8.𝑭𝒖𝒄𝒌 𝒎𝒆 𝒂𝒈𝒂𝒊𝒏,𝒑𝒍𝒆𝒂𝒔𝒆

298 16 0
                                    

Brian reposó su cabeza en el hombro de Kevin, con los ojos cerrados, esperando que el éxtasis del momento se extingue por completo.

El problema fue que, cuando logró estabilizar su respiración, fue que entró en razón: ¡Se había follado a su propio amigo! y no a cualquier amigo, sino al amigo que le gustaba.

Luis estaría muy decepcionado de él si se enteraba.. eso no iba a ser nada bueno, mierda.

No se supone que debía dejarse llevar por las provocaciones de Kevin y desatar su lado salvaje con ellas. Sabía que, en el fondo (Y quizás no tan profundo), Kevkn deseaba una cosa como aquella. Y quizás, había hecho bien en cumplir su fantasía (De ambos, de hecho), pero eso no quería decir que el hecho de que haya perdido el control, de modo que ni siquiera lo llevó a la cama, le demostraba que no se encontraba del todo "curado".

Mierda.

Parpadeó un par de veces para enfocar su visión, encontrándose con la bellísima imagen de Kevin medio dormido, mirándole con una lánguida sonrisa de autosuficiencia. Joder, quería hacerlo de nuevo.

Pero no. No estaba bien. Debía convencer a su cuerpo de que estaba satisfecho con sólo una vez. Solo una, solo una, solo una...

- Brian. - Susurró Kevin. Brian le miró con la vergüenza a flor de piel. No era su intención dejarse llevar de ese modo, de hecho, lo tenía rotundamente prohibido.

- Quiero hacerlo otra vez...

Los ojos de Brian se abrieron tan grandes, que temió dejar de ser Uruguayo.

- No. - Demandó, completamente firme. Kevin enfureció.

- ¡¿Por qué?! - Exclamó, moviéndose en protesta, lo que ocasionó que la hombría de Brian se deslizase en su interior, haciendo gemir a ambos.

- N-no sabes... lo que estás pidiendo.. - Balbuceó Brian, con la intención de salir cuanto antes de ese caliente culo. Pero Kevin no quiere ceder.

- E-estoy c-completamente consciente d-de lo que te pido, Brian... - Susurra Kevin, meciendo letárgicamente sus caderas.

Brian se retorció, cerrando los ojos y dejándose llevar por un momento. Kevin amó la forma en la que la polla del menor endurecía nuevamente en su interior, haciéndolo sentir lleno. De repente, se percató de un no tan importante detalle que lo dejó inquieto.

- ¿Dónde están tus lentes? Brian abre los ojos de forma dificultosa, intentando procesar la pregunta para así intentar responderla.

- L-los he dejado en el auto. - Responde, tomando en cuenta por primera vez desde que llegó a su casa, que los había dejado allí dentro. Kevin mueve sus brazos atados y los pone frente al rostro de Brian, con una súplica silenciosa en la mirada. - No te voy a desatar.

Kevin hace un puchero.

-¿Por qué no? - Inquiere, a punto de hacer una pataleta. Brian frunce el ceño.

- Me gusta tener el control y tú eres muy inquieto.. - Le hace saber Rodriguez, empujando dentro de él, robándole un gemido profundo de la garganta. Brian sonríe y suelta un suspiro. - En especial cuando estás ebrio.

- Mmh, Brian es un controlador. - Murmura Kevin, lamiéndose los labios. - Me gusta.

- Mierda, deja de provocarme. - Gruñe el menor, embistiendo nuevamente.

- Oh, Brian... más duro... - Suplica el mayor, completamente indiferente a las palabras del menor. Brian suelta un bufido cuando se da cuenta que está siendo cruelmente ignorado y se limita a cumplir la petición de Kevin.

𝐅𝐚𝐥𝐨𝐟𝐢𝐥𝐢𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora