- ¿Cómo que no puedo dormir con mis amigas? -preguntó Ari por cuarta vez, miraba con el ceño fruncido al profesor mientras sostenía en sus brazos la bolsa de dormir y su almohada.
El señor suspiró, esa chica llevaba un rato atormentándolo, y él estaba muy cansado. Volvió a revisar la lista, en la cual claramente colocaba que las compañeras de la quinta tienda de dormir eran: la señorita Rivera, Meza, Paz y Garza.
- Disculpe, jovencita Garza, así dictan las reglas. Usted ha sido asignada a dormir con las compañeras en la lista, punto -dijo para la desgracia de la castaña, Rivers observaba con los ojos abiertos la escena.
En ese instante su amiga Vicky salió a la defensa, al igual que Nuvia, no soportarían ser separadas de sus amigas.
- ¡¿Cómo que dormirán juntas?! -exclamaron las dos, por primera vez en su vida de acuerdo con la otra.
El profesor volvió a suspirar, tendría que aguantar a esas chicas también.
- La señorita Garza, deberá compartir...
- Ya se toda esa patraña. Me refería, a que usted hiciera una excepción -dijo la chica pelinegra, Ari la apoyó cabeceando repetidamente.
- ¡Por favor! No puedo dejar a mi amiga dormir con esa perra -dijo Mariana muy decidido, señalándola.
- ¿A quién le dices así, maldito imbécil? -le retó la castaña, mirándolo con irritación.
Rivers la miró con enojo, no le gustaba que insultaran a sus amigos.
- ¡Ve, por eso no la quiero cerca de Rivers! ¡No va por el camino de Yisus! -terminó diciendo el chico.
- La joven Rivera tendrá que cumplir con las reglas, al igual que la señorita Garza -repitió el profesor y Rivers simplemente no podía hablar, sentía el corazón en la garganta mientras sacudía la cabeza.
- No, no, no podría...
- Nada de cambios. Ahora vayan a cambiarse, antes de que las mande a dormir al bosque -dijo muy serio mientras se colocaba los lentes.
- ¡Perfecto, mejor es compartir con osos que con ella! -dijo Mariana y Rivers hizo una mueca, ella no quería dormir en el bosque a mitad de la noche.
Rivers intentaba no mirar a Ari (claro que falló totalmente) pero sus ojos se encontraron con los chocolates y no identificó el enojo en ellos, era más bien, una mezcla de emoción y pánico.
¿Por qué Ari Garza tendría que tener miedo? ¿Acaso pensaba que Rivers le haría algo? La que debería estar aterrada en ese aspecto era la rubia, intentó no temblar, aunque su piel estuviera de gallina.
Pasar toda una noche con la chica de tus sueños debía de ser magnifico. Claro, si esta chica no te odiara y no estuviera haciendo todo lo posible por no dormir contigo.
- No, ya hablé. Y usted, jovencita Millaray, deberá compartir la tienda con Palami-dijo señalando a su amiga, las mejillas de Vicky enrojecieron y los labios de Nuvia perdieron color.
Mariana sentía como si le fuera a dar un ataque.
- ¡NOO! -chillaron pero ya era tarde, la decisión estaba tomada.
Tuvieron que resignarse con su estadía en la tienda que les había tocado. Rivers notaba a Vicky sumamente afectada por tener que compartir la noche con Nuvia.
Tal vez en la noche fuera a hacerle alguna maldad y le tomaran fotos para subirlas a la red, no importa cuán enamorada estuviera de Ari, ella no podía evitar pensar en que eso sería lo que haría la castaña. Osvaldo estaba en la lista con chicos del club de ajedrez y Yuuki tendría que compartir con dos amigas del equipo de animadoras, eso sí era suerte.
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Rivales // Rivari
FanficSamantha Rivera comienza la secundaria sintiendo las burlas de sus amigos, entre un grupito de chicas que la fastidian conocerá a la popular Abril Garza. Durante varios años ellas comienzan una gran rivalidad entre ellas, se odiaban a muerte o al me...