La alarma sonaba, me tenía que levantar para ir a la facultad. Una paja tremenda me daba levantarme para estar con los otros forros, pero por lo menos tenía a Zeta para cagarme de risa en clase.
Apague la alarma.6:15 am
Me frote los ojos y me senté en la cama, busque en el cajón de ropa una remera lisa blanca, un pantalón cargo beige y las zapatillas negras. Fui al baño, que estaba cerca mío, ya que mi cuarto era un pasillo. Me lave los dientes y me puse desodorante.
Después fui al comedor, dónde estaba Laura (mi hermana) y mi mamá desayunando. Yo fui a la cocina mientras ellas hablaban y yo me preparaba un té de peperina, seru giran referencia.-ma ¿Viste que ayer te hablaba de coso?- mi mamá afirmo sabiendo de quién hablaba y yo la miraba con el seño fruncido.- bueno, quería invitarlo a casa ¿Me dejas?
Yo me acerque y me senté al lado de lau.
-¿A quien querés invitar vos?- la mire y ella rodeo los ojos.
-que te importa a vos a quien quiero invitar a casa, vos traes a cualquier piba a tu cama y yo no te digo nada.- empezó a decirme y yo me cruce de brazos.
-che basta, son las 6 de la mañana y ya andan peleando por boludeces.- dijo mi mamá algo cansada.- sí, lo podés invitar Lau.- Laura me miró y sonrió victoriosa.
Yo la miré mal y seguí tomando mi té. Mire la hora y eran las 6:50, tenía que entrar a la facultad a las 7:15, entonces fui corriendo a buscar mi mochila.
-¡Chau ma!- le grite y salí corriendo de mi casa hasta la parada del colectivo que me llevaba directo a la facultad.
Por suerte, cuando llegue ya estaba ahí, lo pare y me subí rápido. Pague el boleto y me tuve que quedar parado porque no había asiento, la pucha, pensaba. Después de un largo viaje, llegué, 5 minutos tarde pero entre.
Fui a mi aula donde estaba Zeta esperándome mientras se mordía las uñas, cuando me vio, suspiro. Me senté a su lado y me agarró el brazo.
-boludo, ¿Estudiaste para la prueba?- dijo, yo abrí mis ojos, me había olvidado completamente de la prueba.
-la concha de la lora.- dije rascándome la nuca por los nervios de que me vaya cómo el orto.
Zeta me miro, cerro los ojos y soltó un suspiro intentando tranquilizarse. Lo que me pareció raro, era que todavía no venía la conchuda de la profesora, capaz estaba buscando las fotocopias de la prueba. Pasaron unos minutos y vino nuestra preceptora.
-chicos, la profesora Victoria no va a poder asistir a clases ya que su marido falleció. Los voy a dejar solos, pero no hagan quilombo.- dijo y se fue.
-vamos.- susurro Zeta.
-menos mal boludo, si no me iba a matar.- reí y Zeta me dió un pequeño golpe en el hombro.
Unas horas después, al fin volvíamos a casa, le pregunté a Zeta si quería ir a casa ya que íbamos a boludear, hacer música o lo que sea. Él asistió y dios directo a mi casa.
Abrí la puerta y me encontré con mi hermana y un chico a su lado tomando mate y comiendo galletitas. Yo lo mire medio mal al chico.
-hola.- saludo Zeta amablemente y se acercó a saludar a Laura y ese chico con ojos claros y rulos.
-hola Zeta ¿Cómo están?- sonrió laura.- él es...- yo la interrumpí.
-si que bueno- dije y agarre a Zeta de la muñeca para llevarlo al patio.- nos vemos después.- y salimos de ahí, la verdad, no tenía ganas de conocer a otro pendejo que se enamoraba de mi hermana.
-che boludo.- decía Zeta mientras levantaba la mirada.-sos un desubicado.- rió.
-bue, hablo el que festejo que a la profe se le murió el marido- reímos juntos mientras sacaba un paquete de cigarrillos de mi mochila.- ¿No tenes fuego?
-si yo no fumo.- me sonrió burlón- anda a preguntarle al enamorado de tu hermana.- se rió.
-ni en pedo, voy a ver si hay alguno en la cocina.- me levanté y fui para adentro, ví a los dos que seguían tomando mate.
No encontraba ningún encendedor, no me quedaba otra que pedirle al pibe de rulos.
-eu.- los dos se dieron vuelta a mirarme.- ¿no tienen un fuego?
-ah, si.- el chico saco uno del bolsillo de su campera y me lo extendió.- toma, me llamo Carlos.- me sonrió, quería que se lleve bien conmigo, pero lo mire mal.
-ah, que bueno.- agarre el encendedor y prendí mi cigarrillo.
-un "gracias" por lo menos, ¿No?- me dijo Laura, yo le di una calada a mi cigarrillo y tire el humo en la cara de ella, sabía que odiaba el olor de este.-¡Adrian!
Yo sonreí y ese tal Carlos dió una pequeña risa tímida, le devolví el encendedor y volví afuera con mi amigo, que estaba afinando el bajo.
-bueno- agarre la guitarra que estaba en un costado y me la puse en mi regazo.- ¿Que tocamos?
Empezamos a tocar nuestros instrumentos mientras cantaba, eran nuestras propias letras y acordes. Nos encantaba pasar el tiempo con la música.
Después de una hora practicando, escribiendo y haciendo ajustes, a Zeta le dieron ganas de merendar.
-bueno dale, yo también me estoy cagando de hambre.- y fuimos a la cocina a hervir el agua para los mates.
Zeta empezó a cebar los mates, ya que él sabía hacer todo, no sé que mierda hacia, parecía arquitecto que hasta le hacía pared.
Empezamos a charlar sobre que pasaría si seríamos un grupo de dos adolescentes haciendo música y siendo reconocidos. Era una fantasía dedicarnos a la música, pero por ahora solo era un hobbie.
-igual...- le di un sorbo al mate.- yo creo que sí me dedicaría a la música, no sé si me iría bien, pero es algo que amo hacer.- di otro sorbo y se lo pase a Zeta.
-yo también, pero no sé viste- servía más agua al mate.- es todo un tema.- sonrió y le devolví la sonrisa.
El teléfono de Zeta empezó a sonar, entonces atendió, era su mamá por lo poco que escuchaba.
-amigo, me tengo que ir.- se levantó de su lugar.- dice que es el cumpleaños de no sé quién chotas, pero igual voy, hoy como torta.- rió y reí junto a él.
-dale, nos vemos mañana entonces.- me levanté y lo acompañe a la puerta.
-si obvio, si no me da paja faltar mañana.- sonrió y le abrí la puerta.
-no seas pajero y anda a estudiar- le sonreí y lo saludé.
Después de eso, cerré la puerta y note que mi hermana y aquel pibe no estaban, rodee mis ojos al escuchar sus risas a través de la habitación de mi hermana.
Yo me puse a ver la tele, ya que no tenía nada que hacer, bah, en realidad tendría que estudiar para esa prueba, pero no importa, podría estudiar otro día.
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Prófugos «gustavo Cerati y Charly Alberti»
Storie d'amoreUn simple fanfic de Gustavo Cerati y Charly Alberti. Dos profugos de la sexualidad en ese tiempo (1982). Léanlo no seas forros, gracias 😜