Salida

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Los días seguían pasando, lo mismo y lo mismo, sin descanso.

Era la rutina diaria, el sargento no regresaba y tampoco habían anuncios de que regresaría, claro, no había forma de comunicarse con nadie en medio de la nada.

En la enfermería me encontraba, con ella al frente, mientras escribía cosas nada interesantes.

Yo tecleaba en la computadora rápidamente de algunos reclutas sobre información médica.

— ¿Cuando sales franco?

— No lo sé...

— Ah...yo me iré este fin de semana a descansar...

— Que bueno...

Sin intención me doy cuenta que le contesto muy secamente.

— ¿Todavía necesitas oportunidad?

— ¿De que?

— Ya sabes...no te hagas...

— No puedo responderte...

— Bueno...está bien...necesito que me avises si saldrás franco...me gustaría invitarte a un lugar el sábado...

— Ko lo creo...— Pienso unos momentos y observo mi reloj— Debo irme...adiós.

Me despido levantándome y camino lejos para salir al pasillo e irme a los dormitorios donde los demás están llegando.

...

— Me dijo que le avisara cuando salga franco...

— Uy, si te da oportunidad me dices...

— Ya accedió... — Memo cuenta. — Me dijo...que ya expresó que podría darte una oportunidad pero decidiste evadir sus palabras....porque eres un cobarde— Añade lo ultimo.

— ¡No soy cobarde! ¡No sé qué decir o cómo actuar!

— Yo creo que salimos francos este fin...más bien, salen, no creo yo irme...me arrestaron 7 veces este mes...— Interrumpe mis reclamos Peralta y me tranquilizo

— Bueno, no hay avisos aún...ademas ya se viene día de muertos...y mi mama querrá que vaya...— Declaro

— ¿Sigues enojado aún con ellos? — Héctor expone sin prudencia alguna, claro, teníamos confianza.

— Más de lo que piensas...

13 años atrás.

¿Y, que quieres ser de grande hijo?

— No lo sé papá...¿por qué no militar?

El solo río burlonamente.

— ¿Otra cosa? Jajaja...

— No, me gusta mucho...— Lo analizo, sin saber porque se ríe.

...

— Tu hijo quiere ser militar y no recibirse en alguna universidad diferente...

Logró escuchar a mi padre hablar enojado con mi madre en la cocina mientras me escondo bajo las gabinetes de un mueble.

— Genial...deberías de quitarle todo en relación...yo que se, lo habrá visto en alguna revista o en la televisión, investiga...

...

Paso el viernes, era de noche ya, faltaba poco para irme a dormir mientras seguía trabajando con Arely.

— ¿Ya avisaron cuando salen francos?

— No

— Bueno...yo empacaré lo necesario y me iré muy temprano mañana...

Asiento y sigo tecleando algunos datos en la computadora restándole importancia.

Paso un rato y pude irme, sin decir nada me fui a los dormitorios donde todos se preparaban para dormir.

Hasta que los sargentos entraron y dieron la lista de quienes saldrían francos.

— Por último Peralta Juan...

Miro a Peralta quien asombrado asiente y los sargentos se van para poder acercarme a mis antiguos.

— Genial...saldremos los 4...

— Si...al menos es algo...ve a avisarle a Arely que si irás con ella...te ayudo a conquistarla...¿qué dices? — Héctor opina golpeando mi hombro.

— Yo puedo...solo...

Me echa una mirada sonriendo burlonamente.

...

Eran las 5 am, yo estaba preparado ya para irme a mi casa, solo me lleve lo necesario como ropa interior pues cambiará muchas cosas de mi casillero en la base.

Salimos al auto teniendo nuestro destino.

Al terminarlo llegamos a la ciudad, no estaba tan vacía pero tampoco tan llena, como siempre.

Me dejaron en mi edificio para entrar en el, de nuevo en casa.

5:49 am

Siento el teléfono vibrar en mi pantalón, lo saco y

Número desconocido
México

Lo pienso y contesto.

— Diga...

— Samuel, soy Arely, me enteré que saliste...

— ¿Cómo obtuviste mi número?

— Unas cosas...pero...como sea...te veo en la cafetería...la que está atrás del estadio...

— Yo...no...

— A las cinco, no faltes...

Me corta y cuelga.

Genial, ahora tenía que ir con ella a fuerzas, tendría oportunidad pero no lo sé, quizás sea mala idea, debería del olvidarme de ella.

Sobre Tus PiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora