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Charlie pasó sus dedos suavemente por las plumas primero, dejándolas allí durante unos segundos en caso de que Vaggie quisiste retroceder. Cuando ella no protestó, el demonio tomó aire y deslizó sus manos completamente sobre las alas.
Lo primero que notó fue que eran suaves. Las plumas eran también elegantes y un poco esponjosas. Charlie tuvo que resistir la vergonzosa tentación de enterrar su rostro en ellas; Eso definitivamente asustaría al ángel que ya estaba nerviosa. Estudió las plumas bajo sus manos, con cuidado de no correr ni un poco en contra de la fibra mientras acariciaba suavemente las alas, memorizando la textura de cada pluma.
De vez en cuando, Vaggie agitaba sus alas y Charlie siempre retiraba rápidamente sus manos cuando notaba el tic de advertencia que se producía antes del movimiento. No estaba segura de si Vaggie las estaba alborotando a propósito o si era sólo un reflejo de algún tipo, pero esa era una pregunta para más adelante. Ahora había cosas más importantes que preguntar.
ー¿Por qué querías ocultármelas?ー murmuró, jugando cuidadosamente con las plumas en la curva de sus alas.
Vaggie suspiró. ーCharlie, son alas de ángel. Porque soy un ángel. Una exorcista. Y nunca te lo dije. Tengo estas alas por la única mentira que te dije. Son una manifestación física de esa mentira, y simplemente... no me gusta la idea de que te recuerden ello cada vez que me miras. No quiero hacerte sentir... incómodaー, confesó, y el corazón de Charlie se rompió.
ーOh, Vaggie ...
ーE-ellas regresaron por ti. Porque quiero protegerte. Porque Carmilla me recordó por qué estoy luchando: no por venganza ni por odio, ni siquiera por justicia, sino por ti. Recuperé mis alas gracias a ti. Si te lastiman o te molestan, puedo... puedo hacer que desaparezcan de nuevoー, dijo Vaggie.
ー¿Qué? ¡No!ー El grito de Charlie fue demasiado fuerte: Vaggie saltó y sus alas se agitaron.
La princesa rápidamente quitó sus manos de ellas y en su lugar agarró sus caderas, porque necesitaba agarrar a Vaggie lo suficientemente fuerte como para arraigarse con su sólida presencia mientras sacaba esa horrible y estúpida idea de la cabeza del ángel, y no quería ser cualquier cosa menos absolutamente gentil con sus alas.
ーLo siento, no quise gritar. Pero, mierda, Vaggie, no. En primer lugar, tus alas son una parte de ti que perdiste hace años. Recuerdo cuando nos conocimos y apenas podías caminar. Pensé que era sólo porque perdiste el ojo, pero ahora sé que es porque perdiste más que eso. Te quitaron una parte de ti y la recuperaste, y eso es increíble. Pero eso es lo que es: parte de ti. Tus alas son parte de ti.
« Son tuyas, no mías. ¡Nunca, jamás te pediría que te deshicieras de una parte de ti misma! No tengo derecho a hacer eso, y realmente odio saber que estabas lista para… para… ¿para qué, cortarte las alas si dijera que no me gustaban? ¿Mantenerlas dobladas, tan apretadas todo el tiempo que eventualmente dejarían de funcionar por falta de uso?
