La Prometida

Capitulo 8 Destino y Traición

- Aquí Yosei sama, solo hace falta elegir los zapatos para que este listo.
- Estos estan bien - la sirvienta asintió con una reverencia para dirigirse a la puerta encontrando del otro lado al noble de cabellos pelirrojos y ojos azules apunto de llamar - Shiki ¿Qué ocurre?
- Es Ichijou san, parece que la alumna transferida lo tiene ocupado tanto que ahora debe estar afuera con el turno diurno.
- Pobre ni san, gracias por decirme Shiki ahora ire a ver que puedo hacer.
- Deberías hablar con él presidente Kuran, él si te escucha a ti.
- Lo tendre en cuenta Shiki - Yosei salio de los dormitorios en plena luz del dia para buscar a Maria, las miradas y los murmullos no se hicieron esperar en cuanto el alumnado diurno la noto.
- No puede ser, Ichijou Yosei san también vino, hoy es un dia bastante bueno por que hemos visto a cuatro miembros de la clase nocturna - comento una de las tantas alumnas captando la atención de la noble.
- Además de ni san y Maria chan él único capaz de venir asi es Hanabusa, solo espero que no haya venido a pelear con Kiryuu - Yosei siguió buscando por todo el lugar cuidando siempre de no hacer contacto visual con nadie o se volviera un caos y se lanzarán sobre ella, al final termino por encontrar a Maria sentada al borde de un balcón tranquilamente como si la estuviera esperando - Maria chan ¿Por qué te escapaste?
- Es Yosei san, jejeje... me atrapaste tu ganas el juego por eso te dare un premio - la vampiresa floto cual pluma hasta ella para besar su mejilla sacándole una sonrisa a la Ichijou menor.
- Eres muy linda Maria chan, pero estuvo mal escaparse y además ni san debe estar preocupado buscándote también, porfavor evita hacer estas cosas en el futuro, si hay algo que necesites también puedes acudir a mi.
- Discúlpame pero solo quería conocer la cafetería de la escuela y ver como es de dia, en la case nocturna no me siento muy comoda por que parece que no les agrado a excepción de ti y él vicepresidente.
- Comprendo la situación María chan, supongo que esta bien pero la próxima vez que quieras salir avísame para que te acompañe, ahora regresemos y busquemos a ni san.
- No, aun no quiero regresar, todavía quiero jugar un poco mas.
- No podemos hacer eso Maria chan, además sabés que está prohibido estar aquí mientras el turno diurno esta activo a menos que él director o él presidente Kaname lo autorice.
- Entonces no volveré a menos que Yosei me prometa visitarme para jugar mas tarde, pero no debes decirle a nadie o no nos dejaran jugar tranquilas - Yosei lo medito por unos instantes por la curiosa petición, pero de igual manera termino aceptando ya que después de todo Kurenai María no era la única exentrica en la clase nocturna.

Los petalos de cerezo danzando como copos de nieve junto a esos cabellos blancos, sus ojos tristes se iluminaron al verla, extendiendo su mano la invito a ir con ella.

- Estas despierta Yosei - la menor de los Ichijou sintió agradables las caricias proporcionadas por la menor aun teniendo su cabeza sobre sus piernas, pero confundida de no saber como fue que termino asi se incorporo admirando el antiguo dormitorio de la case nocturna.
- Maria chan ¿Qué sucedió? - cuestiono desorientada sosteniendo su cabeza en un intento de recuperar completamente sus sentidos.
- Te quedaste dormida, sabes realmente eres adorable cuando duermes ¿dime tuviste un buen sueño?
- Flores de cerezo, soñé con flores de cerezo, eran muy bellas.
- Pero a pesar de eso Yosei prefiere los lirios ¿no es asi?
- ¿Cómo lo sabes?
- El vicepresidente me lo dijo, pero los lirios siempre han sido de mis favoritos, asi como tu, sabes estoy muy contenta de que seamos amigas.
- Yo también - Yosei le obsequio una sonrisa sincera antes de ponerse de pie - lo siento Maria chan, pero debo volver ya antes de que Kaname se de cuenta - Yosei estaba por salir, pero las palabras de Maria la detuvieron un segundo.
- No confíes en él Yosei, los sangre pura son realmente temibles cuando muestran su verdadero rostro en especial aquellos que pertenecen esa familia - Yosei giro para observala, pero Maria ya no estaba ahí y personalmente se sentía agotada por ese extraño sueño.