Capítulo 8: La Víspera del Torneo

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Agitada sería la palabra que describiría perfectamente a Vesperia esa mañana, las gentes iban de un lado para otro en un murmullo que se hacía audible en cualquier rincón de la ciudad y no es de extrañar si nos situamos en el contexto de que en dos días comenzaría el torneo de acceso a caballero, muchos lo sabían y lo esperaban con ansias puesto que es uno de los acontecimientos más importantes del año, las más jovenes promesas de todo Anuryl batiendose en determinadas pruebas para alzarse con el título y pasar a formar parte de las fuerzas armadas de su respectívo país, toda una celebridad.

Luke dormía plácidamente en su cama tras una noche de pensamientos sobre el maná, con su cuerpo completamente agotado y la mente por las nubes, pero desgraciadamente aquella dormitada no le duraría mucho más. Luke se despertó de un salto al escuchar una voz gritar por la ventana, se incorporó rápidamente y desperezándose bajo a la planta baja, donde se encontraba Alan.

-Buenos días- le dijo Alan al verle.

-¿Se puede saber quién está gritando?- se quejó Luke.

-Me sorprende que no reconozcas la voz, obviamente es Leo con la runa amplificadora.

-¿Y eso?

-¿No lo sabes?- Luke miraba a Alan sin saber a qué se podía referir.- Ven, vamos a la planta de arriba.

Luke hizo caso a Alan y ambos subieron a la planta superior mientras seguían escuchando a Leo hablar, al llegar, los dos se asomaron al balcón de la habitación y miraron a la calle principal.

-Quedan dos días para que comience el torneo- empezó Alan.- Todos los aspirantes de todos los pueblos y países de Anuryl comenzarán a desfilar por la ciudad hasta llegar al palacio del virrey, donde le rendirán respeto.

-¿Ah, sí?- Luke miró abajo y vio a Leo, el director de la academia, dar voces a través de la runa amplificador guiando a los trabajadores a poner los diferentes adornos y preparativos.- Por eso Leo está tan inquieto esta mañana.

-Eso y porque él ya es inquieto de por sí- apuntó Alan.- Dentro de una hora más o menos empezará el desfile, mientras será mejor que bajes a desayunar algo.

Luke asintió y bajo a la cocina para deglutir su primera comida del día.

Las voces de Leo cesaron a la media hora y la ciudad pasó del máximo ruido posbile al más lúgubre silencio, las calles se habían abandonado completamente y no se observaba ni un alma, cualquiera lo diría, pero eso no duró mucho. Luke y Alan subieron de nuevo a la planta superior y se asomaron por el balcón donde vieron el comenzar de aquél desfile. Al igual que Alan y Luke, la mayoría de los ciudadanos se asomaron al balcón de sus respectivas casas para admirar el comenzar del desfile, Luke estaba algo nervioso.

Leo apareció acompañado de dos soldados y se dirigieron a la puerta principal, se frenó y empezó a declamar.

-Vesperianos y vesperianas, bienvenidos al desfile de la pre-inauguración del torneo de acceso a caballero, como en los años anteriores, yo, Leo Tyravan, presentaré a los diferentes pueblos y razas que tomarán acción en el torneo, orquesta por favor.

De repente, del fondo de la calle apareció un grupo de personas que portaban diferentes instrumentos, algunos que Luke conocía, como el arpa, el violín y la armónica, y otros que no llegó a descifrar. Esta orquesta se situó a ambos lados de la calle y se mantuvieron firmes.

-He aquí- siguió presentando Leo.- La orquesta de Vesperia que se encargará de interpretar los himnos de los respectivos pueblos confome vayan desfilando, un aplauso por favor- las gentes que estaban asomadas al balcón comenzaron a aplaudir, también Alan, por lo que Luke hizo lo propio.- Al final de la calle se encuentra el palacio real donde tendrán el honor de saludar al virrey y con esto, comencemos con el desfile.

Crónicas de Thartos: El Caballero de EldesiahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora