"-En mi vida vi algo más lindo que tus ojos, Olivia-"
Una historia en la que la hermana del famoso actor Enzo Vogrincic, se enamora del mejor amigo de su hermano.
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Desgraciadamente hoy desperté. Los rayos del sol iluminaban fuertemente mi cara haciendo que mis líneas de expresiones se marcaran más al fruncir mi rostro.
Hoy era el anteúltimo día que tenían libres los chicos ya pasado mañana comenzaban con el rodaje acá, en Montevideo. Gracias a esto me acordé que hoy llegaban tres chicos nuevos, así que me levanté rápidamente de la cama y me fui a bañar.
Hoy hacía mucho más calor de lo normal así que solo prendí el agua fría y me di una ducha rápida. Cuando salí envolví una toalla sobre mi cabeza y otra en mi cuerpo, me lave los dientes y me hice mi rutina de skincare.
Algo que odiaba era cambiarme en el baño, y más con este calor, así que salí y fui hacia mi armario. Revise entre mis prendas y lo único que me gustó para usar con este clima, fue mi remera azul que tenía sellado un "Italia 1967" y un short de jean suelto, en mis pies lo de siempre, mis fieles adidas samba.
Cepille mi cabello y dejé que se seque al natural para luego comenzar a maquillarme. Comencé con un poco de corrector bajo mis ojeras, blush sobre mis mejillas y un poco en mi nariz, un poco de bronzer en polvo para lucir más bronceada junto con mi contorno y mi parte favorita, las pestañas. Estas eran arqueadas naturalmente y por suerte eran bastante largas, de todas maneras yo quería que lo fueran más así que me puse un poco de mi rímel "Sky High" para que se alarguen y una vez que estaba un poco seco, me puse uno que compré en un chino para que quedaran lo suficientemente firmes; peine mis cejas y me puse un poco de mi nivea cherry black.
Hoy en sentía más linda de lo normal, no sé si era porque mi maquillaje resaltaba más mis pecas o simplemente me levanté con más autoestima.
Me puse un poco de perfume y crema en mis manos y bajé rápidamente en las escaleras, ahí se encontraban los chicos junto con los tres nuevos. Miento si digo que no eran lindos, uno de ellos era rubio con un hermosa sonrisa, el otro era un morocho que me hacía recordar mucho a Dean de Gilmore girls y el último que también era un morocho un poco más alto y con un poco de barba.
Me acerqué lentamente a saludarlos ignorando totalmente la mirada de Matías hacia mi.
—Uy acá estás, miren les presento a mi hermanita— habla Enzo atrayéndome hacia él con su brazo en mi hombro.
— Simón, un placer—
—Olivia, el placer es mío— digo aceptando su mano.
—Yo soy Agus, Agustín— habla el otro morocho estrechándome la mano a lo que la aceptó sonriendo.
