The Death Korps de RWBY

Cap X

Antes de que la luz del sol tocara la ventana, Hansel ya estaba levantado; Después de que un Kriegsman ha dormido lo suficiente, tiende a despertarse más temprano que la mayoría de las personas, su rutina generalmente comenzaría con ejercicio y mantenimiento de armas, pero esta vez Hansel solo necesitaba hacer una cosa.

Limpia su maldito uniforme.

Todavía estaba manchado con esa miserable sangre Tau, más tiempo de lo que hubiera querido que fuera, puede que tuviera una máscara de gas puesta, pero cada vez que se quitaba la máscara podía oler claramente la maldita sangre y eso le molestaba. Además, era un mal ejemplo para todos los miembros de la Kriegs tener un mantenimiento inadecuado de su equipo.

No tenía nada que ver con que él se viera bien para Ruby, en absoluto... bueno, tal vez un poco...

No importa la razón, todavía necesitaba un buen fregado; afortunadamente el área de lavandería no estaba muy lejos del dormitorio, así que después de vaciar cuidadosamente sus bolsillos arrojó su abrigo y su uniforme a la lavadora dejándolo con su par extra de ropa interior Imperial y su camiseta negra Imperial. Ambos tenían un diseño dorado de Aquila en el medio.

Pasó treinta minutos mirando a la nada esperando pacientemente la máquina, y- (bueno, está lavando su ropa, no voy a entrar en detalles sobre eso)- con un uniforme limpio, planchado y calentito, Hansel salió del área de lavandería con un poco de Salta en su marcha.

No sólo le limpiaron el uniforme sino también la banderita que usaba como especie de capa; en realidad era un cráneo Kriegan con un casco con alas de metal a los costados, se había ensuciado con toda la sangre y el barro, pero ahora estaba dejando cicatrices terribles en todos los que pasaban junto a él en los pasillos, pero nuevamente con su nuevo reputación en el campus no hizo falta mucho para que otros estudiantes huyeran de su vista.

Era raro escuchar que alguien con un aura fuera golpeado por alguien que no había desbloqueado el suyo; Sin embargo, se hizo a larga distancia y con una probabilidad de cien. Sin embargo, vencer a un campeón de Mistreal y a otros cuatro estudiantes fue una comprensión aterradora de que el aura solo podía hacer mucho antes de que una habilidad y tecnología superiores la derrotaran hasta someterla.

Una guerra aquí sería absolutamente devastadora.

Hansel recogió información de que la última guerra contra Remnant se libró hace décadas, lo que le parecía imposible de comprender. La guerra era tan común como la naturaleza. ¿Cómo no habrá guerra después de todo este tiempo? Obviamente, la razón es que no se han encontrado con los Poderes Ruinosos ni con ninguna otra raza xeno.

No creía en que este planeta defendiera a los Tiránidos, diablos, a todos los demás les costaba bastante hacerlo y no era ninguna vergüenza admitirlo. Sería interesante ver a los Necrones y los Tiránidos luchar entre sí y luego atacar y matar a quien quede.

Eso sería divertido.

Pero ahora no era momento de divertirse, le quedaban treinta minutos para regresar a la habitación antes de que suene el despertador. No querría preocupar a Ruby... y al equipo, sí, no quería preocupar al equipo.

Hansel abrió la puerta con sigilo practicado para no despertar prematuramente a sus compañeros de cuarto. Miró los números del reloj y casi sonrió: "Trece minutos de sobra". No fue un tiempo récord, pero sí mejor de lo que había anticipado originalmente.

Con sólo un poco de tiempo para sí mismo, sacó su novela y comenzó donde la dejó. Varias páginas después, la alarma sonó como una sirena, haciendo que las cuatro chicas saltaran de sus camas en el aire por un segundo solo para gemir colectivamente de irritación porque su sueño fue interrumpido.