- 𝑴𝒊 𝒔𝒐𝒍𝒅𝒂𝒅𝒐 𝒇𝒂𝒗𝒐𝒓𝒊𝒕𝒐 🌟

2.8K 132 27
                                    

Era tu primer día como exorcista, para tu suerte antes de ir directo al grano te ofrecían una inducción la cual aceptaste, luego te citaron a cierta hora en una de las salas de aquel majestuoso paraíso, caminabas desconfiada, pues tu aspecto era algo singular, casi todos los exorcistas tenían formas humanas, pero tú eras excepcional en la forma por la que te destacabas peleando cuerpo a cuerpo. Habías escuchado que Adam estaba al mando de todo esto, tenías malas referencias acerca de él debido a que su trabajo lo divulgaba con todo orgullo, sinceramente admirabas la pasión que tenía sobre sus ocupaciones. Sabías lo narcisista que es, por eso mismo te guardabas los comentarios. Llegaste a la sala indicada, viste a la mano derecha de Adam, Lute, tenía en sus manos mi papeleo e historia. Fue así que giro la mirada hacia la puerta justamente dónde yo entré, era una chica hermosa, ruda, imponente.

Lute: Que bueno que llegas, inmediatamente debo prepararte. Bajaremos al infierno.  -Giro nuevamente la mirada hacia tu papelero que recientemente fue entregado.-

Y/N: Claro, será un placer servir a esta causa. -Hiciste una reverencia ante ella. No tardaste casi nada en tomar aquella arma de tú acomodó, sí, fue un arco el que tomaste, Lute no dejo de reír ante tu opción como arma.-

Lute: ¿Es enserió? Te matarían al instante. – Asumió canturreando, una sonrisa burlesca inundó su rostro.-

— Te hizo dudar de tu capacidad, no resistías la presión añade eso con las burlas de tu superior. Tragaste saliva, arrancaste a sudar, pretendías salirte de ahí lo antes posible, tus piernas ya no te hacían caso por lo que temblaban delatando así la ansiedad que te estaba causando.

Lute: ¿Y así quieres ser exorcista? Lárgate no tienes madera para est....– Antes de que terminará la frase una voz desde el balcón la interrumpió, debido a la claridad no le viste bien.-

X: Lute, qué fastidiosa, siquiera la dejaste decir su nombre ni mucho menos mostrarte lo que tiene. – La voz era masculina, se escuchaba molesta a decir verdad supongo que era por lo anterior.-

Lute: Ahg, está bien, por favor ponte cómoda y enséñanos..– Aquellos ojos se veían disgustados, decidió subir al balcón para observarte mejor junto con aquella persona que aún no tenías el gusto de conocer.–

— Pasaron minutos después de que tu ataque de pánico pasará, inhalaste profundamente, cargaste tu arco delicadamente sin antes haber tomado una manzana en símbolo de aquel fruto prohibido, en este caso los demonios, lanzarla y por supuesto clavarle la flecha en el centro. Cayó aquella manzana al suelo con todo y flecha. Pudiste ver la reacción de Lute que fue para tu satisfacción la habrías dejado con la boca abierta. Fue así que disparaste flechazos hacia algunos muñecos de prueba directamente en la frente, aquellas pruebas se movían por todo el salón por lo que tús alas fueron de utilidad. Aún seguía aquella persona desconocida viéndote, parecía que estaba interesante aquella inducción, una vez finalizado aquel acto, Lute y la persona desconocida bajo, si era el puto Adam que te estaba viendo, tus nervios regresaron siquiera podías pensar en nada más que su opinión, pues te sentías segura de ti misma. Te importaba mucho ser parte de su clan.

Adam: Lute, ¿por qué no tenemos a esta Ángel en nuestro ejército de exorcistas? Exijo qué la registres. – Te miró de pies a cabeza, examinaba incluso cada curva que poseías, parecías gustarle debido a tu singular aspecto.- Bienvenida, te espero en la misión siguiente.

— Fue así que desde aquel momento te hiciste mano derecha de Adam, no solo eras eso sino que solapabas cada cosa que él hacía, teniendo así secretos en común que solo ustedes sabían. A decir verdad desarrollaste cierto cariño hacia él, más que nada porque en todo se entendían incluso en el campo de batalla. Peleabas y volabas al mismo tiempo por lo que él peleaba en tierra, parecían como si estuviesen bailando a la hora de exterminar. Eso los hacía la "pareja" perfecta, compartían tanto tiempo juntos que los días se pasaban volando, incluso se besaron, te lo creíste todo. Duró poco tiempo hasta que una nueva integrante se unió a los exorcistas, sí, sentías celos, pues aquel lazo entre Adam y la nueva se desarrolló muy rápido, al punto de ser su protegida, te había dejado a un lado al parecer ya no le interesabas. Poco a poco tu lugar regreso como el inicio, solo un soldado más. A decir verdad tenías tantas ocupaciones que no te dolía tanta su ausencia, a Adam no parecía importarle, poco después descubriste que así era con todas, después de todo a él lo engañaron más de una vez, era de esperarse que cambiará completamente, nunca dejó de ser narcisista y arrogante, pero eso lo hacía jodidamente sexy. ¿Pecar? Te mataba la curiosidad de hacerlo, incluso si no era con Adam. Pasaron semanas, no dirigían palabras no fue así hasta que llegó terriblemente herido, te pidieron atenderlo por lo que fue necesario hablarle.

- 📍𝑾𝒆𝒍𝒄𝒐𝒎𝒆 𝒕𝒐 𝑝𝑒𝑛𝑡𝑎𝑔𝑟𝑎𝑚, 𝐨𝐧𝐞 𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬.📍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora