Capítulo 6: Las bases de la espada

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Los días pasaron y pasaron, casi tan rápido que muchos ni siquiera se dieron cuenta, la primavera ya tocaba su fin y el verano surgía de nuevo, el calor comenzaba a sentirse en las pieles de las personas, y más aún en los eldesianos ya que por algo se sitúan en el sur de Anuryl, en este contexto nos situamos ahora, un mes después de la llegada de Luke a Vesperia.

-Y así, Claudia, fue como forjé la mejor hacha que haya forjado jamás.- dijo Ronnie.

-Por si no te has dado cuenta, Ronnie, ya es la tercera vez que me la cuentas.- le dijo Claudia entre risitas.

-Es que no me canso de contarla.- y ahí va la primera carcajada de Ronnie.

En mitad de aquella conversación un tanto extraña, la puerta de la taberna se abrió para dejar entrar a Alan, que saludó enérgicamente.

-Buenas a todos.- saludó el caballero.

-¡Alan, amigo! - Ronnie se levantó y le dio una palmada en la espalda.- Me alegro de verte.

-Ojalá pudiera decir lo mismo, Ronnie.- bromeó Alan.

-¿Hay alguna razón para tu buen humor?- le preguntó Claudia.

Alan esbozó una sonrisa a la vez que se sentaba en una de las sillas de la barra de la taberna.

-Hoy termina el entrenamiento físico de Luke, es hora de ver los resultados.- dijo frotándose las manos.

-¿Ya pasó un mes? ni siquiera me dí cuenta.- dijo Ronnie.

-Si no sabes el día en el que vives como vas a saber el mes.- suspiró Claudia.

-¿Es tan grave?- carcajada de Ronnie.

-¿Y donde está Luke?- preguntó Claudia.

-Haciendo sus dos horas de carrera matutinas, aunque últimamente le ha cogido el gusto a hacer tres.- dijo Alan sacando pecho.- por cierto, lo de siempre, Claudia.

Claudia hizo caso e inmediatamente se fue a las cocinas. 

-Bueno, Alan.- empezó Ronnie.- Y después de todos estos meses tú como ves la evolución de Luke.

-Lo veré cuando vuelva de correr.- dijo Alan sonriendo.- Y veremos si al final consigue levantar la espada que hace un mes no era capaz ni de despegar del suelo.

La puerta de la taberna se abrió para dejar paso a Lair y Laura que habían vuelto de las clases de la mañana.

-Buenos días, Sr. Alan, Sr. Ronnie.- saludó Laura.- ¿donde está, Luke?

-Parece que se ha vuelto realmente famoso.- rió Alan.- No ha habido ni una persona que no me halla preguntado por él. Ahora mismo está en su carrera matutina por la ciudad.

-Se ha esforzado mucho, ¿verdad?- Lair buscó la confirmación.

-Ya lo creo que sí, no tengo ninguna duda en que los resultados hallan sido satisfactorios.

-Tengo ganas de verle, llevamos tres semanas sin saber nada de él.- dejó salir Laura.

Lair se la quedó mirando con mirada pícara.

-''Tengo ganas de verle'', ¿no me digas que te gusta?- se burló Lair chinchandola con el codo.

-¡¿Qu-que dices, idiota!?- Laura se puso colorada.- ¡Es normal preocuparse por un amigo!

-Tranquila, caray, era una broma.- se excusó Lair, algo sorprendido por la reacción de Laura.

-Ya, ya, dejad de discutir- intentó apaciguar Claudia.

Crónicas de Thartos: El Caballero de EldesiahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora