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Camino a Vah Ruta

Estos días noté a Link algo inquieto, nuestra casa seguía igual de vacía que siempre para nuestra mala suerte. Llevábamos al menos una semana en casa ya que Link parecía no querer moverse de ahí. Ese día estaba lloviendo y yo me encontraba tirada en el piso de abajo simplemente mirando el techo, la verdad era una casa muy linda con mucho potencial.

—Link... —Le hablé desde abajo— Debemos ir a la región zora.
—Levántate del piso, ____. Está frío. —Me dijo desde arriba, notaba como miraba una página de mi libro con atención.
—¿Sigues estudiando a esa cosa? —Le pregunté en un bostezo.
—No quiero morir —Me dijo de inmediato, poco después lo escuché bajar las escaleras y acostarse a mi lado— Si esa cosa logró deshacerse de Mipha... ¿Qué nos espera a nosotros?

Miré a Link de reojo y luego me di la vuelta hacia su rostro, lo miraba a los ojos y él a mí.

—Una victoria supongo —Sentía su aliento chocar contra mi cara.
—¿Y si no?
—Bueno, asegurémonos de que sí —Volví a darme la vuelta ahora mirando las paredes sin decorar. —Después de todo, mi libro dice que los campeones aún están encerrados en las bestias divinas... no sería justo dejarlos ahí ¿No crees?

Sentí a Link recargar su rostro en mi espalda y poco después se levantó, me tendió la mano para ayudar a pararme, la acepté de inmediato y sacudí mi ropa.
Subí por el libro y rápidamente para comenzar a equipar nuestras cosas, habíamos conseguido algo de ropa en la tienda de Hatelia y habíamos mandado a lavar otra poca, no teníamos mucho después de todo.

Al salir, notamos a nuestro caballo comiendo algunas de las manzanas que le había dejado en la mañana, el cielo estaba nublado, parecía que la lluvia no tenía ganas de marcharse.

Al subir al caballo, Link nos tapó con una cobija que habíamos encontrado en aquella casa, el frío nos estaba haciendo temblar. Me abracé de su torso y comencé a trazar la ruta hacia la región zora en la tableta Sheikah. Yo funcionaba como GPS para Link, aunque bueno, esa palabra era extraña, ahora que lo pensaba tenía en mi vocabulario cosas que no utilizaban aquí, absolutamente nadie empleaba ese tipo de palabras y cuando las decía parecían no entender.

Me daba curiosidad en que tipo de realidad vivía antes de esta, mi libro tendría algo sobre eso, pero ni siquiera terminé de leerlo en su momento. Link parecía haberlo leído por completo entonces yo también debía hacerlo.

La lluvia se había intensificado y yo no podía leer en el caballo por lo que tuve que aguantar un poco hasta llegar a un puente de madera. Llevábamos un rato en el caballo, evitando monstruos avanzando lo más rápido que podíamos, si tuviéramos un auto llegaríamos más rápido a los lugares lejanos.

—¿Estamos cerca?
—Mmm —El lugar me era reconocido por lo que bajé del caballo de inmediato y comencé a caminar.

Se supone que deberían haber... unas torres de luz azulada. En cuanto las vi, escuché una voz desde arriba.

—¡Hola¡ ¡Ustedes dos! —Una voz joven se escuchaba desde arriba por lo que miré hacia allá con sorpresa.—¡POR LAS DIOSAS! —Retrocedí al mirarlo— ¡Espera, ____!

Conocía mi nombre, era gracioso ver que todos me conocían excepto yo, algo frustrante a mi parecer. Lo observé saltar desde la torre brillante y en cuanto bajó tomó mis manos dando un apretón fuerte sin permitirme el alejarme.
Link bajó del caballo de inmediato y corrió hasta nosotros algo confundido, lo observé ponerse a mi lado con el ceño fruncido.

The most beautiful boy ¡! ࿔₊° Donde viven las historias. Descúbrelo ahora