Rivales // Rivari

Capítulo 31

Una semana. Una semana desde los nuggets, una semana desde ese beso robado, y en ninguno de esos siete días había logrado reunir el valor suficiente para ir a casa de Ari. Sentía vergüenza de si misma. Llevaba días sin hablar con la castaña, solo observándola de lejos y con eso le bastaba. Pero ahora era diferente, quería ver a Sofi e incluso jugar con ella, la rubia estaba muy encariñada con la pequeña diva.

Durante estos días no había logrado hablar con Ari, en parte porque la evitaba entre clases y la otra razón era por Juan. Pero había algo un poco diferente esta vez que divertía mucho a Rivers. Cada vez que sus ojos se encontraban con los de la castaña Ari la miraba un rato, luego parecía recordar algo y apartaba el rostro, ruborizada.

En los pasillos una vez tropezaron y Ari, al reconocerla, se apartó de un pequeño salto con el rostro rojo y siguió caminando, pero chocó la cabeza contra una puerta del salón. (No me sorprende) En otra Ari se supone que estaba respondiendo una pregunta en la clase y ella lo hacía como siempre, tranquila y confiada. Pero al notar la mirada fija de Rivera, confundió las palabras y comenzó a balbucear, terminando avergonzada frente a todos.

Le hacia difícil a Rivers el no querer volver a robarle un beso. No entendía el comportamiento de la castaña, pero le encantaba. Era incluso hermosa, siendo torpe y todo. Aún así Juan también parecía estar vigilándola, por esa razón fingía no ver a Ari cuando el chico estaba cerca.

Pero hoy en el aparcamiento le fue imposible, dado que la castaña se veía más hermosa de lo normal. Su cabello atado en una coleta y llevaba una falda junto con una blusa blanca manga larga con botones. Sus ojos brillaban y solo llevaba un poco de maquillaje. Rivers, al verla en la mañana, duró unos segundos con la boca abierta y sus amigos tuvieron que llevarla a rastras al salón, ya que sus piernas y cerebro no coordinaban.

- La sigues mirando -comentó Vicky, riéndose al ver a su amiga.

Estaban junto al coche de Barca mientras el grupito de Ari se hallaba alrededor del descapotable de Juan. Rivers notó el buen humor de su amiga y se alegró por ella. Aún recordaba cuando le preguntó el porqué había faltado dos días seguidos (que coincidían casualmente con los días que faltó Nuvia) y Vicky le confesó que se escapó de su casa para verla. Relató toda risueña que habían compartido la cama, con las manos entrelazadas, mientras veían películas toda la tarde y Nuvia se recuperaba. Por eso su amiga estaba tan feliz.

- Es su culpa, ella no debió de haberse vestido de esa forma -dijo Rivers en broma, pero luego su rostro se puso serio al ver la mano de Juan alrededor de la cintura de Ari.

- A ella le encanta llamar la atención -dijo pícaramente Yuuki- Y más de cierta rubia por allí...

Sus dos amigas se rieron y Rivers las miró, confundida.

- ¿Qué rubia? ¿Le gusta una chica o algo así? ¿Quién es?-preguntó enojada mientras sus amigas se reían más fuerte. (¡Lenta! *cachetada*)

- Era broma, mien -dijo Vicky, divertida por lo lenta que era su amiga.

Pudieron seguir hablando, pero escucharon unos silbidos a lo lejos. Rivers vio con sorpresa que la hermana de Ari, Ama, marchaba con paso decidido por el aparcamiento, siendo el centro de atención de los chicos. Todos admiraban el contorno de sus caderas y, en general, el cuerpo atlético y bien formado de Ama. Ella vestía unos vaqueros desgastados que lucía sus curvas y una blusa negra con brillantina, llevando una cartera en el hombro y unos lentes de sol. Sus labios rosas sonreían. Ella sabía el efecto que ocasionaba en los hombres (y algunas chicas) y se pavoneaba. Parecía dirigirse directo hacia su hermana menor, quien la miraba con sorpresa. Rivers pensó que realmente las dos chicas eran hermanas, no había dudas. Podría decirse que Ama era una versión mayor de su chica, Ari, ya que todos estaban babeando por ella. Sin querer sus miradas se encontraron y Ama abrió los ojos, reconociendo a la chica, y ahora se dirigía hacia ella.