¿Un tablero?

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Cap.16

Especial 4/10

HELLYE MANSON

No tuvimos la conversación más cómoda, sin embargo, aquí estaba frente a mi diciéndome que me daría un tour por la mansión y me diría algunas historias divertidas en cuanto termináramos.

Al comenzar el recorrido pasamos por uno de los pasillos el cual contenía tres puertas la primera era un estudio que nadie utilizaba allí se encontraba una computadora, un escritorio, una pequeña librería con los mejores libros de química, física, biología y astrología, una silla de escritorio y un pequeño sofá en una esquina, en la segunda puerta se encontraba un baño bastante elegante y en la tercera puerta había una mesa larga estirada llena de sillas, parecía una sala de reuniones del personal.

Continuando con el recorrido seguimos al otro pasillo en este solo habían dos puertas la primera era una sala de cine y la segunda una mini cocina para cuando los empleados tuvieran hambre, luego solo quedaba subir la escalera, al pie de la escalera me di cuenta de lo increíblemente bonita que era esta, tenía los barandales de colores dorado y platinado y los escalones eran de mármol beige al igual que el resto de piso en la casa, sin duda había algo en la escalera que gritaba costoso.

Al subir las escaleras quedaban cuatro puertas las dos primeras que están una al lado de otra eran habitaciones, una había sido designada mía y la otra era de Maxim, en la puerta que estaba a mi izquierda había una gran mesa de exhibición que parecía un tablero de cualquier tipo de juego, me fije mucho en los detalles tan elaborados de este juego parecido al parchís, los arboles y casas de lo que parecía ser un pueblo bastante abrumador estaban en el tablero de manera 3D, al observar mucho aquel pueblo tan familiar me di cuenta de que era Hellbett, ¿Por qué  había un tablero de Hellbett en su casa?

–. Siempre e querido ir a Hellbett, este que observas con tanta atención es un tablero de más de un millón de rublos, sin duda es muy costoso, esta hecho especialmente para y por mi padre el cual me lo heredo a mi antes de morir.

Entonces entendí por qué el tablero tenía su propia habitación con extrema seguridad, era demasiado costoso y sobre todo una reliquia familiar.

Solo nos faltaba una puerta, la de la derecha de la habitación de Maxim, pero cuando pensé que íbamos a entrar él hablo.

–. Eso es todo, hasta aquí llega el recorrido– dijo con la cara inexpresiva

–. Pero, falta una puerta.

Entonces vi como soltaba una carcajada.

–. Ni tú ni nadie que no sea yo puede tocar está puerta.

Sin más entró a su habitación dejándome con la palabra en la boca, quede totalmente perpleja con eso, pero bueno ya que él había entrado a su habitación parece que ya no vamos a charlar más por ende yo también entré a la mía, quede totalmente sorprendida, era en los mismos tonos beige pero sin duda cambiaba el hecho  de que en vez de ser platinada era dorada absolutamente todos los detalles tanto en el mármol como en la cama y los gabinetes eran de color dorado, mi cama parecía la típica cama de una princesa solo que en vez de rosa era blanca y beige, también había un tocador blanco con las esquinas doradas y el closet era totalmente dorado con algunos detalles a blanco y beige, mis maletas estaban organizadas frente al closet y al lado de éste había una ventana en donde me podía sentar a leer o a ver el paisaje nevado de una parte insignificante de Moscú.

Una vez salida de asombro con todo lo que tiene está habitación, incluyendo su baño propio, empecé a desempacar las maletas y acomodar todo en el closet y los gabinetes, en eso pase unas cuantas horas, tenía mucho equipaje, mientras terminaba de arreglar todo tocaron a mi puerta.

–. Adelante– grito para que me escuche la persona afuera.

De inmediato abren la puerta dos señoritas muy bonitas con traje de mucamas.

–. Un placer servirle señora, seremos sus mucamas encargadas yo soy Fátima y ella es Flora– dice una chica de cabello negro corto mientras hace una reverencia.

–. Es un placer servirle señorita– dice la chica de cabello rubio al lado de ella haciendo la misma reverencia.

–. El placer es todo mío de tener unas acompañantes en mi estadía aquí– digo con una encantadora sonrisa.

–. Si señorita, cuando necesite algo solo debe tocar el botón azul debajo de su mesa de noche.

–. Y le llegó está carta señorita– dijo Flor mientras me pasaba un sobre blanco con un sello extraño–. Nos retiramos señorita– dicen al unísono mientras hacen una reverencia y a lo bajo escucho que una de ellas dice–. Ella es muy bonita– en un susurro que piensa que no escuche.

Al instante de escuchar esto me pongo roja y me observo en el espejo, ¿de veras soy bonita? Mi sonrisa se volvió amplia, más de lo que ya estaba, a tal punto de enseñar mis dientes.

Continúe haciendo lo que estaba haciendo antes de que mis asistentes llegaran y se presentaran, lo único diferente era que lo estaba haciendo con una gran sonrisa en el rostro mientras en mi mente se repetía y se repetía "ella es muy bonita". Por varias horas más eso fue lo único que rondo en mi cabeza.

Al finalizar de arreglar el closet guarde las maletas en una esquina de éste, agarre la mochila y abrí una bolsa de ositos de goma mientras revisaba los mensajes de mi celular.

Todo iba bastante bien hasta que me llegó un mensaje de un desconocido, ya me sabía el numero de memoria, era el asesino, o un asistente de éste, entre al chat, solo  había una foto, pero era una foto que me dejo alertada, una foto de la cabaña por fuera, luego de un instante me llego otra foto, está si me hizo temblar, era la foto de la casa donde estaba ahora, solo que no podía pasar a la entrada principal debido a una puerta con seguridad de reconocimiento de voz.

Sin embargo, esa noche no pude dormir del miedo y la ansiedad que sentía.

...

Ya empezamos mal, el chico que no nos habla y el asesino que nos asecha.

Hellbett [donde los misterios viven]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora