— CAPITULO SORPRESA PORQUE YA SOMOS 1000 ALMAS PERVERSAS. >3
—Trabajabas en el burdel de valentino, recién comenzaste a trabajar, no conocías bien a los trabajadores en “venta” por lo que comenzaste solo sirviendo bebidas, aprendiendo de la mercadotecnia, incluso eras como una especie de sirvienta para las estrellas de club, a pesar de que te trataban constantemente de abusar, eras salvada por la campana, la hora de trabajar, te solías esconder a ojos de los clientes deseosos que pisaban por el bar por lo que te hacías pasar por hombre aun siendo así la gente trataba con otras intenciones de estar contigo, era muy urgente que no llamaras la atención, necesitabas ese trabajo, solo te mantenías ahí por las pocas cosas que te ofrecían, las cuales eran suficientes para ti. Para ti los días consistían en; trabajar dormir comer y al día siguiente hacer lo mismo, siquiera tenías vida a fuera de esas paredes, incluso desprendían un insoportable aroma a drogas, no era de tu agrado sinceramente, pero repito, tampoco tenías muchas opciones. Era un día como cualquier otro, para ti no tenía relevancia alguna; ya era tarde, estaba por cerrar, te habían encargado limpiar todo el bar para ti era una inmensa carga por lo que no lo pensaste mucho e Iniciaste. No veías por donde pasabas, asegurabas que estabas sola así que tomaste toda la confianza de decir todas tus quejas.
Y/N: Maldito valentino, cree que tengo todo su tiempo, que se joda. –Hacías muecas ante las quejas, continuabas limpiando de rodillas el suelo con una esponja, continuaste y te topaste unos zapatos negros, los cuales ensuciaste con espuma por tú descuidó. Te alarmaste, la última vez que causante problema valentino te amenazó con echarte, aparte de que los trabajadores si no hacías lo que pedían amenazaron con inculparte para provocar eso.- ¡Disculpa, ahora lo arreglo! - Miraste hacia arriba, a decir verdad en la posición donde ambos se encontraban era penosa, permanecías de rodillas y aquel semblante estaba sentado mirándote, algunas de sus lágrimas provenientes de él caían en tus mejillas.–
Angel Dust: No…no, discúlpame a mí, se supone que debería estar en mi camerino. – El afeminado dibujo una sonrisa, aunque a decir verdad se veía muy triste a pesar de que sonaba tranquilo, las lágrimas que provenían de él eran recientes por lo que inmediatamente te levantaste, para estar a su altura, estaba tan decaído que incluso fumaba.-
Y/N: ¿Está todo bien? No te veo feliz. – Miraste ambos lados buscando respuestas con la mirada, te acercaste para brindarle compañía y apoyo colocando una de tus manos en su hombro, sentiste pena por él.-
Angel Dust: Sí, es solo que mi grandioso trabajo a veces me cansaba... nada de que preocuparse, ¿Cómo te llamas? Estás apoyando a un completo desconocido, cualquiera podría hacerte daño con la confianza que tomas…–Aquellos ojos irritados te miraron, pero un así aparentaba estar tranquilos, como si quisiera cambiar el tema.-
Y/N: Oh bueno... soy Y/N, no hace mucho llegué, tampoco te había visto, supongo que es porque siempre estoy en mi mundo. –Sonreíste dulcemente, notaste algunos detalles ya al verlo mejor, era esponjoso, blanco, a decir verdad se veía muy abrazarle, con detalles rosas.- ¿Y tú?
Angel Dust: Me sorprende que no conozcas a la estrella porno Ángel Dust. –Hizo una pose provocativa, pero a decir verdad se encontraba en las últimas, así que solo rompió en llanto después de haber hecho esa presentación.- Tu nombre es muy bonito a pesar de que se escuche afeminado, ya somos dos.
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- 📍𝑾𝒆𝒍𝒄𝒐𝒎𝒆 𝒕𝒐 𝑝𝑒𝑛𝑡𝑎𝑔𝑟𝑎𝑚, 𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬.📍
Tiểu Thuyết Chung- Lo que tú quieras, con quien quieras, después de todo "el infierno es eterno, te guste o no". ¿Quieres probar?