capitulo 24

592 48 77
                                    

Ya era otro día, desayunaba junto a mis hermanas y Mamá. Yo estaba callado comiendo mis galletitas mientras mi cabeza volvía a recordar una y otra vez el sueño de anoche. Todavía no entendía que quería decir con "Primer etapa: La negación".

Tome mi té mientras ellas seguían hablando y escuché que me estaban llamando por mi teléfono, lo agarre y atendí.

–hola...

–¡Gustavo, no sabes lo que me acaba de contar Charly!– grito y aparte el teléfono de mi oído.

–¿Que? ¿Que cosa?– le preste atención.

–me dijo que uno de los que fue al bar anoche tiene un estudio y le gustaría que vayamos para tocar y capaz grabar algo.– yo me pare rápidamente y sonreí.

–¿¡En serio!?– mis hermanas me vieron sin entender.

–¡Si!

–dios, ¡no lo puedo creer!– tenía una sonrisa y una felicidad tremenda.– ¿Y cuando vamos a ir?

–no ni idea, no me dijo Charly, pregúntale vos.

–bueno, ojalá sea lo más antes posible.

–si, después hablamos, chau Gus.

–chau zeta.– colgué y me senté con la misma sonrisa.

–¿Que paso?– pregunto mamá.

–ayer cuando tocamos, un hombre nos escucho, tiene un estudio y dijo que quiere que vayamos a practicar y capaz, grabar algo.– dije entusiasmado.

–¡Muy bien!– sonrió mamá y me dió un abrazo y luego me agarró de los cachetes para darme un beso en la frente.– se que los tres van a llegar muy lejos.– yo sonreí.

–gracias ma.– y la volví a abrazar.

Ya en la tarde, seguía practicando con mi guitarra acústica, cantando e intentando escribir letras. Pero me acordé que no sabía cuando íbamos a ir, entonces agarre y llame a Charly.

–¿Hola?

–hola Charly.– sonreí.

–¡Hola Gus! ¿Ya te contó Zeta?

–si, si, ¿Pero cuando vamos a ir? – deje la guitarra a un lado.

–hoy, ya te estoy pasando a buscar.– y yo me pare.

–¿¡Ahora!?

–si.–rió.

–bueno está bien, espera me que arreglo un poco que tengo los pelos todos despeinados.– y cuando iba a ir al baño a peinarme un poco, escuché la bocina.

–no hay tiempo.

–pero me tengo que peinar, un segundito.

–veni tontito.– rió.

–bueno, voy.– colgué y fui afuera.

Entre al auto, del lado de Charly y Zeta atrás, cómo siempre.

–¿Que te querías peinar?– rió Zeta.

–esta un poco despeinado.– dije y empecé a peinarme lo un poco con las manos.

Charly con una mano, me lo volvió a desordenar.

–deja de hacerte el lindo.– rieron.– porque encima te sale bien.– y me puse un poco rojo.

–bueno che.– y sonreí.

Después de unos minutos, al fin llegamos al estudio. Bajamos los tres y entramos esperando a que no nos secuestren. Charly tocó timbre y nos abrieron.

Prófugos «gustavo Cerati y Charly Alberti»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora