En Smiling Critter, Dash era simplemente un adorable zorrito, jugando y creando música que alegraba el día junto con los demás animalitos. Pero en sus sueños, todo era diferente. El reconfortante aroma de lavanda roja de Catnap siempre estaba presente, pero también traía consigo terribles pesadillas. Sin embargo, sabías que algo estaba mal. Una sensación inquietante te envolvía
Cuando Dash se despertaba, sentía que sus sueños significaban mucho más de lo que creía. A pesar de la inquietud que le dejaba la pesadilla, decidió continuar con su rutina diaria. Para ella, eso significaba jugar y crear canciones
Algunos se habian quejado de que el adorable peluche de Catnap daba pesadillas, de seguro era eso, pero no eran pesadillas normales sino es que se sentia como una niña, una niña humana lo cual era imposible ya que era un simple peluche, sabia disimular cuando tenia pesadillas porque se guardaba para ella misma, no dejaba de que nadie se diera cuenta de esto.
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Todos estaban durmiendo cuando Dash cerró los ojos y se sumió en un sueño, pero la misma pesadilla la seguía persiguiendo. Se encontraba en lo que parecía ser un laboratorio o algo similar. No podía moverse ni hacer nada; se sentía atrapada en su propia ment. Aunque intentaba convencerse de que solo era un sueño y nada de esto era real, el miedo que la envolvía era demasiado real.
Solo escuchaba voces de algunos cientificos susurrando "¿Crees que esto funcionará?" otro diciendo "No lo sé, pero no podemos arriesgarnos a detenernos ahora." Dash se despertó con una sensación de aturdimiento, como si estuviera bajo los efectos de una droga potente, o incluso peor. Su mente estaba nublada, y el mundo a su alrededor parecía distorsionado y extraño. Intentó moverse, pero sus extremidades se sentían pesadas y no respondían como deberían. Una ola de pánico la invadió mientras luchaba por entender lo que estaba sucediendo. ¿Qué habían hecho con ella? ¿Dónde estaba?
"Está despertando", murmuró uno, su voz apenas un susurro tenso. Otro asintió con una expresión preocupada, mientras recordaba que ella había sido elegida. Antes, estaba en una linda guardería, esperando ser "adoptada", pero ahora nada era así. Con un fuerte dolor de cabeza, Dash se encontraba confundida y sin saber qué hacer.
"Yo sé cómo calmarla..." dijo una científica, tomando un peluche de Catnap... ¿espera qué? ¿Catnap?
Dash se despertó de golpe y, al mirar hacia atrás, vio a Catnap detrás de ella. "¡Woah! ¡Catnap, no me asustes así!" murmuró en un susurro, mientras el peluche solo inclinaba la cabeza. "¿Por qué no estas dormida?" preguntó Catnap con una voz un poco calmada. "Yo... solo tuve un mal sueño y-" Dash fue interrumpida por Catnap. "Se supone que mi lavanda roja debería hacerte dormir y tener sueños agradables, no desagradables..." Dash rió nerviosamente. "Uhm, bueno, me voy a dormir..." dijo un poco incomoda mientras Catnap la seguía mirando. Nerviosa, se acomodó en la cama con sus patitas temblorosas y cerró los ojos.
A la mañana siguiente, todo transcurrió como de costumbre. Dash salió de la casa con la intención de tocar un par de canciones, pero se unió a Crafty Corn para hacer manualidades y pintar. "Nono, las jirafas no son de color anaranjado, Dash. Toma, utiliza el amarillo," dijo Crafty Corn amablemente. Dash asintió; aunque lo de pintar no era algo que ella realiza, hacía lo mejor que podía.
Después de terminar con Crafty Corn, Dash se alejó despidiendose y se quedó pensativa mirando los árboles, hasta que una voz la sacó de sus pensamientos. "Hey, ¿estás pensando en algo?" Dash miró hacia la voz que le hablaba, era Dogday. Sonrió y asintió. "Sí... solo estoy pensando en... componer una nueva canción," dijo rápidamente, tratando de ocultar cualquier preocupación que pudiera sentir. "¡Oh, guau! ¿Puedo ayudarte con eso?" exclamó Dogday. Dash asintió y dijo: "¡Está bien!"
Lo que Dash no sabía es que Catnap estaba mirándola fijamente desde el fondo.
"¿Se estará dando cuenta?" pensó Catnap para sí mismo, un poco frustrado.
