♠︎ Leia ♠︎
— Majestad he traído este ramo de rosas para usted — las tendió a mi — por ayudarme a que el rey me aceptará.
— Gracias — tome al ramo y se lo di a uno de mis guardias.
— Va algún lado !? — pregunto.
— Solo iré con el rey a los jardines a practicar un poco — ella sonrío.
— Puedo acompañarla !? — estaba a punto de negar cuando ella hablo — juro no ser una molestia , puedo cuidar del príncipe si lo desea —pensé un momento, Aldric no le agradaba esta hada pero a mi un poco.
— De acuerdo — acepte y ella camino a mi lado.
Al llegar estaban ahí Baltazar, Yedenira y Aldric, cuando me vio una sonrisa se reflejo en su rostro y al mirar a lado mío su sonrisa desapareció y sus ojos se volvieron sombríos, Baltazar y Yedenira voltearon su vista y al igual que Aldric nos miraban con seriedad, de Yedenira y él lo esperaba, pero de Baltazar no, el era muy tranquilo.
— Espera aquí — dije por lo bajo en la entrada del Jardín, y camine a ellos con Alec en mis brazos, en cuanto vio a su padre extendió sus brazos.
— Mi pequeño — lo tomo en brazos y dejo un beso en su frente — Leia si permití que se quedará no fue para que estuviera contigo, creí haber sido claro — su voz era seria, mi hijo mientras jugaba con el cabello azabache de su padre.
— Solo pidió acompañarme, si te dieras la oportunidad de ver que no es lo que tu crees.
— Yo no tengo ninguna necesidad de averiguar quien sea, no me interesa — miro a otro lado.
— Leia de verdad mantente alejada esa hada no nos da confianza — Baltazar estaba serio.
— Desde cuando eres así de serio !? — pregunte.
— Solo cuando no me agrandan ciertas presencias — miro de reojo a Dayneris.
— Practiquemos Leia — entrego a nuestro hijo a Yedenira y Baltazar, le hice señas y lentamente se acerco a nosotros con la cabeza gacha, no la culpo tener a tres seres mágicos con sus miradas dejando a la imaginación como quisieran arrebatarle la vida no es fácil, y menos con la presencia de Aldric — Mantente alejada de mi hijo — hablo serio y se dio vuelta para caminar al lugar donde entrenaríamos con la espada — Leia sígueme — lo seguí — Baltazar — el recién mencionado entrego dos espadas enfundadas, sus fundas tenían leves diseños de hojas en todo al rededor doradas, le él era color negro y la que sería mía supuse era de color plata — está espada era de mi madre, ahora es tuya cielo - extendió la espada a mi cuando la tome y el la soltó sentí su peso caer sobre mi brazo.
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♧ CORAZÓN DE NOBLEZA Y FURIA ♧ 》 El Amor Del Rey 《
FantasyLeia una chica común y corriente, humana de gran corazón y nobleza, que la vida le dio un destino despiadado, pues a su edad de 6 años quedó huérfana, desde esa edad vivió con sus tíos quienes maltrataban y humillaban constantemente. Aldric un espír...