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Strange

Nos adentrábamos al lugar helado de forma rápida. Sentía como mi piel se helaba y un escalofrío recorría mi espalda.

Caminando entre la nieve después de un rato nos dimos cuenta de que el frío no nos traspasaba de forma tan brutal como imaginamos, por lo que pudimos seguir nuestro camino ayudándonos a cruzar un puente roto con los módulos que teníamos disponibles.

Link
Debíamos subir una colina, pensamos que sería sencillo, no obstante nos encontramos con que estaba repleta de monstruos, muchísimos en diferentes campamentos.

—Nos llevará un rato —Soltó el rubio en un suspiro.

Sentí como una piedra me golpeaba con fuerza en el brazo, me quejé de inmediato tomándolo con fuerza, dejaría moretón era evidente observé con detenimiento a lo lejos intentando buscar al culpable, el responsable, un bokoblin.

Saqué el arco procurando no dudar y preparé una flecha, se sentía tan familiar y tan confortante tomarlo que de alguna manera sentí que podía usarlo sin problema alguno, solté un suspirante y entonces disparé.

La flecha cayó justo donde debía, derribando al bokoblin de inmediato, Link me miró con sorpresa.

—Pensé que no sabías usarlo —Soltó mientras comenzaba a caminar hasta los bokoblins que nos esperaban entre gritos.

Mis flechas fueron disparadas, una tras otra, sin fallar. El arco se sentía tan acogedor que incluso me divertía, una sensación de nostalgia y amor me inundaban. Llegué a la conclusión de que sería mi arma principal, la espada me gustaba, pero no tanto como aquel arco.

Al estar tanto tiempo perdida en mis pensamientos, un bokoblin logró derribarme por detrás por lo que intenté apartarlo, el monstruo intentaba golpearme la cara por lo que tuve que aventarlo colina abajo, cuando miré atrás, me di cuenta de que link me observaba, supuse que me juzgaba, pensando en sí debería meterse para ayudarme o si podría sola, ¿estará pensando si soy útil para él? ¿Me desechará en cuanto vea que no soy del todo relevante?

Se nos hizo algo tarde cuando al fin habíamos logrado llegar, mi carcaj estaba vacío y mi arco algo desgastado, supuse que no tardaría mucho en ser inservible, después de todo sólo estaba hecho de una madera no tan resistente.

Miré a link posar la tableta en su lugar, las puertas se abrieron y los dos entramos, sólo era este santuario y obtendríamos respuestas, sólo quiero saber dónde está mi familia... o mis amigos, alguien que me esté esperando cuando esto termine.

Al entrar se nos entregó otro módulo, nos permitía crear y romper hielo a nuestro antojo por lo que nos sirvió bastante en aquel santuario, estuvimos un rato ahí, lo suficiente para que la noche cayera sobre nosotros, o bueno, es lo que yo había calculado. La luz natural no alcanzaba a entrar después de todo y el lugar siempre estaba iluminado.

Para el final, cuando el orbe se le entregó a Link pude sentir nuevamente que comenzaban a sacarnos de aquel lugar. Respire el aire frío, estaba listo al fin.

Todo sería revelado ¿No es así? Lo que sea que me dijeran, lo que sea que pasara, estaría lista para ello. Supuse que Link también, se veía ansioso, sus ojos y sus dedos dando golpes en sus piernas lo delataban.

Escuché un grito.

Era el anciano de nuevo quien caía desde lo alto con aquella paravela.

—¡Felicidades jóvenes! ¡Lo han logrado! —El hombre posó su bastón en el suelo mientras reía— Ha llegado el momento de contarles todo —El hombre se volteó hacia la meseta y volvió a hablar— Imaginen una X con los santuarios en los extremos, desde el mapa será más fácil, en el punto donde sus líneas se cruzan, ahí es a donde deben ir.

The most beautiful boy ¡! ࿔₊° Donde viven las historias. Descúbrelo ahora