pastel y un derroche de amor.

Louis, con una sonrisa radiante, recordó el regalo que le había hecho a Harry: un anillo que ahora lucía con orgullo en su dedo anular.

Mientras Harry compartía abrazos y risas con los mellizos, se detuvo un momento para apreciar el regalo de Louis, sintiendo una conexión aún más profunda con ese gesto significativo.

"Feliz cumpleaños otra vez, te amamos", susurró Soleil al oído de Harry, transmitiendo cariño y afecto.

Harry respondió con gratitud y apretó el abrazo, dejando escapar un susurro sincero: "Eso es nuevo". Besó las mejillas de los mellizos con cariño. "También los amo".

Mientras tanto, Louis, al lado del escenario junto a la madre de Harry, Anne, sintió cómo su corazón se llenaba de calidez al observar la escena. La celebración irradiaba amor y ternura, y Louis no podía evitar sentirse agradecido por formar parte de ese momento especial en la vida de Harry. La complicidad entre ellos y la presencia de Anne, sus hijos, las fans, añadían capas de significado a la ocasión, creando un recuerdo imborrable en sus corazones.

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