kaka

25 3 25
                                    

Francisco Romero era el actual crush de Koki, no dejaba de pensar en él, y cada vez que iba a su casa no dejaba de mirarlo. Francisco también tenía un crush en Koki pero se le dificultaba ya que bueno, es una drogadicta.

Él quería ayudarla pero no supo cómo dar el primer paso, y sino, tendría que dejarla ir.

Koki estaba viendo South Park en el tele abrazando su peluche de Kenny, mientras fumaba un poco de hierba.
Francisco estaba jugando al UNO con las demás chicas y de vez en cuando veía de reojo a Koki que estaba metida en su mundo de la falopa.

—JUDÍO HIJO DE PUTA — exclama el personaje de la serie, Cartman, provocando una risa en Koki y una sonrisa en Fran.

El capítulo había acabado, y Koki con su peluche y porro en manos iba hasta la mesa del juego, observando el juego de Fran.

—Saca una carta y si es un +4 elegí el rojo — susurra Koki al oído del rubio.

El chico le hizo caso, y por placeres de la vida le tocó un +4. Koki, con ayuda de ******** ******** y sus poderes hizo que apareciera un +4.

El ojiverde sonrió mirando a la hippie, pero se desvaneció al ver humo salir de su boca.

Siguió jugando pero con un mal sabor de boca, Kokita había subido a su pieza y sacó algunas jeringas tomando el líquido de un pequeño frasquito, inyectandolas entre los demás hematomas de sus venas.

Entre los efectos d la hierba y aquella inyección ya estaba empezando a tener efectos, pero no los mismos de siempre. Un efecto grave.

La chica salió de su pieza cubriendo con la manga de su pullover los hematomas, y abrazando su Kenny.
Volvió a la mesa observando la jugada, Celeste abrazaba a Danilo, Josse estaba de melosa con Felipe y Efita con Agustín.

Koki estaba vacía y ver a tantas parejas le destruía, era como un ahuyenta amor. Fran sí sentía algo por ella, pero no lo sabía hasta ahora.

La hippie dejó de tener noción de la realidad, se sentía pesada y la vista comenzó a verse negra. Su corazón latía rápido y dejaba de respirar.

—Eu Kokona, estás bi-?

Habló Quesito, dejando de hablar viendo como la chica caía seca al piso.

Fran automáticamente tiró las cartas yendo a alzar a Koki del piso.

—Dale muevan el orto llevemosla al hospital, dale

Fran la subió al auto y las que fueron eran Celeste, Quesito, Josse. Las demás se quedaron ya que no entraban en el auto.

Estaban preocupados, normalmente Koki se desmayaba por ver a gente coger o porque se golpeaba la cabeza por pelotuda. Cómo un caso con un matafuegos.

Francisco estaba preocupadisimo, tenía miedo que algo le pasara, no quería que muriera, no sin antes declararse.

Él sabía porqué estaba descompensada, la conocía muy bien.

Llegaron a la clínica más cercana y Fran llevó a Koki en sus brazos, rápidamente los doctores fueron a atenderla.

🍑🍆

Ahora Koki estaba en una camilla, pero no puedo verla.
No sé nada de ella, estaba desesperado y las chicas trataban de tranquilizarme, pero no podían.

Estaba sentado en el piso con su peluche en manos, su Kenny. Ama tanto ese peluche...

Lo abrazo pensando en que es ella.

Escuché una puerta abrir y cerrarse, pasos pesados.

—¿Familiares de... Koki? —

Nos levantamos.

—Tuvo una sobredosis de heroína y hay abundante cantidad de ella en su sangre. No pudimos salvarla, pasó pal otro mundo.

Sentí que mi mundo se derrumbaba en ese mismo momento. Mi corazón dolía, yo soltaba lágrimas y abrazo fuertemente ese peluche que solía amar tanto.

Ya no estaba en este mundo, el hecho de pensarlo solamente hacia que quiera acabar con todo.

Las chicas lloraban, estaban desconsoladas.

—¿Puedo pasar a verla? —

—Sisi, pasa

Lentamente camino a su pieza, viéndola, estaba pálida, sus brazos llenos de hematomas, su pecho estaba quieto y así no es como solía ser. Ya no tenía su brazo moverse yendo a su boca una y otra vez con aquel porro en sus manos, ya no podía ver sus ojos rojos y su nariz blanca por los restos de la cocaína.
Ya no sentía ese gusto a meada de gato por la marihuana, ya no más. Todo se sentía diferente, ya no es lo mismo.

Me acerco con el peluche en mis manos.

—Te conocí hace unos meses. Seis para ser exactos, me cambiaste la vida. Siempre he gustado de vos, te amo Kokita. Siempre traté de ayudarte pero vos eras porfiada, no dejabas de drogarte ni un segundo, parecía que no podías vivir con eso. Y yo me sentía tan mal que pensé rendirme, pero vos sos la que ganó mi corazón, y ahora que te fuiste, ya no sé que hacer con mi vida, sos la única que amé, amo y amaré todos los días de mi vida Kokona. —

Beso el peluche y se lo dejo en su pecho, y fueron tan solo dos minutos hablando y cinco mirándola fijamente, esperando que vuelva a cobrar vida o que solamente sea un sueño en el que esperaba despertarme pronto.

Lloré en su quieto pecho, pero de repente algo me desconcertó y me dejó un sabor feo de boca.

Me levanto de su pecho y la veo, su cara estaba haciendo muecas raras de dolor, y d repente se levanta tosiendo, recuperando el aire. Mi cara no podía explicar la emoción que sentía y la felicidad, quedé duro ahí. Rápidamente los doctores entraron con los ojos salidos de órbita.

—esto es un milagro...

Koka estaba confundida, yo la abracé.

—q concha hago acá Francisco explícame

—TE MORISTE

—QUE QUE QE FRANCISCO QUE YO AUE

—NO NO SÉ PERO ESTÁS VIVA 😭😭😭

Koki me rodeo correspondiendo a mi abrazo.

🍑🔥🍆

Desde ese día Kokona entró a rehabilitación por pedido mío. Resulta que su breve muerte fue como una resurrección, me contó que había visto el espíritu de Bob Marley diciendo que debía vivir la vida y seguir, dejar la droga y comenzar a amar.

Y bueno... Acá estoy yo, esperándola de su fin del psiquiátrico.

Ella salió, con su misma ropa de siempre. Fumaba, pero solo marihuana. No pudo dejar del todo la droga, pero era lo que había. La heroína y la cocaína era lo que la mataba lentamente.

Yo la abracé fuertemente y me correspondió.

—Hola Franchu, tanto tiempo —me sonríe, AUE HERMOSA QUE ES BATAS

—Hola Koki, ¿cómo te sentís?

—como si tuviera quince.

—Uy mejor no te sientas de quince porque me voy a sentir un violín

—que decís?

Sonreí y la agarré de los cachetes dejándole un beso en los labios.

—Fran...

Rodeó mi torso con sus brazos, dejándome besos.

—Te ano Francisco Romero, rompeme el sapito

Me muerdo los labios y entramos a la parte trasera del auto.

🍑3🔥6 SECSOOOOO SEXOOOOOO SEXOOOOOO SEXOOOOOOO🔥🔥

LA MOJO DOJO CASA HOUSE DE LA HOMOSEXUALIDAD RACISMO CLASISMO HOMOFOBIA BULLYNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora