Capítulo 16: Yo también tengo a alguien.

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-Y entonces se desmayó, no se si de dolor o si del miedo que debía de tener encima- rió Lair mientras fardaba de su pase a la semifinal.

-Fanfarrón- masculló Laura.

-Eso es genial, Lair- admitió Alan- ¿pero cómo has aprendido esa técnica?

-La vi en un libro que mi padre tenía guardado en una de sus bibliotecas, entrené muchos meses para dominarla, antes de que llegará Luke ya estaba en ello.

-¿Tú que haces husmeando en la biblioteca de papá?- quiso saber Claudia.

-Solo leía.

-Tú nunca lees- desmintió Laura.

-Bah, dejadme en paz.

El grupo estaba sentado en un césped de las afueras del coliseo mientras degustaban la deliciosa comida de Claudia. El receso otorgado a los nuevos caballeros también sirvió para dar tiempo a los organizadores para reconstruir como buenamente se pudiera la arena que Luke y Lair se habían ocupado de destrozar. 

-Por cierto, Luke, has estado genial en el combate.- le recordó Sheila- A decir verdad, creí que perderías, parece que tu maná ha esperado al mejor momento.

-Yo creo que se lo podía haber ahorrado- declaró Luke-. Aún así, es increíble la diferencia entre luchar sin a con él.

-También fue sorprendente como lo usaste, pareciera que lo llevases usando toda la vida- apuntó Ronnie, soltando una de esas carcajadas que tanto se echaron en falta durante la intensidad de los combates.

-Todo fue solo, era como si reaccionase conforme a mis pensamientos- expresó Luke.

-Qué más da, olvidémonos de combates y comamos, Claudia pásame la sopa- restó importancia Lair.

Siguieron conversando alegremente en aquél pequeño césped, sin embargo, no sospechaban que cierta muchacha los espiaba desde detrás de un imponente roble. Sus cabello plateado caía por sus hombros a la vez que por su frente, vestía un hermoso vestido verde claro, similar al color de sus grandes ojos, como dato más destacado, unas orejas puntiagudas crecían a ambos lados de su cabeza. Sin embargo, más que en el grupo en general, parecía reparar en cierto chico de pelo castaño y ojos azules.

-¿Te gusta?- le preguntó una melodiosa voz masculina por la espalda.

La muchacha se sobresaltó miró al portador de aquella voz, era un alto elfo, de rasgos similares a la muchacha. Su mirada serena era capaz de relajar a cualquier persona y su dulce voz parecía una nana en una noche de insomnio. 

-¿P-pero qué dices?- elevó el tono debido a los nervios- Sólo quería felicitarle.

-¿Y a qué esperas?

Nadia frunció el ceño y miró de nuevo al grupo.

-M-me da... vergüenza- murmulló Nadia.

Luminor la miró y soltó una pequeña risa. Acto seguido la tomó de la mano y la arrastró hacia el grupo de Luke.

-¡Eh!...tú, espera. ¿Qué haces?- gritó sobresaltada.

-Yo te daré el empujón que necesitas- sonrió Luminor.

Nadia se sonrojó y miró al suelo mientras Luminor la acercaba al grupo de Luke. 

-Buenas tardes- saludó Luminor.

El grupo quedó deslumbrado ante el porte y belleza del elfo. Alan rápidamente identificó su figura y se apresuró a levantarse y devolverle el saludo.

-Sr. Luminor, que sorpresa, ¿qué le trae por aquí?- saludó Alan.

-Sólo vine a felicitar a estos grandes caballeros- explicó el elfo-. Felicidades a los tres.

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⏰ Última actualización: Nov 25, 2016 ⏰

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Crónicas de Thartos: El Caballero de EldesiahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora