Un último beso

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Freddy Trucazo/Armando Grúas

Dolía verlo darse la vuelta cada vez que se cruzaban, evitándolo de forma tan obvia, y por más obvio que fuera, no podía hacer mucho más que apretar los puños y tensar la mandíbula mientras recordaba los grandes amigos que fueron alguna vez...además que en un punto pudieron ser algo más, sin embargo, los roces de labios e intimidades se vieron interrumpidas por los problemas. Aquel enfrentamiento de la CIA contra The Union, donde tuvieron que verse las caras en bandos diferentes, allí acabó todo.

Armando lo esperó, inocente, creyendo que en cuatro putos años tendría al menos una visita, un mensaje, una llamada, ¡Cualquier cosa! Pero nada, solo obtuvo días solitarios, tarareos propios de canciones para llenar el silencio; tardó un año en ganarse la salida al patio por buen comportamiento —estaba calificado de peligroso, con su archivo fijado por el CNI—, solo allí dejó de ahogarse en su soledad y al fin empezó a pensarlo menos, o a hacerse creer que lo olvidaba. Formó contactos nuevos a costa de los antiguos, y aún deseaba que Trucazo desapareciera por completo de sus pensamientos. No faltaban las noches silenciosas, con todas las luces de la prisión apagadas que se sumaban a un insomnio. Se permitió ser débil en la soledad de las noches, entre la oscuridad, llorando no de pena pasado el año, sino de rabia.

Esa rabia se acumuló por cuatro años de días eternos. Y a penas lo volvía a ver, patéticamente aceptaba un abrazo de viejos amigos y se olvidaba de la rabia, inspirando con disimulo el aroma tan familiar.

Llegó pronto el problema de una deuda, aparecieron las llamadas perdidas, y volvió el nudo de rabia encasquillado en su tráquea. Cuando le respondía ni siquiera parecía tomarse el tiempo de hablar, estaba ocupado, decía —Armando creía que mentía—. Cualquier cosa que pudiera calificarse como cariño se oscureció en su alma de una vez al darse cuenta que nunca llegaría una reconciliación como la que deseó el primer año en prisión, cuando aún esperaba una visita.

Fue de noche cuando decidió que le jodería a como diera lugar, estaba harto, harto de ser el único de los dos que parecía haberse preocupado por el otro alguna vez. Recordaba vagamente como Freddy lo había ocultado a duras penas mientras Armando se debatía la inconsciencia. Se tocó la frente, también recordaba el beso que le había dado allí, pero no le bastó, ¿acaso no podía ayudarlo un poco más? ¿Reducir los cargos? ¿llevarlo al hospital? ¿Nada? Era casi un beso traicionero de despedida.

Ahora Armando se consideraba tan inocente por haber creído que era todo mutuo, le causaba asco su propio enamoramiento de antaño. Debió haberse dado cuenta que solo jugaba con él, otra de sus tantas jugarretas para beneficio propio. Ese hombre no se preocupaba por nadie que no fuera él mismo, fue un error creer lo contrario. Encima en la última llamada le había dicho ¿tóxico? "eres como una mujer", esas palabras dolieron más de la cuenta, pareció volver a estar a la deriva como cuando era joven. Parecía que en realidad su viejo amigo no recordaba nada, le habían borrado la memoria de los encuentros más que amistosos, de los besos fugaces y las tardes bebiendo solos.

Parado en medio de comisaría, viendo como le daba la espalda para volver de donde vino, despejó la última duda que tenía sobre lo planeado. Porque sí, por más rabia que ostentara, no era un niño jugando con armas, era el cerebro pensante de su antigua mafia y uno de los cabecillas de la actual. Tenía un plan, miles en realidad, la cárcel dejaba mucho tiempo libre para pensar, para pulir ideas, limpiar caminos y cambiar la pena de enamoramiento por sed de venganza; pues tras elaborar una serie de escenarios ficticios en que se encontraban y todo estaba bien, tuvo horas y horas para maquinar qué haría si Freddy resultaba un insulso traicionero que jamás había tenido más que el sentido de conveniencia.

Esa misma tarde hizo un par de llamadas y concretó una reunión. Algo corto y conciso. La banda estuvo de acuerdo con realizar el trabajo y Anibal preguntó, recibiendo un simple "debo zanjar asuntos del pasado para que no nos persigan, usaré solo un poco de dinero. Tranquilo, se perfectamente como reponerlo".

One-shots [SpainRP/LondonEye/MarbellaVice]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora