Capitulo 4

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Pasaron los días y sentía como el trabajo me tenía demasiado cansado pero eso no me impedía tener un rato de descanso y a la vez pensar en mi primavera, mi amada, mi esposa, mi todo. Me siento y me recuesto mientras veía como se hacía de tarde, ya esperaba que se haga de noche para poder regresar a casa.
Llegue a casa y todo estaba en orden, mi esposa, como siempre pasaba en su habitación y no salía, a veces me preguntó porque ella no sale cuando yo estoy pero que más da. Me dirijo a mi despacho y me quedo ahí toda la noche.

-Lo siento - dice primavera con voz entrecortada- Yo nunca te ame Elliott.

-Pero yo sí- digo firmemente.

-Jamás te ame, nunca lo hice, y nunca lo haré, ni aquí y ni otro universo habrá lugar en mi corazón para tu amor, así que toma una decisión. Te vas tu o me voy - me lo dice con una voz seria e indiferente.

-Solamente dime el porque, el porque nunca me amaste y te dejare ir.

-Fue el porque es....

Hasta ahí se termina el sueño y me despierto muy asustado y con sudor en mi frente. Esa pesadilla siempre me ha seguido desde que tengo memoria, esa pesadilla me atormenta cada noche. Todos los días pienso si realmente soy el indicado para ella pero tampoco la quiero perder...Ella es mi todo mi luz, pero tengo miedo, miedo que me abandone por otro o que esa pesadilla se haga realidad, ¡No! no quiero que eso pase, quiero que ella se mantenga a mi lado.... Agarro mi celular y comienzo a ver qué hay para poder distraerme un rato hasta que me doy cuenta que son las 2:00 AM y que dentro de unas horas me tengo que ir a trabajar, la verdad no quiero ir trabajar más bien quiero pasar junto con primavera, estar acostado a lado de ella, abrazarla y hacer muchas cosas juntos.

A la mañana o hora siguiente

Antes de hacer cualquier cosa siempre me dirigió hacia la habitación de primavera ya que me gusta verla dormida. Entre a su habitación como de costumbre y me acerque a su cama pero escucho como ella está sudando, jadeando y a la vez escucho como le hace difícil de respirar. No hay que ser un médico para entender que primavera está enferma. Después de unos minutos regreso con un termómetro, agua tibia y un pañuelo. Remojo el pañuelo en el agua tibia y pongo el termómetro en su boca, unos minutos después del que el termómetro sonará, lo quitó de su boca y miro cuánto tiene de temperatura. Lo sabía, su temperatura es demasiado alta aunque eso significa que hoy no iré a trabajar y dejaré que Dimitri se haga cargo de la empresa en eso observó como primavera se despierta lentamente y algo en mi como ternura, protección se prende hacia mi mujer.

-Como te sientes? -pregunto

-Que haces aquí? En mi habitación -ignora mi pregunta

-Vine a verte porque una empleada...-menti- me avisó que estabas estabas enfermas

-Ya te puedes ir

-No, no lo haré.

-Ya me encuentro mejor - que mentirosilla- así que te pido que salgas.

Negué con la cabeza

Ella se comenzó a enfurecer

-No me iré hasta que estés completamente curada.

-Pero yo no te lo pedí.

Me acerqué un poco más a ella y la mire fijamente en los ojos.

-Escuchame bien. No es lo que tú me pidas, es mi deber como esposo cuidarte cuando estés enferma.

-Pe...

La interrumpo

-Nada de peros -me levantó de la silla y me alejo de ella- Tienes que descansar, y hoy no iré a trabajar para poder cuidarte así que descansa.

Ella solamente me mira

-Gracias -dice como un susurro

-De nada, esposa mía. -le digo con una leve sonrisa antes de salir de su habitación y dejarla sola.

Que imbécil que fuí con ella pero tenía que hacerlo si quería que nuestro matrimonio funcione y que me pueda acercar más a ella.

𝕻𝖗𝖎𝖒𝖆𝖛𝖊𝖗𝖆- 𝕷𝖆 𝕰𝖘𝖕𝖔𝖘𝖆 𝕯𝖊 𝖀𝖓 𝕮𝖊𝖔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora