Éxtasis [Matienzo]

Capítulo 7 - Siempre fue él

–Nos vemos chiquito.

Enzo se queda congelado después de ese beso, como si el tiempo se parase. A su alrededor, la sala entra rápidamente en caos.

–Encima lo llamaba chiquito –oye decir a Juani.

–Pues sí se lo cogía –dice Blas y ese comentario le duele.

Le duele lo que oye y como hablan de él y de su relación con Matías como si no estuviesen presentes. Se siente herido, juzgado y está molesto con su alfa y con el resto de sus compañeros, así que sin pensarlo dos veces, se levanta y se va corriendo.

***

Matías sabe al momento que esta vez sí está en problemas.

Su omega parece tan herido cuando se marcha corriendo que sale detrás de él inmediatamente, aunque sabe que es altamente probable que no sea bien recibido.

Necesita disculparse, necesita desesperadamente que Enzo lo perdone y estén bien, porque no puede soportar la idea de perder al omega de sus sueños por su estúpida lengua.

–¡Enzo! –lo llama cuando lo alcanza– ¡Enzo, espera, por favor!

Su omega todavía luce enojado y huele igual, pero se detiene y él lo alcanza, jadeando.

–Lo siento –le suelta en cuanto lo tiene al lado– Lo siento mucho, Enzo, no lo pensé.

–¿Qué no pensaste, Matías? Bueno, un lo siento no cambia como me siento yo –replica duramente Enzo– ¡Ignoraste todo lo que hablamos ayer!

Se intenta acercar más a él pero Enzo se aparta. Se le parte un poquito el corazón, pero en el fondo sabe que se lo merece.

–De verdad, Enzo, lo siento mucho –dice con sinceridad– No quiero que parezca que no te escucho, sí quería respetar lo que hablamos, pero ...

–¿Pero... ? –su omega lo insta a continuar y lo toma como una buena señal.

–Me da verguenza decirlo –admite, sonrojándose– pero cuando te ví, el resto desapareció para mí. Por eso te besé, solo existías vos para mí. Estabas muy bonito.

Enzo suspira audiblemente pero huele menos a enfado y más a resignación, y lo toma como una victoria.

–Sos el alfa más estúpido y descerebrado, y me mordiste vos por no pensar –le dice Enzo, y le duele hasta que sigue hablando– Pero también sos el mejor que he conocido y el más cariñoso.

Matías sonríe y se acerca a su omega y esta vez, él se lo permite.

–Perdóname, chiquito –dice extendiendo sus brazos pero sin tocar al omega, dejando que sea él quien tome la decisión de abrazarlo– Por favor.

Enzo vuelve a suspirar aunque esta vez sí que sonríe levemente y se entrega a sus brazos. Matías lo abraza con fuerza, aún sintiendo que su relación con su precioso omega peligra.

–De verdad, lo siento –dice con toda la sinceridad que es capaz de reunir– Para mí sos solo vos, Enzo. Y te amo.

–Te amo también, alfa –murmura su omega– Y parece que ahora todos lo saben.

***

–Chicos, la jodimos bien –suspira Fran. Ha visto el dolor en los ojos de Enzo ante los comentarios que habían dicho y se siente horrible.

–Es verdad –admite Blas– No debería haber dicho eso.

–Va, vamos a pedirle perdón –dice Juani.