Afuera, el aire frío congelaba la hierba del jardín, cubriéndola con una fina capa de hielo.
Los árboles desnudos susurraban con el viento helado, mientras las estrellas brillaban intensamente en el oscuro cielo invernal sobre los terrenos griegos de la casa de verano de Harry, donde ahora pasaban el crudo invierno.
Dentro, Harry estaba inmerso en la impecable cocina, pelando y cortando cebollas para la cena. Una suave sonrisa se formó en su rostro al ver a su omega, Louis, moviéndose rápidamente por la casa.
El semblante enojado de Louis mientras atravesaba el estudio hacia la biblioteca provocó recuerdos en Harry, instantes de piel y cabellos oscuros guardados en las vastas salas de su palacio mental.
Mientras la voz profunda de Taylor resonaba suavemente en el fondo, Harry se quedó solo, tarareando al ritmo de la música mientras continuaba con las cebollas. La entrada de Louis a la cocina, descalzo y envuelto en uno de los suéteres favoritos de Harry, un poco grande para su cuerpo, fue recibida con una indiferencia aparente.
"Sopa de cebolla", propuso Louis, tomando asiento improvisado en el mostrador junto a Harry, observando las cebollas sin expresión antes de buscar, infructuosamente, una copa de vino. "No la encontrarás", bromeó Harry, cortando su última cebolla, mirando a Louis, notando el rostro malhumorado del omega que no disfrutaba de su nueva sobriedad.
"Un vaso no hará daño", sugirió Louis, buscando nuevamente una copa de vino. "Tengo antojos."
Harry rodó los ojos, dejó el cuchillo y se situó entre las piernas de su omega. "No. Y no me engañes, el que tiene síntomas de embarazo aquí soy yo."
"Tu querías ser papá", señaló Louis, sonriendo mientras Harry le daba un beso casto.
"Tienes razón. Omega astuto", bromeó Harry, volviendo a su labor.
"¿Dónde están los mellizos?" preguntó Louis, tomando una manzana del frutero.
Harry se tensó, notando la mirada inquisitiva de Louis. "Harold...", empezó Louis.
"Louis...", sonrió Harry, pretendiendo inocencia y volviéndose hacia él.
"¿Dónde están los mellizos?" insistió Louis.
"Sé que están castigados por pelearse en la escuela", admitió Harry. "Pero el alfa los molestó primero."
Louis se burló, preguntándose dónde estaba la amabilidad que tanto predicaba Harry. "En estos momentos, donde queda tu 'trata a las personas con amabilidad."
"En la marca de mi puño sobre el rostro del alfa", confesó Harry, no orgulloso de haber golpeado a un menor de edad, pero defendiendo a su hijo.
Louis se rió suavemente, pero luego se puso serio. "¿Dónde están los chicos?"
Harry volvió a tensarse. "Comprándose el Audi que tanto querían y se merecen por ser buenos chicos."
"¡Harold!" regañó Louis. "Si les das lo que quieren, no aprenderán la lección."
Harry abandonó sus tareas y se colocó entre las piernas de Louis. "Usaron sus ojos de cachorro, sabes que soy débil..."
Louis acarició los rizos de Harry. "Eres un papá muy complaciente."
Ronroneó cuando las manos de Harry se deslizaron bajo su sudadera para tocar su pancita. "No es mi culpa amarlos a los tres más que a mi vida."
Louis besó sus rizos. "Prométeme que este bebé no será muy mimado."
Harry asintió, pero sus ojos brillaban con amor y complicidad. "Lo juro."
Louis no le creyó pero tampoco podía resistirse a los ojitos brillosos de Harry cuando tocaba a su bebé.
"Eres un tramposo, ricitos."
"Y tú un ladrón...porque robaste mi corazón." Harry sonrió cuando Louis rodó los ojos pero se sonrojó.
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Horas después, los mellizos llegaron a casa, y para la suerte de ellos, Louis estaba tomando una siesta.
Harry, su padre, los recibió en la sala con una postura que anunciaba problemas o algo quería, sosteniendo un vaso de whisky con una mano y la otra en la cintura.
"Nos portamos bien, papá", apresuró Lukas a decir.
"Usamos toda nuestra fuerza de voluntad, pero escapamos de Gucci", añadió Soleil, respaldando a su hermano.
Harry se acercó para abrazarlos, disipando la tensión inicial. "Su madre ya sabe que se compraron el auto, y, chicos, entraron a Chanel, no intenten mentirme", se burló Harry.
Soleil se confundió. "¿Cómo?"
"No creen que el banco me informaría si compraran dos Audis y casi vaciaran Chanel", cuestionó Harry escéptico.
Lukas y Soleil sonrieron. "En nuestra defensa, habrías hecho lo mismo..."
Harry suspiró. "Es cierto... pero su madre está enfadado."
Los mellizos levantaron una ceja. "¿Qué le hiciste?"
Harry bufó. "Por culpa de ustedes..."
"Oh..." Los mellizos entendieron. "¿Y cómo lo animamos?" La sonrisa de Harry se iluminó.
"Niños, amo a su madre, y... ¿creen que si le pido matrimonio de una manera romántica, me dirá que sí?" Harry cuestionó con una sonrisa entre emocionada y nerviosa.
"No, si no lo haces con nuestra ayuda", bromeó Lukas.
"Le diremos a mamá que diga que no", añadió Soleil.
Harry rió y besó sus cabelleras llenas de rizos. "Mis hijos tenían que ser..." pellizcó sus pancitas, y los chicos rieron.
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"Debes hacerlo antes de que nazca 'Pookie'", sugiere Lukas cuando los tres están acurrucados en el sofá, viendo una película.
Harry alza una ceja ante el comentario del omega acostado sobre su pecho. "¿Quién es Pookie?"
Soleil sonríe. "Así apodamos a nuestro hermanito."
Harry sonrió. "¿Ya les agrada la idea de tener un hermano?"
Lukas bufó una risa. "Nosotros fuimos los que lloraron cuando a mamá le dieron los resultados."
Soleil asiente con una gran sonrisa. "Además, Siempre quisimos un hermano pequeños, y sabemos que el bebé que viene será hermoso, tendrá lo mejor de nuestros padres."
"Ustedes tienen lo mejor de su madre", agrega Harry con ternura.
"Mamá nos crió de manera increíble, y sabemos que lo hará con el bebé nuevo..."
Lukas se interrumpe al escuchar un sollozo detrás de ellos.
Louis había oído la mitad de la conversación y estaba emocionado por la perspectiva que tenían sus cachorros de él como madre.
"Oh, mis niños", murmura Louis mientras se une al abrazo, acurrucando a los mellizos contra su pecho. "Venga quien venga, ustedes siempre serán una parte importante en mi vida. Los amo."
Harry sonríe al ver la hermosa interacción de su familia, sintiendo la calidez y el amor que los envuelve a todos mientras se preparan para dar la bienvenida a Pookie.
Una ola de posesividad lo hace gruñir y acurrucar a su familia en sus brazos. "Míos."
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Holaaaaa
Como están?
Ya se nos casan estos niños!!!!!
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Juice
FanfictionHarry es no es un bocadillo, es la maldita comida completa, cariño. Tiene a hombres y mujeres en sus Dm's queriendo ser algo más que su amigo, pero, corazón, el hombre que brilla más que todos, ya había encontrado a su jugo en medio del bullicio de...