La Criatura del Valle

Cuando la noche se acerca y sus sombras refrescan la tierra y el lirio abre sus pétalos finos, cual brazos acariciadores, hace que los senderos de la montaña sean como el camino hacia la fragancia, la dulzura y la proximidad misma a lo indecible, pero la oscuridad opaca toda este elixir y dulzura, pues los ojos apenas pueden ver, no existe mirada humana que pueda penetrar la sombra que cubría aquel picacho en una noche oscura, no existe ser que se atreva a desafiar sus altas laderas en noche alguna, pues aún en las hermosas lunas de diciembre, aquel lugar majestuoso y enigmático jamás es visitado por personas vivientes.
Cuentan los moradores cercanos al lugar que nadie se ha aventurado a llegar hasta su cima, es normal escuchar entre las personas mayores que allí habita el mal, hay quien jura haber visto a la bestia, otros más atrevidos aseguran haberse escapado de ella, sea como fuese, lo cierto es que nadie se aventura a subir la cima del ¨Picacho Incandescente¨