Capitulo 66

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Yurielkys
Nueva York

-Yurielkys Ojeda.
Dijo su amiga tensa, cuando ya estuve en la sala con ellas tres. Su cara no era la mejor pero igual sabía cuánto divertida estaba por mi recién caída. Con cuidado me senté a un lado de Sara.

-Hola Samilu.

Soné amable. Sus labios se curvaron levemente e ignoró cualquier intento que hice para agradarle. Listo. Todas enfadadas conmigo, aunque se compadecieran por mi pérdida de dignidad.

-¿Y que hacían?

-¿Porqué llegaste tan tarde? Sara preguntó cuando ninguna respondió a mi pregunta. Fije mi vista a la televisión.

-Estaba hablando con Hannah sobre el contrato y luego seleccione la ultima parte de la portada, espero que este listo el prototipo para mañana, cuando salí comenzó a llover y subi al taxi después de dos cuadras caminando, es...fue un mal dia

Baje la voz. Bien, no iba a servir de nada mi explicación.

Y yo tampoco pude disfrutar de lo que comía. habían apagado las luces para terminar de ver la pelicula y nadie dijo nada. Cuando los créditos comenzaron a aparecer supe que mi tiempo terminó y yo no hice nada para
hablar con Valeria.

-Ya debemos irnos. Samilu dijo en voz alta. Su amiga salió de la sala para tomar sus cosas en la entrada, mientras el resto se despedía. Caminé a la puerta insegura y espere a que Valeria pusiera un poco de atención en mi.

-Las acompaño

-No hace falta Yurielkys, además puede que te haga daño mojarte otra vez. Mierda. Iba a ser dificil convencería, mis posibilidades no eran buenas cuando estaba ahí su amiga.

-No me enfermo, es....

Samilu apareció también sobre el pasillo de la entrada y abrió la puerta una vez lista solo esperando por Valeria.

De forma tímida me acerqué para dejar un beso en la mejilla.

-Culdate, voy a llamarte ¿Si?

Salieron sin decir nada más e ignore a Sara en la sala, mi humor estaba peor. Asi que era mejor encerrarme a mi yael.

-¿Yurielkys?

-Iré a dormir.

Estaba en la cama con la mente en ella y un dolor en mi cuerpo demasiado leve pero aún estaba ahi molestando. Mierda, tal vez era una mala señal y Vale tenía razón, un resfriado iba a aparecer. Me quede dormida sin mucho tiempo y mientras miraba el techo. Desperté por unos toques en la puerta demasiado insistentes.

Me movi poco y me sentía muy cansada, con dolor de cabeza y mi cuerpo húmedo. Cerré la puerta ayer y la bloqueé, era Sara tocando preocupada del otro lado, nunca hacía caso.

-¿Yurielkys? Por favor estás preocupándome.

-Voy Dije con dificultad, la garganta estaba matándome. Exhausta bajé de la cama para poder abrir.

-Estas

-Me siento mal Sara. Regrese a la cama. Mi amiga tocó mi frente.

-No podrás ir a trabajar asi hoy cariño. Eso
tampoco sonaba divertido. Necesitaba estar en
Ia revista. No podía retrasar todo el trabajo que debía hacer. Reunión importante con los jefes y la nueva sesión. Mi mente rondaba por todo eso. Intente salir de la cama.

-Debo salir de aquí, tal vez con un baño me sienta mejor.

-No Yurielkys, por dios, quédate donde estas, voy a Ilamar a tu asistente para que pase la mayoría de tus pendientes para mañana y el resto para hoy pero te quedas en cama hasta que te sientas. mejor, llamaré a un médico, tienes fiebre cariño, tal vez debas hablar con tu madre ella da buenos consejos para que te sientas...

-Basta, no puedo, debo ir a trabajar y buscar a Valeria.

-¿Valeria?

ValVeleria soltó una carcajada por la forma tan extraña en la que estaba hablando. Creo que
ya era el momento de rendirme y aceptar su consejo.

Entre quejas la miré salir y gritar que vendria lo más pronto que pudiera para cuidarme. Rodé los ojos y me quedé dormida por otra hora más. Hasta que mi movil sonó en la mesa de noche. Mi pecho dolía y mi cabeza parecia estallar.

-Hola. Salude sin ánimo.

-Srita. Ojeda, su reunión esta para mañana a
las 10 y he enviade a su correo una parte de su agenda. Ilamé al Dr. Williams estará ahí en una hora ¿Puedo hacer algo más por usted? Puedo
enviarle el desayuno ....

-Basta. basta. me encargaré de eso yo misma, te lo agradezco de verdad.

Ella intentaba contener una risita para no
burlarse de la voz de su jefa. Maldita sea. No me gustaba sentirme asi y en plena semana.

Colgó unos minutos después, enviarla algo de desayuno, lo único que debía hacer era salir de la cama para abrir la puerta.

El Dr. apareció antes del desayuno, me indicó
reposo y medicamento para la fiebre y el dolor que me aquejaba. Ni siquiera había checado mi
móvil de nuevo, había desayunado y utilizado mi
ordenador portátil para trabajar a mi ritmo. Me dormia entre ratos y bebia muchísimo té. El timbre comenzó a sonar otra vez. Por dios. No queria salir de la cama.

Bufé enfadada y caminé a la puerta. El
departamento estaba demasiado silencioso, con el clima cálido para no hacerme temblar mucho más

Abri lista para quejarme con quién estuviera del
otro lado.

Pero a punto de gritar con mi voz extraña, miré los hermosos ojos café que tanto queria.

-Vale sonrió con dulzura y puso frente a mi una bolsa de papel con algo dentro. Se miraba tan linda. con botas altas y esa ropa tan ajustada.

-Sara le dijo a Samilu que estabas Samilu me lo dijo y te traje comida ¿Cómo te sientes?

Habló con demasiada concentración para no equivocarse ¿Mi sonrisa boba esta en mi mente o ahora mismo en mi cara? La hice pasar y di algunos pasos lentos con ella detrás mío. No me agradaba que me viera de esta forma. Aún con pijama y el cabello hecho un desastre. Hablando como tonta por la congestión nasal, con la frente llena de sudor.

-No creo que...

-Te haré un poco de café y adentro de la bolsa hay rosquillas, se que no comes de eso pero cuando te enfermas siempre vale la pena llenarse el estómago de cosas deliciosas.

Quitó su chaqueta y la dejó de forma descuidada en el sofá grande, entro a la cocina y yo regresé al dormitorio tomando las rosquillas. Ella realmente me llenaba de comida. Me encantaba.

Sonrei bobamente.

Ella estaba ahí conmigo.

Sólo Tú y Yo - YuleriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora