¿Dormir?
Si, tengo que dormir.
Pero no puedo dejar de pensar en lo que me espera.
Son las 2:47 de la mañana, tengo frío, mucho frio. Me siento mal, pero ya no es solamente físico, es... todo. Todo. No quiero saber nada...
Por fin me estoy empezando a dormir, el sueño me superó de una vez por todas. Supera a todo. A mí madre, a sus gritos, a sus golpes, a sus ocurrencias y estupideces. A mí padre decepcionado de mí, por qué no cumplo con mí palabra de no irme de aquí, me fallo a mí misma, a mis lágrimas que gritan cansancio y desesperación. Supera a Nathaniel con sus amigas que dan asco. Supera a Sophia... a mi cabeza.
Pero nadie escucha. Nadie vé. Nadie entiende. ¡Nadie!
Estoy oficialmente sola, sin absolutamente nadie a mí lado literalmente, en la habitación más desolada de esta mierda. En la camilla de mí enemigo, el hospital, en el mismo que mí padre estuvo... ¿Estaré en su habitación? no me puedo acordar. Pero si ni siquiera sé en qué habitación estoy, ¿Soy tonta?
Tengo que dormir...
...
¡Auch! ¿Que mierda?
- Perdón pero si no despiertas por las buenas te tengo que despertar yo, y no precisamente a las muy buenas.- ¿Me pellizco el brazo? pero, ¡Dejen de tocar justo ahí, cómo si no doliera con estás mierdas de cortadas!-
- Mmm, ¿Justamente tienes que tocar ahí? pregunto, ¿No?- Le digo después de que se me quedara viendo mientras prácticamente termino de despertarme. Una voz más ronca no pude tener cuando dije eso... Me acomodo sentándome sobre la camilla, subiendo las rodillas para estár más cómoda.
- Lo siento... no me dí cuenta de eso.- se nota.- ¿Te habló la enfermera de mí? Voy a ser tu psicóloga durante estos días. Tus conocidos y familiares me estuvieron hablando de tu situación.- ¡Perfecto! Ahora me tengo que aguantar ésto. Pienso mientras me habla. Me lo dice con una paz interna increíble e impresionante. Se vé bien que tiene mucha paciencia para trabajar de eso. Pero ahora que aguante haberme despertado, cómo si me gustara.
- No, no me habló de ti, y ¿Quien te estuvo hablando de mí? Supongo que mis amigos, ¿no?- le digo mientras tanto le pongo mí mejor cara de asco, que hizo que me tuviera que aguantar varias peleas. Está sentada a mí lado derecho, tiene unos lentes con marco negro, como su pelo, que está atado en una coleta media alta. Vestida con una bata blanca, y una documentación en el lado del corazón, Amy July, que nombre de mierda que le tocó.
- No, no. Me habló de ti tu madre, ¿Ashley se llama? Es una mujer de unos 40, con el pelo pelirrojo y con rulos, ¿no es así? - Me dice, con una paciencia que pone nerviosa, y con una pequeña sonrisa que no me agrada, y no sé si será por el simple echo de que estoy en un hospital o tengo a una aspirante a loquero al frente mío.
- Exacto, es ella. Ashley Matthews.- le digo mientras la miro a los ojos- es alta, delgada, tetas grandes, ojos marrones, una puta... - la describo para mí, casi susurrando. Y la tonta se pone incómoda por lo que acabo de decir.
- Emm, bueno, si. Vine aquí para explicarte de lo que van a tratar las sesiones, yo te voy a hacer unas preguntas y tú me las vas a responder, no estás obligada a responder si es que no quieres, queremos que estés bien, ¿Okey?- Me dice con otra sonrisita. Tengo ganas de mandarla a la mierda...
- Si, está bien - suspiro y me cruzo de brazos, actuando cómo si no me importara, con una cara de muerto inimaginable, no me quisiera ver en un espejo. La miro y le pregunté.- ¿Y qué preguntas vas a hacerme? ¿Aspirante a loquero?
- Ya vas a ir viendo, no te preocupes. ¿Empezamos con las preguntas?
- Está bien. Pregunta.- Se va cansando y me encanta. Cómo quiero que se vaya la intento hacer enfadar para ver si de una vez termina la sesión.
- ¿Cómo te llevas con tu madre o con tu familia? si se puede saber. - aprieta el gatillo y me cae la bala al corazón. espero que no me lo haya preguntado a posta.
