Leia una chica común y corriente, humana de gran corazón y nobleza, que la vida le dio un destino despiadado, pues a su edad de 6 años quedó huérfana, desde esa edad vivió con sus tíos quienes maltrataban y humillaban constantemente.
Aldric un espír...
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Era el momento de decirle a Leia a lo que realmente había ido cuando me ausente, no sabía como hacer pase todo el día pensado, como decirle y más lo que hice con aquel mortal, no sabía como reaccionaría, pero era momento de decirle.
— Cielo !? — entre a la habitación, estaba acostada en la cama, con una hermosa bata blanca y un libro en sus manos, ella me miro y me sonrío — vine decirte algo mi cielo — me acerque a ella y me senté justo a su lado — que lees !?.
— Un libro sobre ustedes — cerro el libro y me miro sonriendo.
— Mi cielo los días que me ausente fueron — ella frunció el ceño.
— Porque fuiste a buscar una hada para hacerla tu consorte — fruncí el ceño, que tipo de pregunta es esa.
— Que tipo de pregunta es esa y porque me la haces !?— la mire.
— Bueno en algunos libros habla de que todos los reyes de este mundo han tenido varias consortes como obligación por la ley — respondió.
— No es por obligación Leia es porque quieren hacerlo y para asegurar su trono con algún heredero, en caso de que el primogénito de sangre real no sea capaz de llevar la corona — respondí serio.
— Y tu no necesitas asegurar tu trono, conmigo no tienes ni un heredero — me miro seria, rodé los ojos.
— Ya tengo todo contigo, no necesito asegurar un trono, necesito y quiero asegurar un futuro y una vida contigo, hacerte feliz y que cada día en tu vida sean los mejores — me acerque a ella para besarla, cuando sentí un jalón en mi brazo, y termine con parte de mi cuerpo sobre ella y mi cabeza en entre su pecho y su cuello — voy a lastimarte — intente levantarme y ella se negó.
— Dormiste sobre mi largas horas y ahora te preocupa solo un momento — reí por su comentario.
— Leia de verdad debo hablar contigo — ella me soltó.
— Está bien — me incorpore.
— Mañana necesito estés lista, debo mostrarte algo que fui a traer para ti — hable serio.
— Una sorpresa!? — pregunto con una sonrisa.
— Algo así me reina, ahora debo ir a la montaña — bese su frente y ella sonrío — Nada de esperarme despierta — camine a la puerta.
— Lo pensaré.
Llegue a la montaña vi al animal de Baltazar algo que me sorprendió, tome mi energía y baje a investigar para encontrarme con él parado enfrente de las tumbas de sus padres.
— Que haces aquí !? — pregunte.
— Tenía mucho que no venía — respondió — necesitaba verlos — miro el suelo — apuesto que cuando muera y vea a mi madre lo primero que hará será darme un sape por abandonarlos tanto tiempo — sonrió.
— o tal vez te de un enorme abrazo y te diga cuanto te extraño — el suspiro.
— No los extrañas!? — pregunto, y sonreí.
— Más que nada.
— Recuerdo que la última vez que hable con ella me dijo que pasará lo que pasará jamás olvidará ser feliz y seguir adelante siempre — hablo despacio — me arrepiento de no haberme despedido ese día — su voz salió en un suspiro junto a una lágrima.
Me quede callado, no sabía que decir en ese momento eran tiempos muy oscuros lleno de guerra, nadie pudo despedir a sus seres queridos como debía, solo podía acompañarlo en su pena.
— Me alegra saber que a pesar de los días oscuros por fin llego paz — volvió a hablar — y que ahora la única familia me queda eres tú y mi gente , gracias por todo lo que hiciste por el reino.
— No solo fui yo — respondí — fuiste tú y fuimos todos juntos, quienes logramos enfrente esos días.
— Pero fuiste tu quien siempre estuvo al frente de todo, quien nos daba fortaleza y nunca nos abandono, fuiste tu el que nos contagió de esa esperanza de seguir — mire el cielo.
En mi mente pasaron todos aquellos recuerdos, cuando atacaron mi renio, cuando todo se perdió, cuando atacaron el bosque, cuando murieron mis padres, cuando murió la familia real de Arwan, aun no podía superar que solo por salvar una vida miles se perdieron, muchas noches y días pensé en atacar esa gente, pero sabía que es solo sería traer más desgracia y ya no podía soportarlo, solo esperaba y estaba alerta a cualquier ataque, ahora solo cuidaba y protegía con todo lo que podía el bosque azul, y ahora también a Leia, ahora que ella llego más que nada deseo un futuro a su lado.
— Porque no has pensando en hacer una familia !? — pregunte.
— No he encontrado a la indicada — suspiro.
— Has roto muchos corazones — hable subiendo a Angus.
— Igual que tu y a ningún desposaste hasta que llego Leia, yo igual espero el momento correcto — sonrió.
— Oh el noble guerrero espera fielmente a su amada — bromee.
— Claro soy alguien de lealtad — rio despacio.
— De eso no hay duda — y tomamos camino de vuelta al castillo.
Hasta ahora Baltazar era otro más de los más leales que he tenido a mi lado, y con los que he formado una amistad inigualable, ambos tenemos el mismo objetivo mantener el bosque a salvo y al pueblo, mantener la paz, con él sacamos adelante el reino y logramos ganar la última guerra que dio fin aquel infierno en el que se hundió Lorillis.
El fue quién corrió el rumor que yo era el nuevo rey, al principio me molesto pero después lo acepte, pero jamás olvide que mi verdadero destino era ser general, le había ofrecido el puesto de general, pero lo rechazo rotundamente, así que solo acepto ser un comandante y ayudar mientras encontraba un nuevo general para ellos.
