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— 📍Husk/Husker.
— 📍Gustos.
–Cartas. –Beber alcohol. –Espectáculos de magia. –Fumar. –Juegos de azar.
—📍 Sexualidad.
–Pansexual.
— 📍Edad.
–36 años (En la historia).
— 📍OCUPACIÓN
–Overlord (anteriormente). – Bartender del Hazbin Hotel.
—📍 Personalidad.
Husk generalmente está de mal humor y puede llegar a ser algo vulgar en ciertos momentos. También es brusco y alcohólico, aunque le encantan los juegos de azar. Sin embargo, Husk es muy fácil de persuadir, ya que todo lo que necesitó Alastor para convencerlo de trabajar en el Hazbin Hotel fue darle un poco de alcohol barato y un guiño. Además de eso se nota que tiene algo de empatía y amor propio, puesto que hizo ver a Angel Dust que está bien perdonarse a si mismo y no optar por conductas autodestructivas.
— 📍 Narración.
Ser un overlod te fascinaba, a pesar de las múltiples ofertas de redención que te habían hecho. A pesar de ser una de las más temidas, y de tenerlo todo, sentías un vacío que se apoderaba de ti durante las noches. Tus hazañas eran sencillas: torturar. Tu parte favorita era cuando suplicaban por sus vidas. En todo el Pentagrama, te conocían como una overlod sádica y dominante. Tu especialidad era buscar a seres inferiores a ti para luego engañarlos. Todos los días eran lo mismo, pero, como mencioné, a veces la soledad se apoderaba de ti.
En estas ocasiones, siempre terminabas en un bar diferente, buscando saciar tus deseos más bajos. En esta ocasión, te dirigiste al bar del hotel de la redención. A pesar de que detestabas este lugar, habías escuchado que ahí hacen las mejores bebidas alcohólicas, lo suficientemente fuertes como para olvidar todo lo que te molestaba. Así que, después de una tarde aburrida y carente de interés, llegaste al bar que habías planeado visitar. A pesar de ser un lugar donde se buscaba lo mejor de los demonios, poseía un encanto demoníaco que te fascinó a primera vista.
X: ¿Disculpa? ¿Buscas la redención? –La amable recepcionista te miró con una sonrisa amistosa.–
La observaste con una sonrisa burlona, le miraste de pies a cabeza. Acomodaste tú cabello sin antes haberte visto al espejo para responder las preguntas.
Y/N: En realidad no, de hecho vengo a ver a quien me tiro esta noche y a embriagarme en este bar. – Tan directa como siempre no le quitaste la mirada a la chica insinuando la propuesta; aunque claro, no era de tú tipo, sino, solo la querías incomodar.–