- ¿Tengo que responder?¿te importa?-le digo en un tono digno de mí madre. Le doy a entender que no voy a responder a esa pregunta, por qué tengo razón yo, ¿Qué mierda le importa?.
- Si no quieres responder está bien, no te enfades por favor.- Me dice con su cara de estúpida. Obvio no te pienso responder
- No, pero yo te hice una pregunta. Te la repito, ¿Te importa? dime... ¿¡Te importa!?- le grito mientras me acerco un poco a ella, y ella se asusta, cómo si la fuera a echar o golpear. Pero... no estaría mal.
- Ehm, no, no, es una pregunta por el diagnóstico. No.. no te lo tomes perso...
- Fuera. Largo. Terminó la sesión...- le digo mientras me vuelvo a acomodar en la camilla. Aunque no creo que me haga caso
- Pero señorita estoy aquí por...
- ¡FUERA!- le señalo la puerta para recordarle que está en mí habitación- ¡vete!- se levanta de la silla en la que se había sentado, se da la vuelta y se dirige hacia la puerta de un vez. En cuanto abre la puerta sale sin ni siquiera mirar. Se esfumó en cuestión de segundos.
¿¡Cuando voy a salir de aquí!?. Me harté.
Se me hicieron los días interminables estando ahí adentro, aunque bueno, prácticamente sigo estando adentro, porque estoy en la sala de espera, sentada en un sillón, con un niño en frente que no para de verme. Se va a quedar visco si sigue viendo mis pelos precisamente no limpios, como mí cara. Está con su madre, eso creo. Tiene al rededor de unos 7-8 años. Pero por suerte ya tengo mí ropa conmigo, en mí cuerpo.
Pasa demasiado lento el tiempo aquí.
Fue una semana horrible, la pasé horrible. La peor en un hospital. Que si tengo algún transtorno mental y si me trato, físico, bulimia, que por qué me corto, que si estoy bien... que pregunta estúpida, ¡Obvio que no estoy bien! ¿no sé nota? Aparte de todos los agujeros que me dejaron en los dos brazos, sacándome cómo dándome sangre.¿Cómo puedo compensar el intentar matarme y asustar a Sophia y a Mateo de esa forma? Quizás...
- ¿Renn y Ashley Matthews? Llama la recepcionista. Salgo de mí trance de pensar por un momento y luego veo a mí madre, que estaba al lado mío, mirar a la recepcionista.
- Aquí estamos.- primero levanta la mano derecha para avisar que estamos aquí y luego levanta su culo para dirigirse hacia el lugar de recepción. Se escucha algo cómo..
'¿Cuántos años tiene la jovencita?'...
'Tiene unos 14 años.'
'Okey, ahora te voy a dar unos folletos en lod que explican los cuidados que necesita, cómo ir al psicólogo semanalmente... que necesita ésto... y aquello.'
Mí mamá los agarra y la enfermera supongo que le dice que ya me dieron el alta de una vez, por qué instantáneamente me hace una señal para alcanzarla y irnos. Me sorprendió que me mirara a la cara.
Vamos saliendo de mí infierno, aunque me espera uno peor... estoy segura. Vamos por el pasillos de tan poca longitud con cuadros y sillas, y en 10 pasos ya nos encontramos afuera, en la luz del sol. Ya soy libre...- Sube al auto. - me dice con una seriedad y un enojo abrumador. No me va a gustar...
Camino hasta el auto bordó cómo el pintalabios de mí madre, que el auto, también es de ella. Un Corolla, Toyota, 2005. Abro la puerta y me agacho para poder colocar mí trasero en esa pocilga. Me siento y sierro la puerta. Y entra la diosa. Saca la cajetilla de cigarrillos, saca uno y se lo pone en la boca mientras lo va prendiendo. Que no me haga nada... por favor...
- Ya vas a ver por qué tu padre tenía tantos raspones... cuando lleguemos a la casa.
Me va a matar. Pero literalmente.
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𝑷𝒂𝒕é𝒕𝒊𝒄𝒂
Non-Fiction"Me siento estúpida, sola y completamente patética, ¿Por qué me dejaste sola, justo ahora, cuándo más te necesito?¿Por qué? no quería que te vayas... ¿Qué hago sin ti? nada. Tu eras el único que estaba aquí... ¿Por qué te fuiste?" ...