valeria debia huir lo mas pronto posible y tratar de pasar desapercibida, decidió hospedarse unos cuantos dias en una humilde casa a las afueras de la ciudad de una de conocida viuda, la cuál vivia junto con su adorable pero rebelde adolecente.
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Los lloriqueos de __ habían terminado, la casa finalmente estaba en silencio, en el mismo silencio en el que siempre había estado.
En lo mas profundo de mi ser podía sentir esa sensacion que no me dejaba tranquila, remordimiento y culpa, algo que no era usual en mi. Yo podria lastimar o matar a cualquier persona sin sentir nada, hacerla sufrir, pero ella no era cualquier persona, ella era una niña, mi niña, la unica persona por la que sabia que podria morir de amor.
La extrañaba, aunque estuviera sólo a metros de mi oficina, aunque solo bastara con ir a su habitación y abrazarla, tenerla en mis brazos y nunca soltarla, decirle cuanto la amaba, que ella era mia completamente. La extrañaba, esa gracia de su niñez retozona, lo suave de su piel, su dulce olor, el brillo de sus ojos cuando la miro, dolorosamente deseable de la cabeza a los pies.
No queria apresurar las cosas, no queria presionarla, no a ella, dejaria que todo fluyera, aunque no sabía cuanto mas podria aguantar.
Ella era mi adorable perdición.
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Por unos segundos dude en sí era buena idea entrar, pero no estaria tranquila si no lo intentaba.
Y ahí estaba __, acostada de lado, en medio de la cama, su cuerpo apenas velado por su uniforme, sus piernas formaban una Z.
Los pequeñas luces palidas de la luna cubiar la habitación, la cual estaba en completa oscuridad.
Me agache un poco frente a la cama, esperando a que despertará, acomode los largos mechones de cabello negro que estaban sobre su rostro, esta vez con amabilidad, claro.
Ahora las dos completamente en paz y silencio, ella no podia verme pero yo si, la veia y simplemente la amaba, era lo único que podia hacer por el resto de mi vida, amarla con locura.
Ella me miro con los ojos entrecerrados mientras los abria, parecia confundida.
-que pasa?- murmuró adormilada, estrujando sus ojos
