A medida que Cybertron prosperaba, una sombra del pasado comenzó a surgir. Starscream, aún determinado a tomar el control de Cybertron, había estado planeando en secreto. Había encontrado un antiguo artefacto, conocido como la Llave de Vector Sigma, que tenía el poder de controlar cualquier tecnología de Cybertron.
Valeria, al enterarse de los planes de Starscream, sabía que tenía que actuar. No podía permitir que Starscream usara la Llave de Vector Sigma para sus propios fines.
Con Optimus y sus aliados a su lado, Valeria se preparó para enfrentar a Starscream. Sabía que la batalla sería dura, pero estaba decidida a proteger a Cybertron.
La confrontación con Starscream fue intensa. A pesar de su poder, Starscream no fue rival para la determinación y el coraje de Valeria y sus aliados. Después de una larga batalla, lograron derrotar a Starscream y recuperar la Llave de Vector Sigma.
Pero la victoria tuvo un precio. Durante la batalla, la Llave de Vector Sigma fue dañada, liberando una oleada de energía que amenazaba con destruir Cybertron. Valeria, en un acto de valentía, usó el Corazón de Cybertron para contener la energía, salvando a Cybertron de la destrucción.
Así concluyó el duodécimo capítulo de la historia de Valeria, marcado por la valentía y el sacrificio. Aunque la batalla había terminado, la lucha por Cybertron continuaba.
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