Ayer (Eva)
La brisa del mar acariciaba mi cara, sentí ese agradable olor a sal. No sabía como había llegado a esta playa. La arena tenía un resplandor especial, casi mágico. Lo último que recordaba era que me desvanecí frente a Roger, y después estaba aquí. Era obvio que no era un playa normal. ¿Sería esto lo que llaman el cielo?
—Lilith —oí que una dulce y familiar voz me llamaba.
Me giré, y la vi a ella. Sus largos cabellos rubios bailaban con la brisa del mar. Sus ojos azules me miraban llenos de vida. En su cara había pintada una enorme sonrisa. Llevaba un ligero vestido blanco. Era tan guapa como el recuerdo que había tenido de ella, salvo que ahora no era un recuerdo sino real.
—Angélica. —Fui corriendo a abrazarla, lloré de la emoción—. ¿Cómo he llegado hasta aquí?
—Te he traído yo. Cumpliste tu misión. Hiciste feliz a alguien, y a mi también —sonrío satisfecha.
—¿Te refieres a Roger? —pregunté curiosa.
—Sí. He venido a recompensarte. Ahora yo soy un ángel, gracias a ti cumplí mi sueño. También convertí a Sytry en dragón para que te ayudara —me explicó con su tierna voz.
—¡¡Que gay, digo guay!! ¡¡Eres un verdadero ángel!! Gracias por dejar que Sytry me diera otra vez su apoyo —Estaba muy contenta por ella. Cuando murió sabía que los ángeles se la habían llevado.
—Bueno te doy a dar a elegir entre dos deseos. Puedes convertirte en un ángel o cumplir el deseo que le pediste a la estrella fugaz —dijo sin perder su intensa sonrisa.
—Eso es muy difícil. Siempre he querido ser un ángel, y si lo consigo podré estar siempre contigo. Pero el otro deseo también es importante para mí. Puede que me arrepienta pero elijo el deseo que pedí a la estrella fugaz —No tuve ningún tipo de dudas.
—Tranquila yo siempre estaré a tu lado seas un ángel o no. Respeto tu decisión.
Ambas nos fundimos en un cálido abrazo, como la había echado en falta. Aunque ahora sabía que no iba a estar siempre con ella, ella siempre estaría en mi corazón.
Hoy (Roger)
No podía creer que todo hubiese terminado. Después de que nos fuéramos de la guarida de Totrian, me llevaron al crucero. Gracias a Dios todos nuestros amigos estaban sanos, y salvos. Pero nadie la recordaba. Lo único bueno es que todos seguíamos siendo amigos, incluso Bruce y Gaby. Aunque nadie se acordara de ella. Disfruté del resto del viaje como pude, porque se que ella lo abría querido así. Visitamos un montón de ciudades del mediterráneo fue muy emocionante ver lugares nuevos. El viaje se me pasó de prisa, y en menos de que me diera cuenta ya estaba en casa. Sentí mi hogar vacío sin ella porque la echaba en falta. Me di cuenta que en el fondo ella había sido para mí más que una simple amiga. Me di cuenta de que estaba muy unido a Eva. Ella era como una hermana, una hermana a la que reñía todo el rato por sus travesuras. Cuando me acordaba de sus tonterías no podía evitar añorarla y sentirme triste. Pero una parte de mí se había hecho más fuerte gracias a su ayuda. Por eso nunca la olvidaría.
Mañana (Lily)
Estaba completamente eufórica. Me planté delante de casa de Roger. Dispuesta a tocar el timbre. Respiré hondo, y lo hice. El abrió la puerta como esperaba.
—Perdón puedo ayudarla en algo. —Con mi nuevo aspecto no me reconoció. Bueno ahora llevaba el pelo castaño, y mis ojos eran marrones. Era como una combinación de Lilith y Eva.
—Discúlpeme. Me llamo Lily, y quería agradecerte que te hayas comportado de una manera gay digo guay conmigo. —Lo hice aposta para ver si me reconocía.
Su cara cambio cuando dije gay.
—Eres... eres ... —tartamudeó, su cara cambió del desconcierto al asombro.
—Sí, soy yo —le di un fuerte abrazo—. Cómo ves ahora tengo un nuevo look. Pero este es de forma definitiva.
—Pasa, explícame todo lo que ha ocurrido —dijo alegremente.
Nos sentamos en el sofá del salón. Roofy en cuanto me vio empezó a saltar como loco de alegría. Me alegro mucho poder volver a verle.
—Cuando me desvanecí en el coliseo, me encontré con Angélica. Ella se había convertido en ángel. Me dio a elegir entre el deseo de ser un ángel, y el deseo que le pedí a la estrella fugaz en el crucero. Y pedí el de la estrella fugaz —le expliqué, mientras él escuchaba con atención.
—¿Se puede saber que pediste? —Parecía que Roger sentía curiosidad.
—Pedí estar con las personas a las que quería para siempre. Por eso ahora soy humana, y mi nuevo nombre es Lily, y también será mi nombre definitivo. —Estaba harta de haber cambiado tanto de nombre—. Vivo con Veuliah ella se encarga de mí, y me ayudara a aprender a comportarme como una humana. Pero no hay día en no recordemos a Achaiah, sin él esto nunca hubiera sido posible.
—Eso es fantástico. Podremos vernos todos los días. Ojala Achaiah estuviera con nosotros. —Su sonrisa expresaba sentimientos agridulces.
—También tengo ganas de ver a los demás. Sé que no me recuerdan pero seguro que me vuelvo a ser amigo de ellos con facilidad —Estaba ansiosa por volver a ver a los demás y por volver a ser su amiga.
—Aprovechando que estás aquí quiero decirte algo que tenía que haber dicho mucho antes —puso mis manos entre las suyas.
—Dime —le observé con atención.
—Verás. Antes no entendía mis sentimientos pero desde el momento en que te perdí ante mis ojos me di cuenta de que te quería mucho más que a un amiga. Te quiero —liberó sus sentimientos, y yo me sentí abrumada.
La declaración de Roger me pilló por sorpresa.
—¿Pero no eras guay? Pensaba que te gustaban las chicas. —Me puse bastante nerviosa, y puede que mis mejillas estuvieran coloradas.
—Tal vez me haya explicado mal —se rió, pero a mí no me pareció tan gracioso—. Te quiero como a una hermana. Tú me has hecho ver las cosas de otro modo. Me has enseñado a tu manera que es importante valorarse a uno mismo. Gracias, Lily. Gracias por haberme hecho crecer como persona y a aceptarme a mi mismo.
Me pareció tierno que pensara eso.
Nos acercamos el uno al otro, y nos dimos un fuerte abrazo. Sabía que nuestra amistad sería para siempre, y que me esperaba una nueva vida con las personas que quiero.
Gracias por haber leído está historia si te ha gustado y quieres descubrir el pasado de Angélica y de Lilith en Amazon encontrás Trece + Doce deseos. Un libro que reúne una versión revisada de Trece deseos y su precuela inédita. Un abrazo!
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Trece Deseos
FantasíaEva es un ángel de los deseos, y su misión es hacer feliz a uno de sus protegidos, es la única manera ascender de rango angelical. Por eso al conocer a Roger y sentir su tristeza, decide hacerse su guardiana y cumplir todos sus deseos. Pero su carác...