Sebastián Evans
9 de agosto del 2015
miro a la niña jugando con la amiga de Blair, había llegado ayer, había llegado justo en el momento que estuve a punto de besar a Blair, no se que pasaba por mi cabeza en ese momento, no debía cruzar esa linea sin embargo verla ahí me provoco una gran tentación que no debería sentir por ella, esto no nos llevaría a nada bueno de continuar así, sim embargo mi deseo por ella aumentaba mas cada día
oía a mi hija reír en cada ocurrencia que la rubia decía, desde que las presentaron ayer se había llevado excelente, mi princesa tenia una fascinación en hacer amigos, parecía siempre feliz y llena de energía, no le habíamos explicado nada sobre su enfermedad todavía y para ser sincero no sabia como abordar un tema asi y Blair tampoco sabia como decírselo
no había podido parar de darle vueltas al asunto de la enfermedad de mi niña, la amaba, amaba a mi hija desde el momento en que supe de su existencia, ella ahora me veía como su amigo por mi propia decisión, quería que me conociera como su amigo, quería ganarme su amor y confianza ante des decirle la verdad, aunque esa misma idea me causara dudas sobre muchas cosas
veo a Blair entrar en la habitación, había salido a acompañar a su padre a comprar algunas cosas
-¡Mami!
saluda mi pequeña a su madre y ella sonriente se acerca hasta su cama
-hola chiquita -le da un beso en el cachete y se aleja dejando a su amiga y Evie platicando animadamente
se acerca hasta donde estoy sentado y se sienta a un lado de mi, por instinto volteo a verla y gran error, por que ella me esta viendo a mi, así que retiro mi mirada, no he hablado mucho desde ayer, mas exactamente desde que casi la beso, desde entonces solo me ha dado miradas curiosas
-¿Cómo estas?
la miro ante su pregunta
-bien, supongo
enarca una ceja hacia mi
-el doctor dijo que hoy podrían dar de alta a Evie
dice y me alegro internamente por Evie
-eso es fantástico, Blair
ella medio sonríe
-he pensado que talvez puedas volver a darme trabajo-bromea
-¿Cuándo te despedí?
la miro sonriente
-yo renuncie, ¿recuerdas?
recuerdo ese momento cuando discutimos hace días
-pues quedas contratada otra vez
no puedo evitar sonreírle, con ella y Evie sonreía mucho, a pesar del poco tiempo que llevaban en mi vida, con Evie las horas se pasaban rápido y me hacían olvidar la situación, no me había movido de aquí la mayor parte del tiempo, había ido un par de veces a la empresa para firmar algunos papeles, pera mi padre era el que estaba al frente mientras yo estaba aquí, no le había dicho que Evie era mi hija, quería esperar a que saliera del hospital para hacerlo
mi padre había venido un par de veces pero nunca la había despierta, sabia que en el momento que viera sus ojos, lo sabría, asi como yo lo supe en cuanto la vi, esos ojos grises que eran originarios de nuestra descendencia, era un gris único que me rodeo toda mi vida, por eso necesitaba decírselo antes de que el lo descubriese
veo al doctor entrar por la puerta y inmediatamente nos levantamos del sillón al mismo tiempo que la rubia se levanta de la cama de Evie, el doctor se acerca hasta Evie y empieza a tomar su signos vitales de mi pequeña, el doctor asiente hacia ella y se voltea hacia nosotros y nos mira, o mas bien mira a Blair, eso me hace apretar la mandíbula, se comía a Blair con los ojos cada que tenia oportunidad y eso me molestaba y no sabia por que