Capítulo 25.

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Último Capítulo.
Dedicado a: @RossIsMyBoss

Tú:

Sabía que con Ross a mi lado no tenía que tener miedo, pero aún así lo tenía, jamás imagine que Jo pudiera hacerme daño... especialmente... violarme.

Definitivamente, nunca debí confiar en él. Se que cometí errores...

Nunca debí haber engañado a Mark con su propio hijo, ni haber engañado a Jo. Pero tal vez las cosas tenían que pasar así para poder encontrar al amor de mi vida, Ross Shor Lynch.

Me resulta extraño que todo esto haya iniciado solo por el deseo que sentíamos entre nosotros... y haya terminado en amor, un jodido sentimiento que nunca había sentido antes.

-Ross...

Acaricie su cabello lentamente, me puse con extremo cuidado encima de él, bese su mejilla haciendo que despertará.

-Buenos Días Nena...
Susurro en mi oído para luego besarlo.

Sonreí.
Exactamente hace 1 mes había salido de la clínica, ya había terminado mi terapía, pero de todas maneras era imposible no tener miedo... cierro los ojos y veo a Jo... pegándome... marcándome... besandome...

Al salir, decidimos empacar nuestras cosas e irnos a Miami, juntó a Abigail, para evitar problemas si es que Jo o Mark se escapaban de la cárcel, ya que desgraciadamente los habían puesto en la misma celda.

Justo unos días después de haber llegado a Miami, Ross me pidió matrimonio, y como era de esperarse, acepte.

Sin poder notarlo, mis ojos se llenaron de lágrimas. Suspiré y escondí mi cabeza en el cuello de Ross.

-Tengo miedo.
Susurre contra el cuello de Ross.

Él me separó un poco de el y me beso tranquilamente

-Nena... Nada va a pasar, el ya está en la cárcel y me encargare de protegerte, además, estamos en Miami...

Sonreí limpiando mis pocas lágrimas.

-Es que... es difícil superarlo... aún siento sus manos en mi cuerpo...

Ross hizo una mueca.
Sabía que era por lo que le dije al salir de la clínica, no lo había dejado tocarme... anteriormente no me sentía muy lista para volver a tener relaciones sexuales, la terapeuta me recomendó que lo haga cuando me sienta preparada otra vez.

Inhale una bocanada de aire cuando Ross toco mi cadera.

-¿Ross?

Él me miro con sus hermosos ojos mieles, había eterna dulzura en ellos.

-¿Si?
Respondió sonriente para luego dejar un beso en mi mentón.

-Hazme olvidar...

Susurre para luego besarlo intensamente.

Quería dejar de pensar en Jo, y pensar en Ross, mi futuro esposo... solamente en Ross y en Abigail, mi familia.

*

Puse los ojos en blanco.
Me dirigí hacia Ross y Abigail, le quite el mando de las manos.

-Prohibido ver películas para adultos, y también de terror.

Ross río.
Abigail agarro una de sus muñecas y comenzó a peinarla.
Sonreí.

-Quiero ver My Little Pony.

Ross me quitó el mando y puso Discovery Kids, se levantó del sofá color rojo y se dirigí hacia mi, tomó mi mano y me jalo, me llevo por los escalones hasta llegar a la habitación.

Una vez allí, prendió el plasma y puso un canal. Fruncí el ceño.

-¿Qué haces?

-Hay una película, que me gustaría ver contigo -Me guiñó el ojo.

Bufé.
Seguramente una película porno.

Cuando me iba a sentar, Ross me lanzo a la cama, beso mis labios y luego mi mentón.

Había tenido suficiente sexo en la mañana, no tenía muchas ganas de más.

-¿Te imaginas que sería de nosotros si hubieras sido mi madrastra?

Reí.
Bese la punta de su nariz.

-Seguramente nos llevaríamos mal...

Pase mis brazos por su cuello. Mordí su mentón.

-Menos mal que ya eres mía -Beso mis labios cortamente-. En un par de días nos casaremos, y te aseguro que todo será perfecto.

Sonreí.
Me acomode mejor para poder mirarlo a los ojos.

-¿Iremos a Los Angeles, verdad?

Ross asintió.
Hice una mueca.

-¡Oh vamos! -Exclamo-. Mi familia tiene que estar presente para mi boda, al igual que la tuya.

Asentí algo confundida.

-¿No crees que habrá problemas? Bueno... mis padres nunca se llegaron a enterar de que estaba saliendo con tu padre... ¿pero tu familia?

Ross dio una sonora carcajada.

-Mi padre nunca fue capaz de contarle a nadie de que el salía contigo, a penas yo me llegue a enterar.

Sonreí.
Entonces todo saldría bien.
Tome el rostro de Ross y le deje un pequeño beso en la mejilla.

-No tienes ni idea de cuanto te amo -Susurro contra mis labios-. Prometo hacerte feliz... quiero que tengamos más hijos, o hijas, quiero tenerte siempre a mi lado, hasta que seamos mayores de edad, princesa -Me beso.

La verdad es que yo también quería eso, Ross era mío y de nadie más, quería casarme con él, tener hijos con él, despertar todos los días junto a él...

Se que esto inició mal... pero por suerte, creo que todo ha terminado perfectamente bien.

Abrí la boca para decir algo pero el sonido de la puerta abriéndose me interrumpió.

Ross se bajó de mi y cambió el programa de televisión.

-Mamii...

-¿Qué sucede pequeña?
Me arregle rápidamente la blusa que estaba algo desabotonada.

-Tengo hambre.

Sonreí.
Abigail era un completo amor..

-Ordenaremos pizza -Dije, Abigail sonrió y alzó sus bracitos. Bese a Ross por última vez y me pare de la cama, Abigail comenzó a bajar los escalones casi corriendo.

Entreabrí la puerta de la habitación y le susurré a Ross:

-Anda preparando la cama -Le guiñe un ojo-. También te amo, cariño.

***
FIN!
Falta el epílogo tranquilas❤
Luego de esta novela, seguiré con:
•El Internado.
•Enamorado del Mal.
•Otra nueva que aún no subo :)

Las Amo Frutillas❤
Subiré el epílogo en un rato, o tal vez mañana.

La madrastra II | Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora