El hechicero más fuerte

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El infinito, una hechicería única que era heredada por los miembros del clan Gojo, la misma consumía cantidades ingentes de energía maldita pero a cambio se otorgaba la habilidad de ser intocable, un vacío infinito que no puede ser atravesado.

El desgaste de la técnica debería ser un balance para equilibrar la situación o eso sería si hablamos de cualquier otro miembro del clan Gojo, Satoru es la excepción a la regla, no solo nació con el infinito sino que también fue bendecido con los 6 ojos, dicha peculiaridad no solo hacia que sus ojos fueran de ese color sino que también producía una eficiencia absurda a la hora de usar sus técnicas malditas.

Alguien tan poderoso cómo él rompía el balance de las cosas y el mundo buscó corregirse, las maldiciones eran cada vez más fuertes y todo para ajustar la balanza que se rompió cuando el albino abrió por primera vez sus ojos....quizás esta era la maldición que representaba eso, fue el pensamiento del albino.

Gojo carecía de uno de sus brazos, una estela carmesí brotaba del mismo, cuando fue la última vez que atravesaron su infinito. Todavía recordaba esa vez contra el mercenario ex miembro del clan Zenin, no...esto era diferente, aquella vez fue tomado por sorpresa y atacado con un arma que ignoraba las técnicas malditas, está maldición fue capaz de traspasar su infinito mientras seguía en todas sus capacidades.
-Hm... te éstas conteniendo y creo saber la razón- diría la maldición carmesí mientras agarraba a uno de los estudiantes de Kioto, el mismo estaba inconsciente, no recordaba su nombre pero Utahime lo regañaría si no lo salvaba -eso no será necesario, porque no correrá peligro- ¿acasó la maldición le leyó la mente?, no podía hacer mucho si lo atacaba corría el riesgo de también dañar a aquel estudiante, con un toque el estudiante desapareció pero podía sentir su energía maldita, se encontraba con Utahime y el resto - ja, si que eres considerado incluso para una maldición- más tranquilo, comenzó a regenerar su brazo con la técnica maldita inversa.

Magnus se sorprendió ante ese despliegue de técnica, había usado un hechizo de mutación para destruirle el brazo, el mismo era enseñado en uno de los múltiples círculos de conocimiento en Prospero pero el los dominaba todos. Otro de estos círculos enseñaba la técnica que uso para ver la mente del peliblanco, si bien por privacidad y respeto él junto a sus hijos pactaron no usarla, esta situación lo ameritaba.

Otra cosa que notó, fue esa hechicería del infinito, una versión mejorada de un escudo psíquico y mucho más útil. Quizás en un tiempo junto con sus conocimientos podría replicarla después de todo era un maestro de lo arcano - debo admitir que eres fuerte, si hubiera sido en otro momento o otro usuario del infinito ya habrías ganado pero ésto termina aquí- cruzó sus dedos lo que le generó intriga a Magnus, se disponía a entrar en su mente y ver un poco más pero debía estar atento a esto.

- "Domain Expansion: Infinite Void"- la realidad se quebraba y deformaba, dando paso a su dominio, todos apreciaron como Gojo usaba su mejor truco, el resto pensó que a lo mejor era un acto de desesperación, era la segunda vez que alguien rompía tan fácilmente sus defensas después de lo ocurrido con el ex miembro del clan Zenin pero en realidad para Gojo era simplemente una muestra de genuina arrogancia, una simple maldición parecía querer superarlo y incluso utilizaba un título como el "rey de los hechiceros", no lo admitiría pero su ego había sido tocado.

- No te parece curioso, todo a tu disposición pe...- se detuvo en seco al ver como la maldición se estaba moviendo en su infinito, lento pero lo hacía - fascinante...una sobrecarga de datos inhumana, un humano normal hubiera muerto con esto- Gojo estaba anonadado, no entendía lo que veía, su expansión de dominio sobrecargaba de información a los afectados y si bien las maldiciones no reciben tanto daño como un humano normal aun así como mínimo deberían estar aturdidas, un dominio simple quizás fue su pensamiento mientras recordaba como se debía hacer pero el no vío a la maldición hacerlo - que interesante así que eso debo hacer- replicó los pasos, uno por uno como los recordaba Gojo y activo el dominio simple, él le había enseñado como defenderse de su mejor habilidad pero aún le quedaba un último recurso
- así que de esa forma te defiendes de estas... "expansiones", suena algo cuanto menos divertido pero por lo que dure mi dominio simple te trataré de explicar lo sucedido- Magnus le sonrío mientras el joven le caía una gota de sudor, era curioso pero Magnus adoraba dar explicaciones para demostrar que sabía más y que era un gran maestro - yo no soy eso que llamas maldición, soy un hombre o mejor dicho un primarca, soy un experimento genético por decirlo en otras palabras y mi padre me creó junto con mis otros 19 hermanos, somos el culmen de la humanidad y nos crearon para ser generales invencibles, una de las cosas que nos dio nuestro padre fue la capacidad de procesar información incluso mejor que cualquier máquina y en mí caso soy el segundo mejor en eso- su hermano más querido era quién lo superaba en eso, en verdad lo extrañaba, el martillo de Olimpia, el lord del hierro pero para el...se trataba de su hermano Perturabo. Solo deseaba que estuviera bien y que pudiera cumplir su sueño, no el de construir el palacio de Terra sino el de crear máquinas para ayudar y no destruir.

El Último Hijo De Prospero (Warhammer Horus Heresy x jujutsu kaisen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora