mystery of love ; 𝘀𝗮𝘁𝘇𝘂

La inquietud de una dama

Miro por encima de la libreta y la veo reír, lleva desde que llego actuando de esa forma y la verdad es que no la entiendo para nada, quisiera también reírme de lo que sea que está pasando por su cabeza, elevo una ceja y dejo a un lado lo que cubría mi rostro. "¿Qué sucede?". Me mira a los ojos y se encoge de hombros. "Veo que hoy estás demasiado contenta". Se muerde el labio al finalizar la risa y sonríe mostrando sus blancos dientes. "¿Por qué no mejor hacemos algo divertido?". Cruzo las piernas y comienzo a pasar hoja por hoja para ver si tengo algunas preguntas preparadas y no es así, la verdad es que hoy no nos tocan.

"¿Qué piensas hacer?". Ahora soy yo la que sonrío antes de acomodar el sillón para quedar cara a cara, quiero verla directamente a los ojos cuando estemos haciendo el juego.

"Haremos preguntas y tendremos diez segundos para responder si no lo hacemos la otra hará lo que desee la ganadora". Se queda un momento viéndome hasta que abre los ojos y levanta las cejas, al parecer le sorprende la idea así que me cruzo de brazos esperando que diga que no, a pesar de que es alguien que se atreve a muchas cosas, últimamente anda un poco reservada.

Muy tranquila para ser la Sana que conozco, quisiera saber el por qué lo es, sin embargo, siento que debo quedarme con la duda porque así es mejor.

Al poco tiempo asiente y me señala, está tan confiada que cree que me va a ganar cuando no es así, soy la persona más rápida en esto, ya tengo todo en mi cabeza y una gran estrategia para que sea ella la que pierda, nunca me dejaré ganar por nadie.

"Espera pero quiero cambiar una sola cosa". Me señala. "En vez de preguntas que sea un ¿qué prefieres". Ambas parece que estamos pensando lo mismo, eso será más difícil de responder porque podemos quedar bastante mal. "Esto no es un juego de niñas Chou, espero que lo que digas me haga pensar". Rio entre dientes, eso me ha gustado, me está desafiando para que vaya directo a matar. "No soy alguien que pierde con facilidad". Estoy de acuerdo con eso, todavía no supero cuando empujo a la chica para ganar el juego de la silla, se dice que la pobre se hizo un esguince en el tobillo.

"Ahora tu vas a poner las reglas aquí". Más que una pregunta fue una afirmación que nos hizo reír a las dos, me gusta más de lo que pensé que llegaría a gustarme el hecho de que ambas nos llevemos también y que nos entendamos con bastante rapidez y facilidad, eso va a ayudar a Jihyo porque siento que Sana y yo nos podemos convertir en las mejores amigas del mundo, solo espero que las cosas con ambas salgan bien y en vez de una despedida sea un hermoso reencuentro.

"Comienza Tzu". Dice y ruedo los ojos con gracia.

"¿Que prefieres, olvidar a las personas que conoces u olvidar quién eres?". Hago la pregunta recordando el último kdrama que me ví, lo amo tanto que siento que podría verlo toda mi vida sin aborrecerlo.

"Olvidar quién soy". Responde tan rápido que le sorprende. "No me gustaría perder a las personas que amo porque las olvidaría y siento que el proceso para recordarlas será más difícil que el de volver a recordar quién soy".

Digamos que si". Rio y ella igual, no entiendo por qué ahora me siento tan feliz por un juego tan poco atractivo para la gente.

"¿Qué prefieres ir desnudo o nunca más pisar la calle". Entre abro los labios y los vuelvo a cerrar. "Se te acaba el tiempo Tzu". Dice de forma burlona.

"Ir desnuda". Sus ojos se abren y casi me ahogo con el agua que estaba tomando. "No me avergüenza ninguna parte de mi cuerpo así que puedo decir que no tengo problema en enseñárselo a los demás". Respondo esperando que diga algo o me vea raro pero no lo hace. "Cómo que con esas estamos, con preguntas bastante subiditas".

"Esa es la idea". Estoy de acuerdo, si vamos a jugar que sea con toda la artillería.

"¿Qué prefieres, que tu jefa te encuentre masturbandote o tu mamá?". Luego de preguntarlo me doy cuenta hasta que punto llegué a escalar y mis mejillas arden como el mismísimo infierno, las suyas tan súper rojas y siento que ya está por perder así que sonrío por más que me esté matando la vergüenza.