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Belén

Estuvimos varios minutos bailando los temones que sonaban.

Cuando a Tuli le dieron ganas de ir al baño fuimos las tres, así que después de ella aproveche de hacer mis necesidades. Frente al espejo me peiné un poco con los dedos y después salí. En cuanto abrí la puerta vi a pocos metros a las chicas, me hice a un lado para que una chica entrara al baño y justo vi cuando se le cayó un llavero, así que lo recogí para dárselo.

—Oye— la llamé y ella se giró—, se te cayó.

—Ay, gracias linda.

—De nada.

Me giré para seguir mi camino y de golpe se me cruzó la pelirroja de hace un rato, quien me tiro el copete que tenía en su vaso.

—Ay boluda—se quejó—, me chocaste.

La miré con cara de ¿qué hueá?

—Pero si ni te toque, hermana, ¿qué hueá?

El líquido oscuro me había manchado todo el estampado de la polera.

—Vos me chocaste, nena, no es mi culpa haberte manchado.

—Eu, se lo tiraste re a propósito, forra— aseguró Mari en cuanto se acercó.

—¿Qué sabes vos?, ridícula.

—Y, porque estaba viendo, si ni se chocaron.

—Ay, callate, tarada.

—¿Qué mierda te pasa?— cuestioné.

—¿Qué me va a pasar?, fue un accidente, no te lo tomes personal, boludita.

—Ay, qué mina más weona— solté.

—Sos una envidiosa— afirmó Tuli.

—¿Qué le voy a envidiar?, si es re fea esta piba, pobrecita.

¿Fea? ¿yo?

—Ay, ya, si insulta con hueás físicas claramente es bien estúpida, vámonos mejor.

Me giré para alejarme de ahí y las chicas me siguieron, la mina siguió diciendo cosas, pero ni escuche.

En el baño de arriba tratamos de limpiar la polera, pero la mancha no quiso salir así que nos rendimos y volvimos abajo con los chicos.

—Eu, no saben lo que pasó—llegó diciendo Tuli.

—¿Qué pasó?— preguntó altiro Lit.

—Una mina me tiró el trago encima.

Los chicos me miraron y dijieron al mismo tiempo un "no", alargando la o.

—Es una forra— dijo Mari—, si lo hizo a propósito.

—¿Quién fue?— quiso saber Mauro.

—¿La conocías?— preguntó Tiago.

—Ni la conosco, es una pelirroja que estaba hablando con Mauro hace un rato.

—Ehh Duko, hacete cargo— le dijo Tiago.

—Bue, si yo tampoco la conosco, pero vení— se levantó y se me acercó—, yo te paso una remera.

Mauro

—Mm ¿te gusta esta?— le mostré una negra con estampado de un corazón con espinas.

—Esta piola— dijo.

—Tomá.

Se la pasé y me giré para que se cambiara.

—Ah, me queda re linda— dijo.

Me giré y la miré, ella se estaba viendo en el espejo.

—Obvio— dije. Todo se le ve lindo.

Me sonrió.

—Igual si te vuelve a tirar alcohol encima no se va a notar la mancha.

—Naa, si me vuelve a tirar yo peleo.

Me reí.

—Calmate, tampoco quiero que te agarres de los pelos con esa boluda.

—Bueno...igual que rabia porque se hizo la hueona como si no lo hubiera echo a propósito.

—Bueno, bueno.

—Enserio, Mauro.

—Dale, vení.

La abracé y ella me devolvió el abrazo.

—Relajate, que yo se que no decís de broma lo de pelear.

Ella se rió y levanto la vista, para verme a los ojos.

—Tampoco me dejes como peleonera.

—Dale, loquita, si se que sos la mina más pacífica del mundo.

—Obvio.

Automáticamente después de decir eso se puso a reír, yo hice lo mismo, pero al verla tan cerca y con esa sonrisa hermosa solo pensaba en plantarle un beso.

Lo único que me detuvo fue recordar lo que me había dicho hace poco.

"No sé si quiero tener algo ahora mismo, han pasado varios años...podemos ser amigos, pero no puedo asegurarte que quiero volver a estar en una relación".

Aunque me había bajoneado un poco, lo entendía totalmente, nuestra relación había sido caótica, sobre todo los últimos meses, no esperaba que después de años de no vernos ni hablar, volviéramos como ni nada hubiera pasado.

Pero puedo esperarla, se que puedo esperar a que esté lista para quererme de nuevo como alguna vez lo hizo.

Miré sus labios por un segundo y volví a sus ojos.

No quiero cagarla esta vez.

—¿Volvamos con los pibes?

𝑪𝑨𝑳𝑳 𝑴𝑬 𝑴𝑨𝒀𝑩𝑬 | 𝑫𝒖𝒌𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora