♡ Nuestro secreto ♡ ( Larry x Lawrie )

II

" Dulces "

Mientras Lawrie se alejaba del puesto de venta de tickets, no podía dejar de pensar en lo que acababa de suceder en esos minutos junto a su hermanito. No sabía qué hacer; quería poner fin a estas emociones. ¿Por qué no quería dejar de sentirse feliz? ¿Por qué sentía que Larry le hacía feliz? ¿Por qué sus mejillas se calentaban al verlo? ¿Por qué se ponía nervioso cuando estaba cerca de él? ¿Por qué lograba sacarle una sonrisa tan seguido? Todo esto no era normal para el mayor, y tenía la intensión de deshacerse de esas extrañas emociones. Sabía lo que significaban, pero no quería admitirlo.

Una vez dentro del parque, Lawrie se concentró en su trabajo como guardia de seguridad, respiró profundamente y exhaló para apartar esos pensamientos. Sin embargo, este intento de dejar de lado sus sentimientos fue un grave error, ya que estas emociones parecían persistir en su mente.

Al presenciar a las personas divirtiéndose con sus seres queridos recordó a su hermano Larry. El hecho de que le diera la orden de quedarse le hizo sentirse culpable. ¿Por qué? Estaba tan acostumbrado a estar siempre a su lado y a escuchar su voz positiva, aunque a veces molestaba pero de una manera agradable. Ahora echaba de menos escuchar esa voz que lo calmaba y lo hacía sentir acompañado, recordándole que no estaba solo en ese trabajo. La felicidad que siempre irradiaba Larry, esa cálida sonrisa que solía "molestarle", ahora le hacía falta a su hermano menor.

- "¡Oiga usted! ¡Necesito su ayuda!" gritó una joven de dos coletas verdes. "¡Arreste a esos niños! ¡Me han robado, otra vez!" exclamó con furia, harta de ser robada nuevamente.

Al regresar a la realidad y apartarse de sus pensamientos, observó cómo dos niños corrían con dulces en sus manos. La joven estaba visiblemente enojada, especialmente porque su compañero vestido de bufón no ayudaba en nada, simplemente se burlaba de ella por haber sido robada. La joven de las coletas verdes no toleraba las burlas del bufón, lo que la enfureció aún más.

- "Allá van, ¡haga algo!" indicó mientras los niños se alejaban aún más.

- "Calma, los atraparé y pagarán por lo que hicieron," respondió Lawrie, preparándose para intervenir y resolver la situación.

Sin decir una palabra, Lawrie persiguió a los dos pequeños que estaban infringiendo una de las reglas más importantes de Starr Park: "Regla 1.700: No robar; de lo contrario, se enfrentarán a una multa y tendrán que compensar a la persona robada". Sin embargo, al tratarse de menores, las reglas tenían matices y la compasión jugaba un papel crucial. Si los niños cometían una falta, su castigo sería simplemente una disculpa, menos severo que el de los adultos.

Los pequeños, a pesar de no comprender del todo lo que hicieron mal, corrían asustados de Lawrie, identificándolo como el "policía malo" debido a su reputación. Para su desgracia, el "policía bueno" no estaba presente para protegerlos, lo que incrementaba su miedo, provocando que sus cabellos se erizaran.

El de buso verde fluorescente, corría con todas sus fuerzas, sintiendo la presión de Lawrie acercándose. En su intento por escapar, perdió el equilibrio debido a sus piernas cortas y terminó tropezando, derramando los dulces en el suelo y alertando a su hermana, quien frenó para ayudarlo a levantarse. Sin embargo, ya era tarde; no tenían escapatoria y se encontraron con la sombra de Lawrie. Con una mirada fría y seria, cruzado de brazos, Lawrie no parecía contento con la situación.

- "Han violado una regla muy importante para este parque, es hora de pagar las consecuen..."

La frase de Lawrie se vio interrumpida por los llantos de los dos pequeños, llamando la atención de las personas que estaban en el parque. Lawrie se sorprendió por la reacción de los niños, quienes no paraban de llorar. Decidió agacharse a la altura de los niños, asumiendo el papel de "Larry". Respiró profundamente ya que era la primera vez que actuaba de esta manera, y le resultaba bastante embarazoso.