11. Mia

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Sebastian Evans

Estaba sentado en la sala de espera del hospital, tratando de procesarlo todo, cuando vi sus ojos los recuerdos de su madre vinieron a mi, sabia que la conocia, era esa chica que cuando desperte no estaba, esa chica a la cual trate de buscar por lo cautivado que dejo, algunos recuerdo son borrosos pero era ella

mi muñeca...

Cuando el apodo salio de mi boca en esa habitacion de hospital un recierdo de mi llamando a alguien asi me lleno, peo en ese recuerdo vi su cara y supe que era estaba bien decirle asi, se sentia bien

Evie...

Es mi hija, una parte de mi, ella es simplemente mia, talvez no tengo derecho a estar enojado con Blair porque no sabia quien era yo en ese tiempo, pero no puedo evitar sentirlo, me perdi todo, su desarrollo en la panza, su nacimiento, su primera palabra, sus primeros pasos...

Me he perdido todo de....mi hija, estoy tan enojado y nose si es conmigo mismo o con Blair, hemos trabajado juntos hace mas de un mes y no me dijo, me lo oculto, eso ecplicaba mucho de su actitud el ultimo mes, ¿era por que le dije que odiaba a los niño?

Joder

Nunca debi decir eso, talvez ella creia que odiaria a Evie, ¿como podria odiar a alguien de mi propia sangre?, habia sido un idiota al salir de la habitacion, pero me sentia aterrado, enojado, decepcionado, sentia mucho en ese momento y no sabia si podria controlarlo

Pero cuando abrio los ojos no me quedo dudas, la edad coincidia, todo coincidia, sera demasiado loco, pero desde que conoci a Evie senti una conexion que no podia explicar y ahora ya lo entiendo, con solo ver sus ojos me di cuenta que era mia, no necesitaba mas

Pero aun asi, sentia una vacio por dentro

No se cuanto tiempo dure en la sala, si no fue hasta que un hombre se sento ami lado que volvi a prestar atencion, era mayor, talvez tendria la edad de mi padre, tenia un apecto cansado y a la vez un destello brillaba en su mirada

—¿tienes familiar enfermo?

Pregunto y asenti

—mi hija

La palabras salieron de mi sin pensarlas, pero eso era ella mi hija, mia, y nadie me alejaria de ella, ya habia perdido demasiado

—¿usted?

Le pregunte al hombre

—mi nieta

Hize una mueca de comprension, era casi igual una hija, una nieta

—es horrible la situacion

Menciono

—la mia tambien

Resople, no sabia que tenia su nieta asi que no podia decir que situacionera peor

—es increible que apenas ayer me entere que tenia una nieta y al mimos tiempo que estaba en el hospital

Hasta nuestras situaciones se parecian en cierto modo, era ironico, vueltas de la vida supongo

—yo me entere hoy que tenia una hija

Sacudi la cabeza, ¿por que le contaba a este hombre, ni siquiera lo conocia?, aunque su rostros se me hacia familiar pero no lograba saber

—¿ya a conocido a su nieta?

Pregunte, sentia un poco de curiosida por este hombre, tenia ya algunas canas en su cabello y su vestimenta no era la mejor, pero aun asi inspiraba confianza y calidez

—no me han dejado pasar pero supongo que mi hija debe estar...

Antes de que pudiera el de hablar otra voz irreconocible se oyo

lazos inquebrantablesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora