Capítulo 3

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RECUERDA.

Por cada herida hay una cicatriz, 

y cada cicatriz cuenta una historia, 

una historia que dice...

sobreviví...!

.....

-Ustedes dos llegan a tiempo. Eso es bueno.- dijo Snape mientras se acercaba a su salón de clases junto con McGonagall y otros dos niños, uno de Slytherin y otro de Gryffindor.

-Hola señor. Um... ¿quiénes son?.- preguntó Draco. Harry mantuvo la boca cerrada pensando que los profesores todavía estaban enojados. Aunque Draco probablemente podría irse a casa, no podía, así que no podría meterse en más problemas de los que ya estaba. Snape abrió el salón de clases y todos entraron.

-Señor Potter y Señor Malfoy. Me gustaría presentarles a Oliver Wood y Marcus Flint.- presentó a McGonagall

-Eres el capitan del equipo de Quidditch.- dijo Draco señalando a Marcus.

-Si lo soy.-

-Para eso estamos aquí. Verás, el profesor Snape y yo vimos la forma en que ambos volaron y creemos que sería bueno si ambos se convirtieran en buscadores para el equipo de quidditch de su casa.- Ahora Harry abrió la boca

-¿Qué es Quidditch? ¿Qué es un buscador? ¿Por qué nos recompensas cuando hicimos algo mal?.- Sus ojos se abrieron cuando lanzó las preguntas y se preparó para el impacto. Se sorprendió cuando Snape le respondió en lugar de golpearlo.

-Estás siendo castigado con una detención. Pero también hiciste algo bueno por un compañero de clase, eso merece alguna recompensa.-

-Pero los de primer año no pueden jugar.- dijo Draco

-corrección, los de primer año no pueden tener sus propias escobas.-

-Les conseguiremos escobas a ambos y las guardaremos con nosotros.- dijo Oliver sonriendo.

-¿Qué opinas?.- preguntó Marco.

-Estoy dentro.- dijo Draco sonriendo.

-N-no sé nada sobre esto.- dijo Harry débilmente

-Está bien. Por ahora ustedes dos entrenarán con nosotros dos personalmente. No queremos que nadie lo sepa todavía, así que no se lo digan a nadie. Les enseñaremos todo lo que necesitan saber.- dijo Oliver y Marcus asintió.

-Vamos Harry. ¿Por favor?.- suplicó Draco. Harry miró a Snape y el hombre asintió alentándolo. él sonrió

-Me encantaría.-

-Genial. La próxima semana, el sábado a las seis de la mañana, los quiero a ambos en el campo.- ordenó Oliver.

-Gracias a ambos. Pueden irse ahora. Yo también iré para que puedan pasar su detención en paz.- dijo McGonagall mientras se marchaban.

-Para la detención, quiero que escribas un ensayo sobre lo que podría haber pasado si algo salió mal mientras estabas en el aire.- dijo Snape

-podría haberme caído. Oh, espera, lo hice.-

-Empiece con eso entonces señor Malfoy.- Snape sonrió y Draco frunció el ceño. Harry ocultó una risita mientras comenzaba con su ensayo.

-Está bien. Se acabaron las detenciones. Déjame ver tus ensayos-. dijo Snape. Draco le entregó el suyo y Snape lo escaneó. -Todo lo que escribiste fue que podías caer.-

-Porque eso es todo lo que se me ocurre.-

Tu capacidad cerebral es desconcertante.- Draco frunció el ceño y Harry le entregó el suyo.

-Señor Potter, ¿ve películas de terror?.-

-No señor. En realidad, nunca antes había visto una película.- dijo Harry suavemente. Almacenando la información por ahora dijo:

-Bueno, entonces tienes una gran imaginación. Ni siquiera yo sabía que muchas cosas podían salir mal al volar. Ustedes dos pueden irse.-

-Buenas noches Profesor.- Corearon mientras se marchaban y Snape continuó mirando horrorizado el ensayo.

.....

Al día siguiente, a las tres, Harry se dirigió a las mazmorras y llamó a la puerta de Pociones. Se escuchó un -adelante- ahogado y entró. Snape no dijo nada y en cambio le indicó que lo siguiera. Cruzaron una puerta que conducía a la oficina antes de pasar por otra que conducía a los habitaciones del hombre mayor. Snape le dijo a Harry que se sentara en el sofá mientras él se sentaba en la silla frente al chico.

-Una pregunta a la vez y si digo que no responderé, le pido que no haga un berrinche.- dijo Snape. Harry asintió tímidamente

-Gracias señor y prometo respetar su privacidad.- Snape asintió y le indicó a Harry que preguntara.

-¿Eran usted y mi mamá amigos?.-

-Lo eramos. Nos conocimos cuando teníamos nueve años y hemos sido amigos desde entonces. Hasta nuestro sexto año en Hogwarts.-

-¿Qué pasó?.- preguntó Harry

-Prefiero no hablar de eso.-

-Está bien. ¿Cómo era ella?.-

-Su madre tenía un gran corazón. Muy fácil de perdonar y la persona más amable que conozco. Sabe, Sr. Potter, usted tiene sus ojos.- Harry sonrió. Desde que ingresó al mundo mágico, todos le dijeron que se parecía a su padre, por eso quería saber más sobre su madre de parte de Snape.

-¡Gracias Señor!.-

-¿Cuál era su materia favorita?.- Harry notó el movimiento de los labios del hombre antes de responder:

-Encantos. Tu madre siempre tuvo talento en el tema y le encantaba usarlo para hacer su vida 'mágica', como ella la llamaba. Solía decir que era para ayudarla a darse cuenta de que nada de esto fue un sueño. Personalmente, creo que a ella simplemente le gustaba teñirse el cabello de rosa.- Harry se rió.

Las preguntas continuaron hasta que Snape pidió que se detuvieran. -Ya casi pasó la cena, Sr. Potter. Creo que debería ir a comer algo.- Harry se desinfló pero se despidió y se fue.

El mocoso PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora