El Último Hijo De Prospero (Warhammer Horus Heresy x jujutsu kaisen)

El último maestro espadachín

Desesperación, un nuevo sentimiento para alguien como Yuta que hasta ese momento solo había sentido una constante depresión por Rika. Entonces ese sentimiento se intensificó y dotó de una nueva vida al agonizante Yuta, un aura azul recorrió su cuerpo reforzando su cuerpo musculo por musculo, eso permitió que su pecho volviera a la normalidad pero las heridas seguían sin sanar. Panda le estaba comprando tiempo, aguantaba cada ataque del espadachín consumido...pero la diferencia entre un marine y un cadáver maldito era demasiada, incluso para un prodigio como Panda.

-centrado...no dejes que me acerque tanto, la guardia arriba...no pienses mucho y actúa más- diría Sanakht mientras conectaba un golpe tras otro, su cambio a utilizar los puños se debió a la situación de "enseñarles" y por orden de Magnus no podía matarlos, solo dejarlos al borde - he visto xenos...con un mejor desempeño, aun así se que ustedes pueden! levántese...o su amigo no podrá comprarles más tiempo- diría a los tres jóvenes para concluir con un combo de goles, era irreconocible su estilo de pelea, parecía dominar cada arte marcial y las combinaba en un estilo único de combate cuerpo a cuerpo. Él panda solo pudo recibir los golpes, se encontraba sobrecargado por la situación y cada golpe se sentía como si algo en él se rompía.

Un último golpe era todo lo que necesitaba, su puño estaba por conectar cuando se detuvo en seco.
La desgracia del clan Zenin se había levantado, algo en ella había cambiado, se podía sentir como evolucionaba y el responsable de eso era la propia restricción celestial - Cuanta fuerza....esto es lo que me espera?- se preguntaba la peliverde, podía sentir como la restricción le dotaba de las energías necesarias para combatir, sus nervios estimulados al máximo, todo su cuerpo temblaba....no por miedo sino por él sentimiento de mejorar.
La Zenin fue menospreciada por toda su familia, incluso sus padres le rechazaban, ella pertenecía al clan Zenin donde se apreciaba la hechicería por sobretodo lo demás solo aquellos con el don de heredar las técnicas más fuertes tenían el derecho de tener una vida normal en la familia, tener poder, prestigio....por otro lado se encontraba aquellos con poca afinidad a la energía maldita o de por sí no podían usarla, ellos eran marginados por eso pero todavía manteniendo su dignidad realizando otro tipo de trabajos para el clan, eran útiles aún sin ser grandes hechiceros. Ese destino era mejor a que padecer el suyo, "la oveja negra", ella era uno de los pocos restringidos celestiales (seres bendecidos con un aumento en sus alguna de sus capacidades a cambio de perder otras, solamente existen dos tipos: aquellos que nacieron con aptitudes físicas nulas pero a cambio poseían cantidades gigantescas de energía maldita y, por otro lado, aquellos que nacen sin energía maldita compensandoló con un físico cuasi divino) más en específico ella era del tipo que no podía usar energía maldita lo cual para un clan donde lo más importante son las técnicas malditas, Maki era simplemente una decepción, un fracaso...la desgracia de los Zenin.

Sin embargo...eso no lo sentía en estos momentos, no se sentía un fracaso, toda las penas que le hizo pasar su clan no eran nada más que un recuerdo puesto que ahora su restricción le había dado lo que le faltaba...fuerza, Maki solo poseía la desventaja de su restricción...es decir no poder usar energía maldita, más no había activado los beneficios físicos de la restricción celestial, en términos simples hasta antes de este despertar Maki Zenin era físicamente similar a una deportista olímpica por su entrenamiento en la escuela de hechicería y ahora mismo luego del despertar su fuerza, sentidos, agilidad, resistencia, se multiplicaron exponencialmente.

- Incluso mis sentidos de astarte no fueron capaces de verte aparecer...lamento romper tus lentes es tu culpa por traerlos en un combate ¿continuamos?- Sanakht notó aquel cambio en la propia Maki, le permitió experimentar aquello, pudo sentir lo mismo que ella pues la peliverde por el tacto que mantenían tras ella detener su puño permitiendo al hechicero poder ver que le sucedía ya que se había tomado su tiempo en divagar cuando se estaba enfrentando a un astartes, a pesar de su comentario la joven mantenía su mente centrada en aquellos pensamientos  - ¿ éstas bien?....- preguntó en un último intento de retomar el combate, cosa que funcionó cuando le vío parpadear solo para después comenzar a sonreír y proporcionarle un potente puñetazo al marine haciéndolo retroceder, le tomó con la guardia baja pero se encontraba más preocupado por ella, un golpe similar le había dado Panda y terminó con toda la nudillera junto a parte de sus nudillos quebrados, temiendo esa situación fue que casi perdió el equilibrio percatandose de un hilo carmesí que caía por su nariz.
Fue dañado, tras limpiarse miró a la causante de aquella herida, se encontraba con una sonrisa de oreja a oreja - ¿que si estoy bien?...estoy en mi mejor momento!