Capítulo 5 - Cuidados

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Matías está enfermo.

Condenadamente enfermo, pero no por eso deja de rodar escenas, una tras otra, mientras la fiebre le sube por momentos. Sabía que en algún momento iba a pasar algo así después de rodar constantemente cubierto de nieve, pero se encuentra mal y sólo quiere una cosa.

Descansar, poder dormir en los brazos de Enzo.

Quiere recostarse sobre su omega y recibir sus cuidados, quiere que le acaricie el pelo mientras se queda dormido en su regazo. Quiere a su omega, lo necesita.

***

Enzo mira a su alfa con preocupación, tanta que se olvida de reprenderse a sí mismo por llamarlo su alfa. 

Matías se encuentra mal, la noche anterior había estado desprendiendo tanto calor que casi no había podido dormir a su lado. Lleva durmiendo con él en la misma cama desde que Matías lo mordió y ya ni siquiera la parece extraño. No le gusta dormir sin él, así que aguanta la elevada temperatura del alfa y deja que lo abrace.

Es normal que se haya enfermado después de todo, todos los miembros del cast, incluído él, se han puesto enfermos en algún momento, pero no puede evitar preocuparse por su alfa.

Cuando Matías sale de rodar una escena y regresa pálido y ojeroso, le hace caso a su omega interno y va a su encuentro. El alfa está sentado en un sillón ridículamente grande para su tamaño, tapado con la primer manta que ha encontrado y tiembla constantemente. Sin dudarlo, se sienta a su lado, comparten una mirada y al momento Matías se deja caer en su regazo.

No se dicen nada, pero deja que Matías se acurruque en su regazo como un niño y le acaricia el pelo mientras espera a que los llamen a uno o al otro. Y es todo lo que necesitan.

No nota los ojos de Francisco Romero muy atentos sobre sus acciones.

***

Matías se deja caer sobre la cama, sin ganas de nada que no sea cerrar los ojos y no despertarse hasta que la cabeza no le duela como le duele en ese momento. Siente que la migraña lo va a matar y tiene mucho frío, le duele todo el cuerpo y sólo necesita a su omega.

"Mi precioso omega", medio delira, acostado en la cama sin haberse cambiado de ropa ni quitado los zapatos.

Entonces siente unas manos amables girando su cuerpo y ahí está Enzo, todo lo que él desea, que le aparta el pelo de la frente con cariño y le sonríe casi como si lo amase.

–Vamos, tenés que desvestirte primero, Mati –le dice con voz suave.

El omega comienza a desvestirlo y él lo ayuda incorporándose levemente. Hay algo muy íntimo y hermoso en como lo está tratando Enzo, delicadamente, cuidándolo. Sabe que los cuidados están en la naturaleza de todos los omegas, pero este es su omega cuidando de él cariñosamente mientras está enfermo y siente que se enamora aún más de él.

Enzo se desnuda también y se mete en la cama con él, lo abraza y deja que Matías se recueste en él. Está medio delirando y lo sabe, quizá no es el mejor momento para iniciar una conversación con Enzo, pero nunca ha sido conocido por pensar mucho antes de hablar.

–Gracias por cuidar de mí ... –dice, enterrando la cara en el cuello del omega, que incluso le hace más espacio para que se acomode mejor y su nariz quede justo donde su marca de reclamo. Se quedaría a vivir ahí si pudiese.

–No es nada, Mati –contesta Enzo, pasando una mano por su espalda, acariciándolo.

–Te amo.

Enzo no le responde, pero lo abraza más fuerte y lo besa en los labios antes de que se quede dormido, y eso es suficiente para Matías por el momento.

Éxtasis [Matienzo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora