Capítulo 5: Preparativos

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Karac recibió un golpe sorprendentemente cruel de la espada de Morgana antes de parar limpiamente y esquivar el ataque. Sonrieron felices. La dama era una espadachina verdaderamente hábil, y era un placer practicar con ella. Es cierto que para ellos era más una cuestión de asegurarse de que nunca golpearan demasiado fuerte, bloquearan sin dar o, en general, revelaran su identidad feérica. Pero aún así fue muy divertido. Y había algo libre y abierto en Lady Morgana en esos momentos.

Maldijeron al darse cuenta de que se habían dejado distraer. Levantando el antebrazo, Karac trató de bloquear la tierra que Morgana acababa de arrojarle arrastrando la punta de su espada por el suelo. Karac sintió el filo de una espada golpeando su costado de malla. Fue difícil, pero lograron moverse para que la espada no se rompiera.

"¿Sigues tratando de ser machista haciendo que no te duele?" Morgana se burló, su tono brillante y vivo.

Karac bajó el brazo y parpadeó tratando de averiguar cómo fingir esto... No era como si realmente doliera. "Um... ¿Duele? Como una cantidad normal cuando me pegas?..."

"Veamos si puedo obtener una reacción real de tu parte". Movió su espada ligeramente, llevándola de vuelta para dejarla al descubierto mientras entrecerraba los ojos juguetonamente.

Tragaron saliva nerviosamente; había algo a la vez emocionante y ligeramente aterrador en la forma en que Morgana lo miraba cuando tenía una espada en la mano. Pero, esto era lo más abierto que podían verla, y realmente fue divertido. "Eso es solo si consigues otro golpe".

"Oh, tendré otro golpe". Morgana empujó mientras golpeaba su espada con cuidado, tratando de atraerlo para que se extendiera demasiado y golpeara primero mientras estaba en una mala posición.

Karac sonrió ante el desafío, ¡y lo emocionante era que podría hacerlo! Claro, si iban a toda velocidad o fuerza, estaría fuera de discusión. Pero en términos de habilidad simple, lo superó, y fue brillante. "¿Quién dice que el próximo éxito no será mío?"

—"Sí claro". Ella se burló antes de atacar a la velocidad del rayo.

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Arturo suspiró mientras miraba la lista de caballeros recién llegados. La seguridad estaba probando con tanta gente nueva en la ciudad para el torneo. Habían estado llegando en diferentes cantidades desde que llegó el grupo de Nemeth, ahora, el día antes del comienzo de las festividades, estaba atrapado con este dolor de cabeza. —"Merlín, ¿encontraste ya esa carta de Sir Cardigan?"

"Está frente a ti". Merlín gruñó desde donde estaba haciendo la cama. "¿No deberías usar esas cosas llamadas ojos?"

"Merlín, cállate". Refunfuñó mientras extendía la mano, agarrando la carta, rozando el número de personas en el grupo del caballero. Si no se los llevaba a Morgana en una hora, estaba muerto. Muy muerto. Ya era tarde. Llevaba días exigiéndolas. La disposición de los asientos en la fiesta era importante. Pero había estado ocupado ayudando a entretener a sus invitados de Nemeth, Karac era un buen deportista y Mithian era un hermoso compañero de conversación. Puede que su corazón pertenezca a Gwen, pero no estaba ciego ni estaba dispuesto a disfrutar de la compañía de una hermosa dama. Por lo tanto, podría haber pospuesto la entrega de la lista de nobles y sus invitados que vendrían a la fiesta pero que no se alojarían en el castillo en sí.

Su sirviente hizo un sonido de cloqueo. "Oh, eso es bueno, aquí estoy, inocentemente haciendo mi trabajo. Pero no, tienes que ponerte de mal humor por las cosas que ya hice por ti".

Recogiendo su taza vacía, Arturo se dio la vuelta y se la arrojó a la cabeza de Merlín. Entrecerró los ojos cuando Merlín lo esquivó a pesar de no mirarlo.

Cadentibus Astris [TRADUCCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora