𝐊𝐎𝐎𝐊𝐓𝐀𝐄 | "Ni siquiera la muerte puede impedirme amarte".
Taehyung estaba triste, deprimido y herido. El castaño era un desastre, un monstruo que lentamente se estaba desvaneciendo en su mundo oscuro y solitario hasta que él apareció. Como un...
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Jimin miró fijamente al cielo, que estaba oscuro como un agujero negro, el viento le llevaba la lluvia directamente a la cara. No podía creer lo mala que era su suerte. Había saltado el muro sólo para encontrarse con Junjae porque sabía que su madre no lo dejaría salir tan tarde en la noche.
Junjae le había prometido llevarlo a un nuevo club está noche y ya había perdido dos horas solo para vestirse para él. Algo que nunca antes había hecho por un hombre. Jimin solo quería que Junjae se fijara en él. Sí, el chico malo estaba desesperado por que la persona que le gustaba se fijara en él. Tal vez necesitaba esa validación de que también podía ser amado. Que no era un monstruo que a nadie le gusta, pero quizás realmente lo sea. Nadie lo quiere cerca ni quiere pasar tiempo con él después de todo.
Un rastro de tristeza pasó por sus ojos. Junjae lo había dejado plantado nuevamente. Había estado aquí esperándolo durante dos horas, pero no había señales de él. Tampoco contestaba su teléfono. Jimin sabía que le daría excusas cuando terminara el día, como siempre.
Ofrecerá una excusa poco convincente y pretenderá que no hizo nada malo. Y lo único que Jimin hará será replicar que ni siquiera lo estaba esperando como cada vez que Junjae lo dejaba plantado. Dicen que el amor puede hacer que la persona más fuerte actúe como un tonto, y joder que tienen tanta razón.
Jimin soltó una risa sin alegría alguna. Era tan estúpido al pensar que él cambiaría y que por una vez sería su prioridad número uno. La lluvia nubló su visión mientras miraba al cielo, abriendo la boca, las pequeñas gotas aterrizaron en su lengua mientras esperaba que estas limpiaran su miseria.
Él no quería sentir está tristeza y soledad que calaba cada vez con más profundidad en su interior. Preferiría tumbarse en la bañera ahora mismo con una cerveza en la mano derecha y un cigarrillo en la otra. Luego dar una larga calada al cigarrillo para liberar la oscuridad que estaba a punto de consumirlo. Eso lo ayudaría a sentir nada más que entumecimiento y paz. Pecado, tristeza. Sin dolor. No le haría daño a nadie, y nadie lo dañaría a él y; por último, no tendría expectativas sin sentido de las personas que lo rodean.
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Namjoon frunció el ceño mientras escuchaba las noticias en la radio de su auto. Estaba a punto de azotar una tormenta y advertían a la gente que tuvieran cuidado.
