Introducción
Trece Deseos, es mi segunda novela, y la escribí a los veintiún años. En esa época todavía estaba aprendiendo, y se nota bastante mi inexperiencia en la narración. La mayoría de los capítulos los escribí de manera improvisada y dejándome llevar. Actualmente he evolucionado y mejorado en mi manera de escribir, no obstante, aunque el texto haya sido retocado y revisado, he decidido mantener la esencia del estilo. Para que veías la manera que tenía de narrar. A pesar de eso, he decido darle otra oportunidad. Ya que puede que no sea una obra perfecta, pero me divertí tanto al escribirla que por eso quiero compartirla, ojala que os divierta y entretenga. Según vaya revisando los capítulos, iré subiéndolos aproximadamente cada semana o dos. Espero que disfrutéis de las aventuras y locuras de Eva.
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PRÓLOGO: EL ÁNGEL DE LOS DESEOS
Ángel de los deseos
-¡Hola! Me llamo Evangélica, y soy un ángel de los deseos. Bueno, en realidad es mi primer día de ángel de los deseos -saludé a la primera persona que encontré, que era una niña pequeña-. Estoy muy nerviosa. Mi deber consiste en hacer feliz a la gente. Cuando haya ayudado a alguien a sentirse bien,subiré de rango, y me convertiré en un ángel, quiero decir, que me ascenderán de categoría. Tengo muchos poderes, pero eso no basta para ser un ángel. Mi misión de hoy será buscar a alguien y convertirme en su guardiana. ¿Quieres que haga realidad tus deseos?
-¡Ah! ¡Mamá! Esta chica rara me da miedo... -gritó la niña asustada, y fue junto a su madre.
Yo me fui escopeteada antes de que su madre me descubriera. No me acostumbraba a tener tratos con los humanos. ¿Porqué tenían que ser tan complicados y asustadizos?
Aquella tarde decidí dar una vuelta por esta curiosa ciudad, para ver si encontraba a algún desgraciado, quería decir a alguien a quien hacer feliz. Me encontré con muchos carteles por las calles que decían que hoy era el día de San Valentín, que día más bonito. Para mí era un día muy especial, no solo porque era el día de los enamorados, sino porque era mi primer San Valentín. Aunque en aquel momento no me hubiera importado encontrar al amor de mi vida,me conformaba con encontrar a mi protegido.
Las calles estaban mojadas porque había llovido por la mañana. El ambiente de la ciudad parecía algo melancólico, y me sentí algo intimidada por los inmensos rascacielos. Caminando llegué hasta un parque donde habían un montón de niños jugando, mientras sus madres se sentaban juntas para hablar. Casi todos los bancos estaban ocupados. Que rabia me dio, yo que quería sentarme debido a que me dolían un montón los pies. Al haber adoptado una apariencia humana, también sentía las cosas como los humanos.
-¡Que suerte! Hay un banco libre -pensé en voz alta, y fui corriendo a sentarme en él, empujando a los dos niños pequeños que estaban sentados en él.
Examiné a la gente del parque por si encontraba a alguien a quien poder ayudar. Los críos eran felices jugando, me parecieron tiernos, aunque los que estaban en el banco comenzaron a llorar. Algunas de las madres parecían agobiadas pero nada grave.Que difícil era encontrar a alguien realmente desgraciado. Pero entonces pasó un chico pelirrojo por el parque, parecía triste por algo. Decidí utilizar mis poderes para leer sus pensamientos.
«Está decidido, me marchare lejos, ya que no valgo nada ...». Eso fue lo que pensó el muchacho, yo me escandalicé. El tono de sus pensamientos desprendía demasiada negatividad.
-¡¡Es horrible!! -grité en voz alta, y me percaté que todos los críos, pararon de jugar, y me miraban sorprendidos, y también sus madres me miraron mal. Por suerte el chico estaba demasiado lejos para oírme-. ¡Uy! Que horror. Llego tarde a la cita con ...-intenté disimular, y dije lo primero que se me ocurrió-, a la cita con la fotocopiadora.
Chico pelirrojo
Miraba tristemente a los críos jugar sin ninguna preocupación. En aquel momento los envidiaba tanto, aunque en el fondo sabía que algún día crecerían y se encontrarían de cara con el peor lado dela vida. La vida no vale nada, por eso tengo que acabar con todos mis problemas cuanto antes. Había metido la pata hasta el fondo enamorándome de alguien que no me correspondía. Ojala pudiera desaparecer hasta un lugar dónde nadie me conociera y me aceptaran tal y como era.
Sentía como las lagrimas se desbordaban por mis ojos y se me formaba un nudo en la garganta.
-¿Por qué tengo que pasar por este sufrimiento? -murmuré confuso.
Ángel de los deseos
Me largué del parque, y seguí a aquel chico. Parecía enfrascado en sus pensamientos, y estaba llorando. Yo me preguntaba por qué estaba tan afligido, y hacia donde querría dirigirse exactamente. No tardé en averiguarlo, iba directo hacia un puente. Cuando lo vi pensé que iba a intentar ponerse al otro lado de la barandilla. ¡Oh no! ¿No tendría la intención de tirarse? Era hora de que entrara en acción.Ya que en el puente solo estábamos nosotros dos.
Chico pelirrojo
Miraba como el trafico fluía a través del asfalto. Solo bastaría con que me dejase caer y mi sufrimiento acabaría, todos mis problemas desparecerían. ¿Qué estaba haciendo? ¿De verdad merecía la pena quitarme la vida por eso? En aquel momento me sentí demasiado confuso, si me quitaba la vida también haría mucho a daño a las personas que me apreciaban, pero yo no era feliz con mi existencia. Tenía que haber otra opción, no iba a hacer una locura tan drástica.
-¡Espera no lo hagas! -me gritó una chica rubia de ojos azules.¿Quién era aquella extraña? Parecía preocupada como si supiera que estaba preocupado.
-¡Déjame en paz! -me sentí incomodo.
-Chico que no conozco. Por favor no te tires del puente, la vida puede ser dura, pero siempre hay que seguir luchando, porque también hay cosas buenas en la vida.
En aquel instante mis pensamientos se colapsaron ya no entendía nada, solo podía llorar, llorar como un niño indefenso.
Ángel de los deseos
Vi como el chico lloraba desesperadamente, no parecía que me fuese a escuchar. Tendría que usar mis poderes, y mostrarle mi verdadera naturaleza. Leí sus pensamientos para averiguar su nombre, y usé mi magia para iluminar mi cuerpo para que pareciese místico y misterioso.
-Roger. La vida te da otra oportunidad. Soy un ángel venido de los confines del cielo, y estoy ante ti para hacer todos tus deseos realidad.-Yo misma me quedé impactada por mi frase improvisada. Si es que cuando me lo proponía era toda una genio.
Roger me miró asustado. Sin querer tropezó con la barandilla, y cayó de espaldas por el puente. Abrí mis ojos como platos, y grité asustada.
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Trece Deseos
FantasyEva es un ángel de los deseos, y su misión es hacer feliz a uno de sus protegidos, es la única manera ascender de rango angelical. Por eso al conocer a Roger y sentir su tristeza, decide hacerse su guardiana y cumplir todos sus deseos. Pero su carác...