Ya era otro día, desayunaba junto a mis hermanas y Mamá. Yo estaba callado comiendo mis galletitas mientras mi cabeza volvía a recordar una y otra vez el sueño de anoche. Todavía no entendía que quería decir con "Primer etapa: La negación".
Tome mi té mientras ellas seguían hablando y escuché que me estaban llamando por mi teléfono, lo agarre y atendí.
–hola...
–¡Gustavo, no sabes lo que me acaba de contar Charly!– grito y aparte el teléfono de mi oído.
–¿Que? ¿Que cosa?– le preste atención.
–me dijo que uno de los que fue al bar anoche tiene un estudio y le gustaría que vayamos para tocar y capaz grabar algo.– yo me pare rápidamente y sonreí.
–¿¡En serio!?– mis hermanas me vieron sin entender.
–¡Si!
–dios, ¡no lo puedo creer!– tenía una sonrisa y una felicidad tremenda.– ¿Y cuando vamos a ir?
–no ni idea, no me dijo Charly, pregúntale vos.
–bueno, ojalá sea lo más antes posible.
–si, después hablamos, chau Gus.
–chau zeta.– colgué y me senté con la misma sonrisa.
–¿Que paso?– pregunto mamá.
–ayer cuando tocamos, un hombre nos escucho, tiene un estudio y dijo que quiere que vayamos a practicar y capaz, grabar algo.– dije entusiasmado.
–¡Muy bien!– sonrió mamá y me dió un abrazo y luego me agarró de los cachetes para darme un beso en la frente.– se que los tres van a llegar muy lejos.– yo sonreí.
–gracias ma.– y la volví a abrazar.
Ya en la tarde, seguía practicando con mi guitarra acústica, cantando e intentando escribir letras. Pero me acordé que no sabía cuando íbamos a ir, entonces agarre y llame a Charly.
–¿Hola?
–hola Charly.– sonreí.
–¡Hola Gus! ¿Ya te contó Zeta?
–si, si, ¿Pero cuando vamos a ir? – deje la guitarra a un lado.
–hoy, ya te estoy pasando a buscar.– y yo me pare.
–¿¡Ahora!?
–si.–rió.
–bueno está bien, espera me que arreglo un poco que tengo los pelos todos despeinados.– y cuando iba a ir al baño a peinarme un poco, escuché la bocina.
–no hay tiempo.
–pero me tengo que peinar, un segundito.
–veni tontito.– rió.
–bueno, voy.– colgué y fui afuera.
Entre al auto, del lado de Charly y Zeta atrás, cómo siempre.
–¿Que te querías peinar?– rió Zeta.
–esta un poco despeinado.– dije y empecé a peinarme lo un poco con las manos.
Charly con una mano, me lo volvió a desordenar.
–deja de hacerte el lindo.– rieron.– porque encima te sale bien.– y me puse un poco rojo.
–bueno che.– y sonreí.
Después de unos minutos, al fin llegamos al estudio. Bajamos los tres y entramos esperando a que no nos secuestren. Charly tocó timbre y nos abrieron.
ESTÁS LEYENDO
Prófugos «gustavo Cerati y Charly Alberti»
RomanceUn simple fanfic de Gustavo Cerati y Charly Alberti. Dos profugos de la sexualidad en ese tiempo (1982). Léanlo no seas forros, gracias 😜