Tierra [Saga Lapis Omnia #1] ✓

Capítulo 36

Alma.

Hace un par de horas que me desperté del golpe que me dieron mis hermanos. No sé por cuánto tiempo estuve inconsciente, lo único que puedo hacer es deducir cuánto tiempo ha pasado.

Por como siento el agua, estamos en nuestro territorio, demasiado lejos de la isla y relativamente cerca de Tierra; aunque claro, estamos dejando atrás la parte central de la tribu Agua. Sí mis sospechas son ciertas, han pasado al menos unas cinco horas desde que me raptaron.

¿Por qué sigo viva? Supongo que porque tienen una muerte especial para mí.

A veces me gustaría poder justificar a mis hermanos, pero mientras observo a Lander, Safiro y Qatar, no puedo evitar pensar que la responsable no soy yo, yo no tengo la culpa de lo que ellos pasaron. Yo pasé por lo mismo dos veces y nadie me salvó, ni mi madre ni nadie. Nadie me quiso salvar de las violaciones de mi padre en ese mes y de mucho menos de sus extensas torturas. Sobreviví y logré dejar ese pasado atrás, pero ellos no pudieron y me culpan por eso. Me culpan porque yo salvé a Alan en su momento tomando su lugar, pero no podría haberlo hecho más veces, no iba a poder resistir eso de nuevo.

En estos momentos sospecho que me llevan al lugar en el que nuestro padre duraba un mes entero con nosotros mientras hacía su dichosa prueba. El foso de magma.

Aquel lugar que fue testigo de mi sangre fluir en el agua, aquel lugar en el que mi padre me violó incontables veces para volverme más fuerte, en donde me torturaba todo el tiempo para que si en algún momento me volvieran a hacer lo mismo, pudiera resistir. Aquel lugar en el que le hicieron lo mismo a mis hermanos.

Safiro me lleva amarrada mientras que Lander guía hacia el lugar, Qatar se mantiene detrás por si intento escapar. Sé que si intento hablar va a ser peor, así que dejo mi boca callada. Es lo mejor para mí mientras pienso en alguna forma de escapar.

Poco a poco la fosa se hace visible ante mis ojos, sigue siendo tan terrorífica como lo era antes. Me estremezco al verla, no me gusta estar en este lugar, trae demasiados malos recuerdos y momentos, aquellos que intento borrar de mi cabeza.

—¿A la heredera no le gusta la vista? Es una pena. –Escucho la burla de Safiro.

Me quedo callada. No entiendo cómo es que a ellos no les afecta nada de este lugar, estuvieron aquí muchas veces, ¿Cómo no les afecta?

Entramos a la fosa en un nado rápido, haciendo que mis nervios sean más fuertes y grandes que yo.

«Alma.»

Un susurro entra en mi sistema auditivo confundiéndome, no es una voz que conozca.

«Alma.»

Confundida, miro hacia los lados esperando encontrar al dueño de la voz, pero solo tengo a mis hermanos a los lados y el mar.

¿Será que ya me estoy volviendo loca?

«No, no te estás volviendo loca.»

Sí, me volví loca definitivamente.

«Ignoraré eso. Alma, ¿Por qué no escapas?»

Vale, no es normal esto, pero ¿Cuándo mi vida ha sido normal?

No escapo porque ellos no me dan posibilidades.

«¿Por qué no intentarlo?»

Porque me matarán si lo intento.

«¿No te matarán de todos modos?»

Es algo bastante acertado.

¿Quién eres?

«Soy la persona que los ha ayudado siempre y cuando puedo.»

Y lo recuerdo, entra a mi mente los recuerdos de cada vez en la que ayudaba a Addy, cuando se nos apareció antes de que Sam nos atacara.

Qué lejos se siente eso.

¿Qué tengo que hacer para escapar?

«A eso quería llegar, solo debes usar tu magia.»

¿Qué clase de idea es esa? Mis hermanos tienen el mismo poder que yo, me matarán si intento algo.

«Ellos no tienen la magia que posee una heredera, tu lo sabes. »

Observo a mis hermanos, no quiero lastimarlos. Sé cuáles son esas partes de mi magia que ellos no tienen.

Algo que tienen todas las tribus es categoría de poder. Los líderes y herederos están en lo más alto, después les siguen sus hermanos, familiares cercanos, las cortes; y así sucesivamente. La magia de Agua se ha intentado resguardar de hasta nuestros aliados, nadie puede saber hasta dónde llegan las dimensiones del poder de los de Agua, nadie puede saber la razón de porqué ahora la tribu Agua es buena y amable. No podrían mirarnos de la misma forma si supieran todos nuestros secretos y nuestro pasado.

Sí, como heredera tengo una magia única y especial, una magia que no me permito usar mucho, solo en momentos específicos. Es magia muy poderosa capaz de matar a alguien, y no quiero hacerle eso a mis hermanos. A pesar de que ellos me han lastimado incontables veces, yo jamás podría matarlos o hacerles daño porque los amo a pesar de todo lo que me han hecho.

«Alma, no seas estúpida. Eres tú o ellos, y a ti es a la que necesito. Si no lo haces tú, lo haré yo. ¿Quieres seguir dependiendo de otros? »

No, no quiero seguir dependiendo de mis amigos y mis padres para que me salven. Tal vez si hago algo mínimo el daño me de tiempo de escapar sin que ellos sufran un gran daño.

Estamos llegando al lugar, si voy a hacer algo debo hacerlo en este momento.

Volteo mi cabeza y miro a Qatar, debo ser rápida. Siento el agua dentro de él, la gran parte de las personas es agua y sin ella pueden desmayarse. Empiezo a sacar el agua del cuerpo de Qatar, sé que estamos dentro del mar y que constantemente le está entrando nuevas partes del agua, pero esta es salada, nosotros no somos inmunes a la deshidratación. Paro en cuanto noto a Qatar más lento y más pálido.

Miro ahora a Safiro y empiezo a hacer lo mismo que con Qatar, poco a poco ya dejo de ser jalada por él. Queda Lander.

Safiro y Qatar siguen conmigo, pero están desorientados por la deshidratación que causa la sal del mar y dado que no tienen aquí las algas especiales que comemos, van a tardar en recuperarse.

Miro a Lander y empiezo a hacer lo mismo con él, pero se da cuenta.

—¿Creíste que podrías conmigo? –Su risa me causa escalofríos –. Eso está por verse.

De pronto siento como intenta sacarme el agua del sistema, pero doy pelea.

No voy a dejar que Lander me gane, no voy a dejar que me vuelva a hacer daño.

«No temas en usar esa parte de tu magia a la que temes. Él no merece tu misericordia.»