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Link se encontraba durmiendo cómodamente a mi lado en aquel hotel que encontramos cerca de la región zora, región que Prunia nos había sugerido visitar primero. Todo el ambiente se sentía en extremo húmedo y algo frío, había lluvia constante que nos empapaba apenas salíamos por lo que decidimos parar apenas tuvimos la oportunidad.

Miraba el libro algo temerosa a abrirlo, no obstante, al cabo de unos minutos, me decidí y abrí la portada. Lo primero con lo que me encontré fue con una hoja gruesa en tono dorado y poco después, reglas, pero estas no se visualizaban del todo bien, parecía como si la tinta se hubiera intentado borrar por si misma. Decidí no darle más vueltas al asunto pasando a la siguiente hoja. Un dibujo completo del castillo por fuera y debajo, tres mapas de los pisos y cuartos del castillo, tenía lugares marcados, mi habitación, el cuarto de la princesa y... oh.

Hice un gesto de sorpresa al ver marcadas las habitaciones de los caballeros, tenían escrito el nombre de Link. Supuse entonces que la habitación de Link estaba marcada por si acaso, se supone que trabajábamos juntos hace 100 años.

Pasé a la siguiente hoja, un mapa de la ciudadela, debajo había anotaciones, al parecer la ciudadela se dividía en secciones para ese tiempo.
Al pasar las hojas me encontraba con información valiosa sobre las regiones y costumbres antiguas, un plan completo de evacuación. También encontré el mapa de las bestias divinas y luego... las fichas de las iras de ganon, el pecho comenzó a dolerme en cuanto vi los dibujos que hice sobre ellas, me dolió tanto que dejé caer el libro, este resonó por toda la habitación ya que mi libro no se caracterizaba por ser delgado, era pesado y grueso, aún así y a pesar de eso, Link no se despertó, sólo se removió un poco en su lugar mientras abrazaba una almohada.

Levanté el libro con la mano libre, ya que la otra se encontraba en mi pecho presionando con fuerza. Decidí cerrarlo para poder dormir, gracias a eso, el dolor en el pecho se apaciguó unos segundos después y me di la vuelta en la cama dándole la espalda a Link.

Tenía que leerlo de todas formas. Tarde o temprano debía hacerlo, aún si no me sentía lista.

•••

—¿Crees que estamos listos para la región zora, Link? —Lo miré— Sé a que nos enfrentaremos una vez lleguemos... —Lo miré mientras recogía los pescados que habíamos estado atrapando minutos antes para el desayuno.
—Tal vez... deberíamos visitar antes a Rotver —Me miró— ¿A qué se supone que nos enfrentaremos?
—Oh, sí... —Saqué el libro de la alforja y lo abrí buscando la página.

Al encontrarla hice un gesto de incomodidad y poco después se la mostré a Link, él la miró y leyó con detenimiento, minutos después pasó la siguiente página.

Sentí mi estómago revolverse al ver a la siguiente, la ira del viento, se sentía como si la conociese y no era un sentimiento agradable, en realidad, todo lo contrario, sentía incomodidad y... ¿Enojo? Una molestia tan grande que mi ceño se frunció inconscientemente.

—¿Por qué la miras así?
—Es casi como si la conociera... no es agradable.

Me di la vuelta mientras dejaba a Link ojear el libro, me acerqué al río y miré mi reflejo en este, ni siquiera podía reconocer mi reflejo, pareciera como si nunca me hubiera visto, mi ceño fruncido, mis ojos anhelando respuestas y mis manos llenas de cicatrices.

Di un golpe al agua con la palma de mi mano, me levanté y observé el cielo, después de un suspiro me giré hacia Link y él cerró el libro con cuidado.

Sus mejillas estaban rojas, bastante rojas, se notaba extraño, de todas formas no lo entendí por lo que sólo me acerqué a él y recogí el libro para guardarlo.

The most beautiful boy ¡! ࿔₊° Donde viven las historias. Descúbrelo ahora