LATIR O LATÍA

El equilibrio en el éxito

El equilibro es una parte fundamental en la vida de cualquier persona, desde que nacemos hasta que morimos siempre se busca ese momento especial; es el poder mantener una estabilidad emocional, física y mental, para poder aplicarlo en cada uno de nuestros ámbitos diarios.

Es importante que todos tengamos presente esta frase "lo que piensas, con lo que dices, con lo que haces, deben estar alineados y en el mismo camino que iras forjando paso a paso", es una base para la estabilidad de tú persona.

La relación Cuerpo-Mente-Alma es un "ciclo de reciprocidad o de embalaje" para no descuidar ninguna, es como una pirámide, que se mantiene firme cuando todo el peso recae sobre dos bases y lo ideal es que el peso se reparta entre las tres áreas; comúnmente, nos preocupamos por mantener el cuerpo "sano" o "ejercitado", creyendo que el proyectar un cuerpo saludable o físicamente moldeado ya es la base para tener éxito en la vida, es correcto que pertenece a una de las tres áreas fundamentales, pero ninguna es de mayor peso; otros creen que solo alimentar la mente con cosas positivas o aprendizajes nuevos que serán aplicados constantemente ya lograran el éxito, pero la gran mayoría se olvida de la parte espiritual, dejando en último lugar esa parte emocional que permitirá darte un control y darte un equilibrio base, para seguir luchando por alcanzar el éxito.

El éxito como palabra se considera el lograr algo, pero no siempre es el punto final, el éxito es el proceso que se logra para llegar a un objetivo, por ejemplo, las personas que no saben nadar, su éxito es lograr cada uno de los objetivos, no el conjunto en total, porque el primer éxito es lograr meterse al agua, posteriormente nadar con apoyo de flotadores, para poco a poco según la confianza que se va adquiriendo (parte emocional generada del "Alma" en tu interior) lograr nadar sin apoyo, ahí se alcanza el éxito total, pero retomando la relación Mente-Cuerpo-Alma, en este ejemplo podemos indicar que para nadar se requiere ejercitar tu cuerpo, controlar los pensamientos de tu mente y tomar la confianza necesaria, ahí tenemos los tres ámbitos mencionados.

Recordemos a Damián cuando vive la etapa de bachillerato y se entera que será papá, en ese momento él vivía todavía un mundo de excesos, que no estaba preparado para enfrentar la vida ahora en familia, con un nuevo ser que estaba a punto de llegar. Damián no tenía el cuerpo ejercitado, mucho menos la mente preparada, ya que comúnmente era un alumno que se salía de clases para estar en las canchas o disfrutando de "los brazos del pulpo", pero la situación que más le afecto fue el que su "Alma" estuviera desconectada completamente para él, no se daba cuenta que se alejó tanto de la espiritualidad dejando de lado el agradecimiento por el nuevo suceso y solo reprocho a un ser divino el haberle truncado su juventud.

En una noche de agosto al llegar a su casa Damián, se encierra para pensar y analizar lo que está por venir con ese cambio de vida, por la llegada de su bebé.

Damián –Dios, ¿Por qué me haces esto?, ¿Ser padre a esta edad?, ¿Es un castigo?, sé que no me contestaras, pero que te quede claro, yo no merecía esto-.

Durmiendo por el cansancio de tanto pensar y darle vueltas al asunto de como enfrentará a sus papás y a los papás de su novia, con esta nueva noticia, se da cuenta que las respuestas que esperaba de Dios, solo él las tenía.

Damián -¿Por qué me haces esto? Tú no tuviste la culpa, solo fui yo creyéndome adulto haciendo cosas que no correspondían a mi edad, me deje llevar por el momento, aun sedado del alcoholismo, pero es la consecuencia de mis actos.

¿Ser padre a esta edad?, si no se ni cuidarme yo solo, ahora tendré que cuidar a un bebé indefenso, y apoyar a mi novia en este proceso, pero nosotros decidimos hacerlo y nosotros saldremos adelante juntos.

¿Es un castigo? No, para nada, este bebé es un ser divino que llegará a nuestras vidas para enseñarnos algo muy fuerte, a ser padres y crecer juntos, sí, unos "niños" criando y educando a un bebé-.